El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

viernes, 31 de mayo de 2019

Alma de calefón (1974)



Hace 45 años, éstos eran algunos de los avisos que se podían encontrar para tratar de mitigar el frío del momento: una publicidad de termotanque a gas Fogata (aprobado por Gas del Estado) con la eterna promesa de mantener temperatura constante a pesar de tener todas las canillas abiertas, algo utópico hasta el día de hoy. Otra curiosidad: se preocuparon por meter el término en inglés “glass” pero lo corrigieron por “vidrio”, al revés de todos los avisos actuales.
En el segundo caso, y del mismo 1974, encontramos a Jorge Porcel auspiciando un calefón Rheem, que a pesar de tantos crudos inviernos hasta el día de hoy conserva prácticamente el mismo logo.

Tranquilos, también está aprobado por Gas del Estado…

jueves, 30 de mayo de 2019

El sabor de tu Trigal



De un tiempo a esta parte han estado trayendo a algunos supermercados (principalmente los Súper Vea) de la provincia unas galletitas oriundas del Uruguay que llamaban mucho la atención desde sus empaques clásicos y no demasiado exorbitantes. Un día que estuvieron de oferta todas juntas fue una excelente oportunidad para conocerlas de una bendita vez.
Los tres especímenes pertenecen a la misma compañía: El Trigal. Aquella nacida en 1948 de la mano de Don Luis Lagorio, que posee un extenso portfolio de productos y que en su página web se jacta de exportar a Brasil, Paraguay y Estados Unidos pero curiosamente no nombra a este lejano rincón argentino pegado a la Cordillera…
Las primeras galletitas degustadas se llamaban Bridge y eran unas obleas cuadradas con relleno sabor chocolate. De entrada resultaba muy tentador que el relleno se desbordara por los costados y generara, como se ve en la foto, esa especie de bloque a sus alrededores. Efectivamente el sabor y aroma a cacao no decepcionó y se pudo disfrutar cada bocado con la satisfacción de haber hecho una buena inversión. El siguiente producto también era dulce, eran galletitas con Leche El Trigal, en un envase donde podían apreciarse las susodichas galletitas bañadas en su ingrediente principal. El resultado fue aún mejor que las anteriores: un sabor dulzón lácteo realmente insuperable y que nunca se ha percibido en alguna galletita argentina: ni Maná ni Manón ni Okebón ni nada parecido. Ricas para comer simplemente sin necesidad de untarles nada o mojarlas en algún café con leche. Finalmente fue el turno de un producto salado: las Trigalpan crocantes. Después de la vara alta que dejaron las demás, tal vez estaba esperando demasiado de éstas: no me enloquecieron, ni siquiera se les pudo encontrar un sabor definitivo satisfactorio, pero esa falta de gusto puede ayudarlas para ser el complemento de untables, aprovechando que son bastante grandes como una Criollita ídem.
Investigando por la web más productos de la empresa, descubrimos que también venden unas crackers llamadas Criollitas, pero que oportunamente dicen “al agua” debajo de la gran marca. Algún requisito solicitado por sus hermanas de Argentina para evitar algún litigio? En esa misma línea venden otras galletitas de agua llamadas “Mediodía” con letras rojas y fondo amarillo… no sólo sospechosamente se asemejan a las Mediatarde sino que uno se pregunta seriamente si el mediodía es un horario apto para galletas de agua. Y como no hay dos sin tres, también viene la “María Rika”, con una forma que nos recuerda demasiado a las María Terrabusi. Al margen de estos extraños nombres, también venden galletitas con salvado, surtidas, de chocolate tipo Chocolina (aunque el nombre esta vez no se parece), acarameladas tipo Porteñitas, bañadas en chocolate, con cereales, con miel, con coco, sin al, sin azúcar y unas que me llamaron la atención: las Cebritas, galletitas de vainilla cuadradas con baño de chocolate a rayas. No se quedan en el mercado de galletitas sino que también comercializan milanesas y hamburguesas de soja, puré de papas deshidratado, rebozador, cacao en polvo y… fainá en polvo! eso sí que no lo he visto nunca por estas góndolas…
Las 3 galletitas son recomendables para probar, sobre todo las dulces. Y algo que les suma a todas es su cuota de ternura: por alguna razón, caen muy bien esos diseños prolijos de galleta antigua de los años 50 que tienen todas. No se sabe si es a propósito, pero el efecto de estar comiendo algo retro (que no es lo mismo que vencido) resulta agradable. Una opción más que correcta para conocer si las ven por la góndola de importados o bien andan de viaje por el Uruguay interesados en comprar yerba mate, Ricarditos y… otras cosas.


miércoles, 29 de mayo de 2019

Del 9 nadie las mueve (2004)


Hace 15 años éstos eran los programas que podían verse por la pantalla de Canal 9: a las 16 estaban las Chicas Express, un producto prefabricado sacado de Utilísima que mediante segmentos exhibía la grilla completa del otrora canal “satelital”. Al igual que las producciones de dicho canal, también tuvieron una cortina pegadiza (“hacen todo… rápido y bien…”) y se volvieron un ciclo bastante estable en la caótica grilla del 9: aguantó entre mediados de 2003 hasta principios de 2005, que no es poco. Sus conductores siempre fueron las mismas: Verónica Varano, Julieta Fazzari (sí, la de Grande Pa), Teo de Carabassa y Paul Pollono. En 2006 y por el mismo canal hubo una suerte de continuidad de dicho espíritu: un ciclo llamado ”Hacelo Fácil” con Federica Pais y la Teo del anterior programa, que lamentablemente no duró mucho al aire.
Apenas una hora después aparecía Historias de la Tarde, un magazine integrado 100% por mujeres pero que, a diferencia del programa anterior, se despegaba del estereotipo de programa femenino y se dedicaba más bien a tratar todo tipo de temas de actualidad. Lo conducía de a momentos diferentes figuras, pero la principal era Mercedes Marti, que también aparecía en la conducción del noticiero del canal. Fue un programa hecho para reemplazar al verdadero ciclo pensado para esa hora, que tuvo poco vuelo: se llamaba Mamma Mía y lo hacía Andrea Campbell. Se trataba de un magazine con información para mamás, y era producido por Gastón Portal. Más allá de su efímera existencia, ese programa desató una mini polémica por tener prácticamente el mismo contenido, escenografía y hasta muñecos acompañantes de la conductora como el que se había visto en Mariana de Casa (Canal 13), otro magazine hecho por el mismo productor, dándole todo el aspecto de ser “de segunda mano”…     

martes, 28 de mayo de 2019

Esos osos sabrosos (1991)


Cuando hace algunas semanas hicimos un breve y caótico relato sobre la venta de Terrabusi en manos de Nabisco, nombramos muchos productos pero hubo uno que quedó dando vueltas y que también pertenece muy íntimamente al mundo de golosinas exóticas de los 90. Los envases de galletitas Nips de Royal que supieron venir allá en 1991 están bastante viralizados, pero en su interior venían demás de esas curiosas galletitas en forma de oso los stickers que vemos en la foto: los mismos osos que conformaban el ingrediente principal de su composición haciendo de manera bien canchera los deportes norteamericanos de moda: skate, running con walkman, football americano, tennis… aunque todos sabemos que lo más apropiado es que estuviera jugando al paddle…
Algunos de dichos osos sostienen una caja de Nips, aunque la presentación más famosa en el país eran las bolsitas ya nombradas: de color azul para el sabor chocolate, de rojo para la vainilla y amarillo caramelo para el sabor coco. Además del sabor insuperable que aún muchos recuerdan de este producto, lo otro que llamaba la atención del paquete (y que genera cierta confusión en el inconsciente colectivo) es haber visto el triángulo rojo de Nabisco arriba de todo. Ese triángulo existía, pero no decía Nabisco sino Royal. Es que efectivamente Nabisco era el dueño de estos Nips, pero en aquél momento la marca no había llegado como tal a la Argentina y operaba a través de “Royal Fleischmann Argentina (RFA)”. Desentrañemos un poco esto primero…
Hay que remontarse a 1929: ese año se conforma una sociedad denominada Standard Brands. Dicha asociación incluía importantes marcas estadounidenses como los productos Royal (con su polvo para hornear a la cabeza) y los panificados Fleschmann entre otros menos conocidos. La sociedad conserva ese nombre en todos los países en los que opera hasta que en 1981 Nabisco adquiere Standard rand y cambia internacionalmente su nombre al RFA que nombramos al principio. Esta empresa en la Argentina fue capaz de hacer varios hitos interesantes en el mundo de las galletitas: por ejemplo, las oleas de vainilla que venían en cajas familiares llamadas Royalitas, las obleas bañadas llamadas Chocolondo y las galletitas tanto dulces simples como bañadas que contaban con la licencia del grupo Menudo. Por supuesto que las tradicionales premezclas (gelatinas, postres, helados, flanes, etc) marca Royal estaban incluidas en su portfolio, al igual que el jugo Royalina y el mítico polvo para hornear mencionado antes.
Es así que a principios de los 90 otra de las innovaciones de esta compañía fueron los ositos Nips, que no sólo quedaron en la memoria de los consumidores del momento por su sabor sino por su muy llamativa publicidad: al ritmo de un remix de Another Break in the Wall, muchos ositos terminaban rompiendo una pared junto a chicos que recitaban estar podridos de siempre la misma rutina y la misma vida, y de remate su sencillo slogan se limitaba a comentar: “Nips: la rompen!”. Algo aún más innovador tuvo este comercial en esos años: no se mostró el producto de entrada, sino que durante alrededor de 2 semanas circularon partes del aviso faltándole el final… quién puede después desfijarse de semejante idea?
A pesar de la gran calidad del producto y su pretenciosa y fallida idea de querer venir a dar vuelta todo y abandonar los costumbrismos, los Nips no duraron mucho en el mercado nacional.  Ello no significa que no hayan tenido éxito en otros mercados. Es más: los verdaderos osos, los que salieron en EEUU, fueron creados en 1988 por Nabisco y respondían al nombre de Teddy Grahams. Sus sabores iniciales fueron bien diferentes a los nacionales: además de los ya mencionados había de miel, canela, frutal, con chips de chocolate y hasta un extraño sabor “torta de cumpleaños”. Se convirtieron en un verdadero boom de ventas generando más variedad: había cereal Teddy Graham al igual que bizcochos de panadería dulces (qué quise decir? esa especie de bocaditos de bizcochuelo tipo Pingüino Marinela o Picnic Nevares) y un extraño producto llamado Dizzy Grizzlies: galletitas de vainilla bañadas de un solo lado con chocolate, y en ese mismo lado pegoteadas con grana de colores. Para finalizar, podemos decir que la marca “Nips” (que se podría traducir del inglés como “pellizco”) sigue registrada por Nabisco, aunque en el mundo ni siquiera remite a un producto dulce: se trata de unos snacks de queso con forma de paralelogramo, que instintivamente nos recuerdan a las galletitas Chipits de fines de los 90.
A qué brillante cráneo se le ocurrió denominar a estas galletitas en el país con el nombre de snack de queso en lugar de algo más aproximativo al título original? Es un verdadero misterio, pero no deja de llamar la atención que nunca más volvieron a aparecer, a pesar de haber guardado un buen recuerdo. Volveremos a ver estos ositos que tienen un nombre que para nosotros es sinónimo de algo dulce pero para el resto del mundo se refiere a algo salado? Arcor no te atrevas a usar tu fotocopiadora de recetas… 

lunes, 27 de mayo de 2019

El demonio rojo

Se ha hablado mucho y seguramente se seguirá hablando estos días del fenómeno Huawei: qué pasó con esa empresa que hasta unos años ingresaba amablemente a nuestro mercado para anunciarse como a fabricante más grande de celulares del mundo a ser el demonio (rojo, justamente) que vemos hoy?
Huawei (traducido del chino: “acto magnífco / espléndido”) apenas si nació en Shenzhen de la mano del ingeniero civil Ren Zhengfei en 1987, una fecha bastante reciente en comparación a las fechas de fundación de otras marcas importantes de su rubro: Nokia es de las más jovatas viniendo desde 1865, Motorola es de 1928, Samsung de 1938, LG de 1958… sólo es superada por el Iphone, nacido en 2007, y por Xiaomi que es apenas del 2010. Dijimos 1987 porque ésa es la fecha repartida entre todas las páginas que habñan sobre la compañía, pero nosotros tenemos nuestras propias fuentes (que verán en las imágenes) y descubriremos que ellos mismos se consideran fundados en 1988.
Al igual que todas sus predecesoras, no comenzó su existencia fabricando lo que hoy más se la conoce pero tampoco estaba muy lejos: ese Huawei primitivo se dedicaba a la comercialización de centrales telefónicas en su China natal, lléndole tan bien que a los dos años siguientes ya estaba produciendo este tipo de centrales por su cuenta. Dentro de esta poca carismática y aburrida cara de la telefonía, llegan a otro rito en 1993, cuando desarrollan su propio conmutador (switch) digital con una capacidad de circuitos desmedida para las empresas de la época… qué quisimos decir con semejante trabalenguas? que eso que nombramos recién fue su primer teléfono digital. Un año más tarde innovan mucho también desarrollando sistemas de transmisión de datos y arrancan sus exportaciones fuera de China. En 1997 lanzan su propio sistema GSM y en el 98 supieron tener a IBM contratada para la consultoría y gerenciamiento… peeero nuestro texto nos dice que eso ocurre dese el 97. Así arrancarán el nuevo milenio: entrando con ganas a EEUU y con el logro de haber convertido su ciudad natal Shenzhen en el Silicon Valey de Asia.


Si bien el mundo de los teléfonos era su fuerte principal, a lo largo de los años 2000 van desarrollando varios otros productos exitosos: se encargarán de producir routers, equipos de seguridad y almacenamiento de datos y demás aparatos optimizadores de banda ancha. De ese período rescatamos estas fotos de fines de 2005, provenientes de la revista Next it Specialist, donde hay mucho para comentar: podrán ver bien grande el logo de Huawei hasta ese momento, que era el que venía teniendo desde su fundación, y que cambia al poco tiempo (en 2006) por el que actualmente sigue teniendo. En el texto en donde se describen, dejan deslizar sus verdaderas intenciones sin ningún miedo: “abarcar el sector del mercado en toda su amplitud”… no cualquiera puede animarse a algo tan osado. Y por ultimo… se dice “cede” europea? No se decía “sede”? Igualmente a partir de haber ingresado al mercado norteamericano esta empresita afrontaría más problemas que un simple error ortográfico en un aviso argentino…
Ahí nomás en el mismo 2000 el Gobierno de USA acusa a la empresa de haber instalado un sistema de telecomunicaciones en Irak donde posiblemente se habrán violado sanciones de la ONU: lógicamente dicha situación fue desmentida por sus voceros. En 2003 la empresa Cisco le inicia juicio por aparentemente haberse apropiado indebidamente del software: dicha demanda al poco tiempo se suspende pero ello no implicó que Huawei modificara un poco sus productos. Un poco más adelante, en 2012, será acusada de espionaje a favor del Gobierno de China: dicha acusación le valió ser borrada como contratista de los Gobiernos de Canadá y Australia, además de una investigación por prácticas ilegales en la Unión Europea en 2013. Cuando llegamos a estos puntos ya comienza a surgir la sospecha en muchos del sesgo ideológico que podían encerrar todas estas acusaciones. Del otro lado de la moneda, los números de Huawei fueron más que prometedores: primera compañía china en comercializar más de 100 millones de celulares en un año, puesto 70 en Top 100 de marcas más valiosas del mundo, presente en el top 10 de empresas que más crecimiento tuvieron en los últimos años… pasaba a considerarse sospechoso que el mundo occidental no estuviera recibiendo nada de semejante negocio.


Los últimos años, ya con guerra comercial declarada, son más directos todavía. Así se ve en el recorte de Página 12 de fines de 2018 hablando del momento en el que se produjo la detención de la directora financiera de Huawei. Unas semanas más tarde llega el temido anuncio de 23 cargos criminales contra los directivos de la empresa: ni más ni menos que fraude bancario y financiero, lavado de dinero, robo de tecnología de secreto comercial, obstrucción de la justicia, entre otras cosas. Pero para la mayoría de la población este conflicto se desata en Mayo de 2019, cuando Estados Unidos incluye a la compañía en una lista negra comercial y el bendito Google suspense relaciones comerciales impidiendo que en un futuro puedan acceder a actualizaciones de software de su querido Android. A partir de allí, vino el desconcierto total: rumores de debacle de la compañía, miles de usuarios saliendo  a vender sus Huawei a toda costa, caída en picada de los precios de móviles Huawei nuevos, teorías conspirativas de que en realidad es todo un complot contra el avance del 5G chino… toda una situación de paranoia y geopolítica bien regada con una generosa cantidad de memes por todas las redes.


No tenemos idea de cómo va a seguir semejante guerra: sólo podemos decir que Huawei avanzó bastante bien en la evolución de su logo (el que vemos en las fotos era bastante horrible) y que a lo mejor estamos a las puertas de regresar a los viejos tiempos: se acuerdan cuando cada celular tenía su software propio y eso era un plus o contra a la hora de comprarlos? En pocos años se ve que nos hemos globalizado demasiado...

sábado, 25 de mayo de 2019

La Patria Marketinera

En un nuevo 25 de mayo de 2019 Mayo, las marcas no pueden evitar asomarse y colgarse del espíritu patriótico para teñir su marketing de celeste y blanco. Aquí podemos encontrar 4 hermosos ejemplos de épocas bien lejanas:

El primer caso ya cumplió los 80 años: el aceite económico Belfiore en 1939 invitaba a festejar las Fiestas Patrias con tortas fritas y pastelitos hechos con su producto extrafino que, de alguna manera, era capaz de entusiasmar a toda la familia. 

Para el segundo caso nos remontamos a 1950 y hallamos una campaña atípica: muñecas Marilú (aparecidas en el sueño de una nena) con modelos de fiesta especialmente hechos para festejar estas fechas. La autodenominada reina de las muñecas articuladas era capaz de ofrecer modelos de 55 y 42 cm… y para los más pudientes había disponible un modelo con peluca de rulos de cabello natural!

Para el 25 de Mayo de 1960, en cambio, veremos al aperitivo Ferro Quina Bisleri que afirmaba propiedades reconstituyentes de la sangre, ideal para todos los deportistas saludados para esta fecha tan especial, sin dudas los futuros campeones de la Argentina.


Por último, en la increíblemente más moderna de todas publicidad de 1972 aparecen los personajes de García Ferré creados especialmente como mascotas de la marca Mantecol en su era Georgalos, bien empilchados para salir a pedir por el primer gobierno patrio…

viernes, 24 de mayo de 2019

Dipeando con Adler



Se insistió y se logró: luego de años de insistencia, las marcas lograron imponer que el comer nachos con algún tipo de salsa para “dipear” se vuelva una costumbre que no resulte tan descabellada ver por esta parte del mundo. La aparición de marcas con diversos sabores y formatos de estos snacks de maíz, como Doritos, Tostitos, Quento, Antojitos, Krachitos o Macritas lo demuestran. Lo que no se desarrolló de manera muy fructífera en el país fue, eso sí, las salsas que pueden ser utilizadas para estos ágapes tan particulares. Es más probable que dichas preparaciones sean caseras a envasadas.
En 2010 aparecieron unas latas que de lejos parecían de atún marca Doritos: se trataban de salsas justamente para acompañar su producto estrella. Estaban disponibles 2 sabores: picante y cheddar. Se trataan de productos de muy buena calidad pero, despojados de su única función conocida, eran un aderezo más sin más cualidades. Tuvieron que pasar casi 10 años hasta que divisamos un producto que nuevamente quiere apostar a lo grande  en ese nicho tan poco explotado.
Aún sin gran publicidad, salieron a la calle dos artículos untables a base de queso marca Adler pensados especialmente para ser comidos mojados por algún snack. Se llaman Adler Pic-a-Dip (sinceramente un nombre muy original y pegadizo) y se han conseguido en dos gustos: Oliva y Jamón por un lado, Cheddar y Bacon por el otro. Ambos generaron sensaciones en el paladar bien diferentes.
Lo alentador de probar cualquiera de estas dos variedades es que son mezclas no disponibles en ningún otro untable de la misma marca o de otra cercana. Son sabores por el momento exclusivos y que al ser probados efectivamente no son similares a los quesos ya existentes.
El primero en probarse fue el Oliva y Jamón: gustos que parecen bastante antagónicos y que, basado en el prejuicio, uno iba a creer que la oliva (tal cual pasa con otros artículos de dicho sabor, como los Twistos) iba a ser el gusto “débil” mientras que el jamón se convertiría en el invasivo y cansador de siempre. Sorpresivamente fue al revés: este quesito tiene un fuerte y muy agradable sabor aceituna verde que impresiona; el jamón en cambio está relegado a los trocitos que se divisan en el medio del preparado. Superó muy bien la primer prueba y dieron ganas de seguirlo y seguirlo comiendo.
Más curiosidad todavía despertaba el segundo sabor: ¿Qué gusto iba a tener un queso sabor cheddar y bacon, es decir dos sabores bien fuertes? El ganador resultó ser el cheddar: al tratarse de queso, es obvio que tanto el olor como el gusto es de cheddar auténtico. Éste es un pequeño mensaje a la gran cantidad de papas fritas y demás snacks que se jactan de tener ese sabor y no se le acercan ni de casualidad. La combinación hizo acordar mucho a la mezcla que se arma en la boca tras comer alguna hamburguesa en donde se mezclan ambos ingredientes, pero sin exagerar.
¿Qué tienen en común ambos quesos? En ambos el sabor dominante es el de la pasta en sí y no el de los trocitos circulantes (por algo en el nombre van en el orden que van…), ambos vienen en recipientes aptos para ser metidos así como así al microondas y disfrutar caliente. Y además, ambos tienen en sus envases la leyenda “el sabor de siempre ahora se puede dipear”: es una manera de decir que es un producto pensado para el dipeo (por algo tiene ese nombre) pero evoca a que, ante el consumidor sigue siendo el queso Adler saborizado de siempre. Con esta acepción se aseguran no perder público conservador pero a la vez suman nuevo: mientras que es difícil comer una salsita llamada Doritos con otra cosa que no sean Doritos, resulta totalmente adaptable comer estos untables con nachos pero también con pan, con grisines, con galletitas, con el dedo… en definitiva con todo lo que el queso untable tradicional Adler ya conoce bien. Otra cosa: su consistencia es bastante más pastosa y grumosa (si se lo trata de sacar con cuchillo, éste chorrea), realmente se parece a las salsas para nachos que aparecen en cuanto uno googlea recetas. Pero ante la duda… se convierte en un queso untable ante la mirada del desconfiado.
Si hubiera que elegir uno de los dos, claramente me quedo con el de oliva y jamón por tener un sabor novedoso y sumamente bien logrado. El cheddar no se queda atrás pero no impactó tanto, y aparte dio la sensación de tener un olor muy fuerte. Pero eso no quita que ambos sean recomendables y reactiven una opción interesante para que podamos comer unos piolas nachos con cheddar como si fuéramos un grupo de yanquis mirando el “supertazón”…


Una mención aparte hacemos a los nachos que utilizamos para este experimento: se trataban de unos en oferta llamados Poco Loco sabor queso (el otro disponile era con chili) y que tenían una correcta cantidad de sabor y olor. En contrapartida, los Doritos comunes resultan más intensos. Uno esperaría con ese nombre que un producto así provenga de México o algún otro país latino pero no… son importados de Bélgica!

miércoles, 22 de mayo de 2019

Intensamente Secco



En los últimos meses la línea de gaseosas Secco está teniendo una explosiva y ascendente (como eructo de soda) carrera publicitaria. Al dar inicio esta página, allá por el 2013, llamaba mucho la atención la aparición de una serie de bebidas auspiciadas por la marca que se vendían en gimnasios, emulando los energizantes de moda, llamada Secco Etiqueta Negra. No era la única que se animaba a eso: también Talca tenía su versión, llamada Reaktor. No sólo me resultaba llamativo lo audaz de mezclar el universo de las gaseosas familiares con el mundo de los estimulantes con cafeína, sino porque también fue de los primeros productos Secco que llegaban a la provincia de San Juan. Antes de esto, se los conocía por foto únicamente. Hoy les toca a ellos estar en la palestra con avisos protagonizados por algún famoso (Marley) como hace 15 años lo hacía Naran Pol con el Puma Goity o hasta no hace mucho Manaos.
Así las cosas, menos que menos uno se iba a imaginar que esta empresa, nacida en Santiago del Estero, había lanzado los primeros productos bajo ese nombre en el lejanísimo 1930. Inicialmente vendían hielo pero rápidamente le dan paso a la fabricación de bebidas sin alcohol, originando la exótica Bilz Secco: la sumatoria del nombre de una bebida importante alemana (archi conocida en Chile todavía) junto al apellido familiar. Recién a fines de los 70 van apareciendo las gaseosas en su formato tradicional y netamente de nombre Secco, por ejemplo de naranja o lima limón.
Desde 1991 que los dueños de la empresa se hacen llamar ProduNoa, y sin ningún tipo de descaro se fueron animando a producir jugos y aguas saborizadas pero sobre todo a experimentar los más variados sabores de gaseosa: de los típicos cola, pomelo, naranja y lima limón hay que sumar multifruta, manzana, limón simple… y el sabor que estuvimos probando para comentar, su más reciente creación el limón intenso.
Sin dudas que el término “intenso” se está empezando a popularizar en varios productos para tratar de darle algo de categoría, como le pasó hace un par de años a las Chocolinas “chocolate intenso”. Es una palabra que nos llama la atención y nos invita a seguir prestándole nuestro tiempo a la marca que la contiene. El color amarillo flúor bien fuerte que acompaña la etiqueta de la imagen generó una combinación sumamente difícil de ignorar como para no comentar ahora.
Casi imposible no saborear un producto así lleno de prejuicios que vamos a probar algo que se asemeje a la Pritty limón o en su defecto que aunque sea se parezca a la Fanta Limón. Y al haberla probado se nota un gran esfuerzo de querer haber ido para ese lado, pero los tintes artificiales se notan más: como reza la etiqueta, aquí hay 0% de jugo de limón, esto es algo plenamente artificial sin que nos pongamos colorados. Al primer sorbo se percibe algo ácido, con un gas muy fuerte y que desconcierta por sobre todas las cosas. Una especie de gaseosa tipo lima-limón de calidad regular mezclada con algo sumamente ácido y un dejo dulzón muy al fondo. Tras semejante mezcla de sabores incongruentes que hace pensar seriamente qué estamos haciendo, pareciera ser que el paladar se atrofia y se va volviendo más apta para beber, sobre todo a medida que se le va ese gas violento. Tras varios sorbos se aprecia la voluntad de querer hacer algo “prittyeable” pero de manera más económica. Se pudo terminar de tomar aunque por momentos la acidez impuesta puede molestar un poco. De alguna forma tenía que ganarse el término de “intenso”…
Como conclusión, se trata de un sabor con bastante personalidad… o con muy poca si vemos que se ha tratado de copiar sabores ya existentes abaratando costos y haciendo un alarde de lo meramente químico. Por lo menos es un avance que no tenga gusto a plástico o a puro edulcorante. Queda como desafío hacer la prueba de tratar de tomarla mezclándola con algún sabor cola, a ver si creamos una Pepsi Twist gasolera, aunque tal vez eso sea demasiado arriesgado…

martes, 21 de mayo de 2019

Suffisance va al grano (1989)



Hace ya 30 años, había una marca que ofrecía abandonar los prejuicios respecto a los granitos y tratarlos con productos tópicos sin tener vergüenza… y no era Barrocutina o Asepxia. Era la hoy desconocida crema Suffisance, que tendría varias campañas publicitarias a lo largo de los años de Convertibilidad, la que ofrecía en 1989 una crema transparente astringente que era capaz de funcionar también como base de maquillaje. Por esa misma época, y con el mismo fin, la marca ofrecía el mismo producto pero “color piel” para ocultar impurezas.
Pasaron los años y su fabricante Medical Pharma (previamente denominados Plumbland Holdings ltd) se le ha perdido bastante el rastro. Fueron ellos los gestores de ese mito de los años 80 llamado Gi Monte, el aún recordado gel estimulante masculino en la era previa del Viagra. También lograron por esos mismos años imponer la línea de shampúes Clynomin, la cual llegó a tener una suspensión en 1998 por parte de la ANMAT por productos engañosamente rotulados. Completan el portfolio de la empresa el reductor Evels, que también tuvo su (ya pasada) época de oro en avisos en gráfica y televisión…

lunes, 20 de mayo de 2019

Paty te quero muito (2000)



Lo habíamos adelantado en Noviembre último cuando habíamos reseñado las Paty saborizadas: la multinacional BRF, dueña por entonces de dicha marca, estaba buscando desprenderse de muchos de sus activos para reducir su alto endeudamiento. En consecuencia, muchos de sus principales productos estrella a lo largo del mundo pasaron a estar a la venta, y en Argentina no fue la excepción.
En estos meses pudimos ver algo de esos movimientos: las hamburguesas Paty (que siguen diciendo que son producidas por QuickFood) pasaron nuevamente a manos del frigorífico brasileño Marfrig, esta vez con un plus: también se hicieron con las salchichas Vieníssima, que habían pertenecido a Molinos hasta 2015. Decimos que nuevamente pasaron a manos de Marfrig porque ellos administraron la marca en una oportunidad anterior, precisamente entre 2007 y 2012. Un destino muy distinto le esperaba a la mayonesa/manteca Dánica y la avícola Avex: fueron compradas por un grupo alimenticio cordobés llamado Beltrán. En este movimiento Dánica era repatriada a la Argentina luego de haber sido vendida a ese mismo grupo en 2011.
Pero lejos, muy lejos de tantas transacciones y operaciones multimillonarias, sigue en el inconsciente nacional la idea de que Paty es una marca nacional y muy arraigada a nuestras costumbres. Que es una marca “querible”, por así decirlo. Y esa característica fue explotada por la publicidad en varias ocasiones. Hoy mostramos uno de ellos, tal vez uno de los más curiosos…
Ocurrió en el 2000: la aún nacional QuickFood sacó como promoción para la publicidad de sus productos unos discos compactos (sí, unos CD) llamados “Paty te Quiero y otros clásicos argentinos”. En un compilado armado por Alejandro Pont Lezica (dj de la vieja escuela) aparecían las versiones originales de numerosos hits del rock nacional. Era importante aclarar lo de “versiones originales” ya que en los tiempos en los que los CD se vendían como pan caliente era habitual encontrar producciones que prometían compilados a bajo precio cantados por artistas totalmente desconocidos.
No había que ser un complejo ejecutivo para entender la relación que se pretendía hacer: se trataba de relacionar el cariño y la nostalgia que tenían las canciones argentinas con una marca que también tenía su historia y ya se perfilaba como clásico criollo. Mucho de ese discurso es lo que vemos en la segunda imagen con las palabras con las que Paty, como si fuera una persona, habla tuteando a quien sostiene el disco. Curioso detalle que Paty se presente como un hombre (“soy un amigo”) cuando por años los comerciales de la marca tenían a una Patricia llamada cariñosamente Paty como protagonista. Encima no hubo una sola Patricia sino varias: una del comercial original de 1986, otra en 1988, otra en 1993, otra en 1997 y otra, ya perdida entre un grupo de amigos, en 2002.
Pero lo jugoso de este producto del marketing aún no lo comentamos: el disco no solamente incluía temas conocidos y difundidos en las radios eternamente. También incluía como track 01 una versión del año 2000 de su tradicional canción “Paty te Quiero”, que contaba en su producción a Daniel Melero. Lógicamente dicha canción formaba parte de una campaña publicitaria del mismo año y que Youtube obviamente tiene guardada. Luego vendrían 12 temas hoy más clásicos todavía: El Oso versión Antonio Birabent, Tratar de estar mejor de Diego Torres, Zoom de Soda Stereo, Muchacha ojos de papel de Almendra, La Bifurcada de Memphis, La Balsa de Los Gatos, Carol de Ratones Paranoicos, Superficies de Placer de Virus, Loco tu forma de ser de los Decadentes, Montón de Nada de Memphis, Viento dile a la Lluvia de Los Gatos y Juntos para siempre del dúo Lerner/Mellino.
El cierre del disco es un gran broche de oro: el jingle de Paty de los años 80. Así puro y limpio, sin frituras ni sonidos de interferencia propios de cualquier video que rescate de esos años. Tal como le hubiera gustado que suene a su creador, alguien llamado Aquiles Roggero, más conocido como… El Mastruli! Otro extraño dato: en la zona de créditos del Paty versión 2000 se lee Roggero pero para la versión clásica lo anotaron como “Rouggero”… cuál será el original?
No sirve de mucho subir todos los temas nombrados ya que hay millones de usuarios que los subieron, hasta con calidad remasterizada que un CD de hace 20 años nunca tendrá. Pero sí agregamos a nuestro canal de Youtube los dos jingles de Paty, para forzar a los oyentes a un viaje nostálgicos donde le vuelvan a tener cariño a un pedazo de carne otrora argentino, aunque ahora corresponda más decirte… Paty te quero muito!


sábado, 18 de mayo de 2019

Sin Anteojito no hay Patria (1975)


Hoy es el día de la escarapela argentina! Pero no tenés una? Salí corriendo a buscar la nueva edición Anteojito, que en el próximo número de Mayo de 1975 trae una hermosa escarapela argentina de regalo "para lucir con orgullo en la magna celebración de las jornadas de Mayo"...
La cosa no termina ahí: también vienen las fotos de rigor para recortar y pegar en las tareas escolares (y el aula!) con toda la movida de 1810...

viernes, 17 de mayo de 2019

Una centuria sin arrugarse

Un aniversario centenario redondo no es cosa fácil de ignorar y este año cumple ese tiempo de vida ni más ni menos que la crema Hinds: esos tantos productos que parecen estar desde el comienzo de los tiempos al lado de los consumidores, y como tantas firmas antiguas buscar un poco su verdadero nacimiento no se condice con el aniversario marketinero.
Para hablar de su verdadero origen hay que remontarse a 1872, cuando sale a la venta el primer antecesor de la marca, ideada por un farmacéutico en Portland (Maine, EEUU) llamado casualmente Aurelius S. Hinds. El ingrediente principal de esta “emulsión corporal” era el aceite de almendras con miel además de glicerina, cera de abejas y el compuesto químico conocido como bórax. Se trataba de uno de los primeros productos en su tipo, asegurando que era capaz de prevenir las arrugas al costado de los labios y en las manos. Hasta ahí todo bien, pero dentro de las características multifacéticas que tenían los productos farmacéuticos de la época, la primera crema Hinds afirmaba también ser antiséptica (incluso mejor que el jabón tradicional), era capaz de brindar alivio a zonas lastimadas y juraba y perjuraba que sus componentes naturales no iban a generar crecimientos extraños de bello donde se la utilizara.  No es de extrañar entonces que Aurelius Hinds se hiciera millonario tras vender en 1922 su producto estrella a una empresa newyorkina (Lehn & Fink) dedicada justamente a la fabricación de desinfectantes como el famoso Lysol. El haberse asociado a una gran planta productora ayudaría a expandir la crema por el país: hasta ese momento y durante todo el siglo XIX la producción de cremas debía ser local debido a la falta de una buena conservación. Rápidamente las cremas se echaban a perder y apenas si podían venderse frías para conseguir durar un poco más de la cuenta.
Cuando llegamos a 1929, es decir apenas una década de vida según la historia oficial, fallece el primogénito Hinds justo en el momento en el que su crema comenzaría a ser exportada a los lugares más recónditos: desde su moderna planta de fabricación inaugurada en New Jersey en 1926, la crema Hinds llegó a viajar hasta Inglaterra, España, Australia, Cuba y por supuesto la Argentina. Si quieren el dato exacto de cuándo pisaron el puerto del Buen Ayre, esto ocurrió en 1927… y nunca más se fue de allí.
Los años 30 iban a ser primordiales en su crecimiento, ya que es el momento exacto en el que a nivel mundial afloran marcas dedicadas a la comercialización de este tipo de cremas. Ya para esta época se afina un poco su nicho: ya es exclusivamente una crema para manos y de a poco va perdiendo cualidades fuera de lo estético.
Semejante saturación de oferta le generaría a Hinds una pérdida de identidad importante que obliga a seguir innovando: en 1937 aparece la primera crema con vitamina D y en 1940 su primer desodorante. En 1943 aparece la primer crema facial limpiadora “todo en uno” y en 1944 añaden lanolina a su fórmula. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, la demanda de Hinds va en aumento por un curioso dato: aquellas nuevas tareas que las mujeres estaban asumiendo, como la construcción de buques, misiles, aeronaves camiones, etc… aumentaban los casos de consulta por dermatitis en las manos y Hinds ayudaba a prevenir y proteger este nuevo mal.
En 1966 una nueva compañía se hace de Hinds: se llama Sterling Drug (una división farmacéutica de Kodak) y si bien logra que la marca siga creciendo y se consolide en el mundo de las cremas, saca de circulación la mítica crema de almendras y miel con la cual comenzó la historia hace tanto. En su lugar la recta del tiempo prefirió privilegiar otro producto conocido, la crema rosa aparecida en 1952 con vitamina A y un aroma muy característico.
Mucho más acá en el tiempo, Sterling Drugs es vendida a la farmacéutica inglesa SmithKline Beecham en 1994, y cuatro años la mencionada firma se fusiona con su principal competidora anglosajona, la denominada Glaxo Wellcome. Nace así la actual GSK (GlaxoSmithKline) que además de seguir siendo dueña de Hinds explota marcas como IbuEvanol, Uvasal, Alikal, Sensodyne, Corega, Aquafresh, Parodontax, los antitranspirantes Etiquet y las tiras nasales Respira Mejor. También en convenio con Novartis producen algunas vacunas.
No hay forma de rastrear por Internet a qué se debe que se haya elegido a 1919 como la fecha para empezar a contar la historia de la marca, pero hasta que lo averigüemos, tenemos esta pequeña colección de avisos argentinos sobre Hinds para seguir conociendo esta marca fundamental en la estética femenina de las últimas décadas…

El primer aviso nos remonta a 1954, época donde podía verse a la original Hinds de almendras y miel con lanolina: allí Hinds es anunciada como crema para el cutis (no sólo para manos) y se pone énfasis en sus propiedades nutritivas y protectoras contra el enrojecimiento y las asperezas. No terminaba de germinar, pero la idea de ser una crema “anti-age” ya estaba dando vueltas…

Una publicidad de 1956 donde aparece el otro producto estrella de la marca, el único que se sigue produciendo desde esa época: la Hinds con Vitamina A, “por primera vez al alcance de todos!”. Todavía deben andar algunos envases de esta Hinds dando vueltas por los botiquines y tocadores de alguna abuela…

Ahora un aviso de 1962 que contiene ambas cremas: del lado izquierdo la Rosada con Vitamina A y del lado derecho la Blanca con lanolina. La primera, ideal para pieles extra secas. La segunda, protectora contra los abrasivos de los detergentes y jabones.

Ya para los años 70 Hinds adoptaría envases bien llamativos y un logo que la acompañaría durante bastantes años. Probablemente para muchos siga siendo en su mente el logo actual de la marca. Esta publicidad de 1975 insiste con que al usar la crema rosada todos los días se conseguiría revertir la falta de elasticidad y suavidad de la piel de las manos… 

Publicidad de 1976 donde la misma crema rosada ahora también podía ser vendida como un excelente complemento para la protección de la piel durante el verano. Hinds no sólo podía combatir las agresiones de los detergentes o el paso del tiempo, también se animaba a la luz solar…

Bolsa de principios de los 80 con el logo Hinds bien grande. Esas letras y esa especie de flor multicolor ya aparecían en el frente de cremas revitalizantes, reafirmantes y humectantes para varias partes del cuerpo, sobre todo las piernas. Supieron ponerse de moda en esa época los geles refrescantes y cremas que ayudaban al bronceado…

Aviso de 2009 de aquella campaña que en la Argentina protagonizó Karina Mazzoco bajo el slogan “No te arrugues”. Se convirtió en una frase exitosa para el mercado aunque al poco de tiempo de haberse lanzado se produce el impactante cambio de su logo, el cual aún no muchos asimilan. Para los estándares de la época ya teníamos un producto plenamente anti-age pero separado: ahora había una crema para manos y otra para cuerpo…

Más acá en el tiempo, damos con un aviso de 2017 de Precios Cuidados. No sólo estaban incluidas sus cremas sino también desodorantes a bolita…


El aviso que actualmente se encuentra en circulación en donde se ve la selección completa de cremas corporales pro también la línea de cremas para manos y los desodorantes. Una variedad mucho más grande que aquella primitiva crema de almendras con miel. Actualmente hay una crema para piel normal, seca, extra seca, intrahidratante, anti-age, con frutilla, con almendras, con avena… pero la clásica crema rosa con Vitamina A sigue inmutable.     

jueves, 16 de mayo de 2019

Usted forma parte de El Mundo

A un mes del confuso cierre de Rdio el Mundo, traemos a colación dos avisos de dos épocas bien diferentes: el primero de 1985, con uno de los logos más tradicionales que llegó a tener la emisora. Se publicitaba un programa vespertino conducido por Andrés Percivale, Hombre de Mundo, el cual contaba entre sus colaboradores a gente como Enrique Pinti, Lily Sullos o... Susana Gimenez!.


Luego nos encontramos con un aviso que ya cuenta con una década de vida: en ese 2009 Radio El Mundo optaba por este aviso autero donde lo que más resaltaba era un poco recordado logo junto a su hoy irónico slogan "escucharla es negocio"...


miércoles, 15 de mayo de 2019

El caballerazo del humorismo (1964)

También ayer 14 de Mayo se conmemoró un nuevo aniversario de la muerte del humorista uruguayo Juan Verdaguer, famoso para las nuevas generaciones gracias a la aparición de su irreverente mascota felina...
Lo recordamos ahora con un aviso que ha cumplido apenitas 55 años: Canal 13 emitía los jueves de aquél 1964 el ciclo humorístico llamado "Verdaguer Hombre de Negocios" y lo anunciaba de esta manera...

martes, 14 de mayo de 2019

Cerca de la Revolución... Productiva (1989)

Se cumplen 30 años de las elecciones disputadas en el país en el medio de miles de conflictos interminables: hiperinflación, saqueos, copamientos de cuarteles, especulación financiera, suba de tarifas y del dólar, altas tasas de interés, constantes amenazas de paros generales y feriados bancarios y aumento del costo de vida. En semejante tembladeral institucional llegaron a presentarse 10 candidatos presidenciales de los cuales dos de ellos terminaron siendo los más mediáticos y entre quienes se disputó realmente la llegada al poder: por un lado, el cordobés oficialista Eduardo Angeloz y por el otro el caudillo riojano Carlos Menem. Mientras que el primero promovía sin eufemismos la privatización de las empresas estatales y el ajuste de las áreas de déficit fiscal acuñando el término "lápiz rojo", el segundo y certero ganador con una ventaja de 15 puntos prometía los denominados "salariazo" y "revolución productiva". En esta aparente dicotomía entre neoliberalismo y populismo hubieron algunos datos que se escapan al recuerdo colectivo: fue la última vez que se votó a presidente con la antigua Constitución de 1853, utilizando el sistema de Colegio Electoral, y también la primera vez en la que los dos candidatos más importantes provenían del interior. Lo que sigue a continuación son algunos recortes del Diario Clarín de ese día, en donde se pueden rescatar algunas perlitas publicitarias:  

Sin dudas una gran imagen para simbolizar la llegada de ese nuevo presidente que nos iba a resolver todo en el medio de tantas pálidas...

En el interior del diario se asoma un optimista aviso de Argencard, que no quería decir de ninguna manera quién le parecía que iba a ganar. Optaba por dar un mensaje pacifista poniendo énfasis en la democracia y convocando a todos los sectores de la población a seguir trabajando como siempre al otro día...

Los medios LS6 Radio Buenos Aires y Tevedos anunciaban una imponente cobertura para la llegada del nuevo escrutinio. Mientras que el canal platense contaba con una conocida primera línea de periodistas y de auspicio empresas informáticas para acceder a los datos, la radio no le temía a ningún tipo de auspicio para sostener su transformación: servía desde ambulancias, margarina o prendas íntimas femeninas. Párrafo aparte para el chiste descontracturante  de la marca de medias de la manzanita...

Finalmente, los chistes de la parte final de ese Clarín también hacían referencias al gran suceso: Tabaré, Caloi y Dobal le dedicaban unas líneas al asunto mientras que la sección Clarín Porteño traía a colación varias frases célebres para tener presente a la hora de votar...