El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
Mostrando entradas con la etiqueta Nabisco. Mostrar todas las entradas
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jueves, 31 de octubre de 2024

Feliz Halloween: Dulce o Truco marketinero


Con la cercana presencia de un temible festejo de Halloween nuevamente se asoman algunos productos alusivos a la fecha, cada vez con menos conflicto a la hora de tener que ser presentada en sociedad, sobre todo entre los más peques. En esta oportunidad varios artículos merecieron la pena para ser mencionados, y tal cual viene pasando hace tiempo es Arcor quien toma la posta en cantidad (que no es lo mismo que calidad) de golosinas referentes al mundo del "Dulce o Truco". Y aunque se repite la norma de otros años en donde la mayoría de los productos lanzados fuera de un envoltorio llamativo no son más que los chocolates o confites de siempre con algún cambio de nombre o forma, igualmente hay uno de ellos que se destaca sorprendente por sobre los demás y vale la pena probar, recomendar y rogar que dure algo de tiempo más que la novedad.
Estamos hablando de los Jelly Beans Mogul: es verdad, su nombre no es demasiado atrayente para la mayoría de la gente y más que rechazo puede generar desconocimiento. En fin, estos frijoles dulces y coloridos que aparecieron esta temporada (y que aparece tanto en versión clásica como en la mencionada terrorífica de Halloween, conteniendo sabores y colores diferentes) no sólo tienen una dulzura estridente y muy particular sino una consistencia muy agradable al paladar: no son blandos como una gomita ni sólidos como un confite o lenteja Rocklet. La sensación de estar a medio camino entre un masticable y un confitado es lo que más sorprende, seguido por su sabor bastante concentrado. Definitivamente son un producto para conocer cuanto antes, a diferencia del resto de la cartera de cosas que ofreció Arcor hasta ahora, que puede encuadrarse dentro del marco de "más de lo mismo" o incluso peor: éste último es el caso de la pesadilla Rocklet o algo así, que por su aviso publicitario diciendo "qué pesadilla tocará?" te ilusiona a pensar que traerá algún tipo de maleficio escrito, es decir algún papelito o algo que pretenda ser malvado o por lo menos gracioso... y no trae absolutamente nada!!!   


Saliendo por un rato (ya verán por qué) del universo Arcor tocará hacer mención a una idea original hasta cierto punto, aunque en su aplicación puede que se haya quedado a medio camino: el malvavisco Buffys de Gam golosinas alusivo a Halloween recibe el adorable nombre de "Malvaditos" y tiene colores diferentes a los tradicionales. Además de un empaque diferente, sus colores son naranja y morado como ven en la foto, en lugar de los tradicionales celeste, blanco, amarillo o rosado. Hasta ahí todo bien conceptualmente hablando. Lo que tal vez quedó flojo es que tienen exactamente el mismo sabor que los clásicos, haciendo toda la experiencia algo frustrante.


Mejorando un poco, aunque hasta ahí nomás, hace su aparición el alfajor XS de Fantoche, "alfajor o travesuras", decorado con calabazas malévolas. Si el envoltorio tiene ese tipo de dibujos, uno espera a la hora de comer este tipo de alfajorcitos algo que intente asemejarse al sabor calabaza, ya que en el país del marketing del Halloween como es Estados Unidos es habitual que existan todo tipo de productos dulces sabor calabaza, y no únicamente golosinas. Lamentablemente el sabor del alfajorcito flúor es un naranja ácido que poco vínculo tiene con todo el concepto del envase: una lástima que, si ya se la jugaron por un producto de estas características y que tendrá corta vida no hubiera tenido un sabor calabaza hecho y derecho. Por este tema de ser bastante conservadores en el sabor (algo que ya se arrastraba del caso Buffys) es que rememoramos unas gomitas de Halloween del año 2019 de Arcor que tenían una gran consistencia crocante y azucarada... y fue nuevamente una oportunidad perdida para hacer algo sabor calabaza, ya que estas gomitas con cubierta (nobleza obliga, para nada feas de sabor) tenían gusto a tutti frutti...   


Pero que ganas de hinchar con la dichosa calabaza! Y de casualidad no hubo en estos días algún producto que efectivamente tuviera ese dichoso sabor extranjero? Sí, lo hubo y lógicamente fue un extranjero. Fueron las galletitas Oreo en su versión importada, las denominadas Oreo Pumpkin Spice Flavor Creme. Un paquete amarillento que recordaba a las Oreo Golden por sus tapas de vainilla pero con relleno de color beige, bastante rico y con mucho sabor y aroma a canela. En sintonía con la festividad, también estaban disponibles las Oreo Boo with Spooky Halloween Designs: la galletita yanqui tradicional de Nabisco que simplemente coloreaba su relleno de naranja (un poco más chillón que el que sí era saborizado, como se ve en la foto) pero que tenía el sabor de siempre, además de agregarle fantasmas, arañas o brujas al diseño de sus tapas.  


Sin embargo, a pesar de lo que apenas se acaba de decir hay que hacer algunas aclaraciones: como también verán en la siguiente foto, resulta ser que esta supuesta Oreo "tradicional" (que dicho sea de paso no era fabricada en EEUU sino en México) era bastante más grande que una Oreo industria argentina. No sólo eso sino que su relleno era mucho más grasiento y pastoso. Estas apreciaciones van más allá de gustos personales cuando se observa el medidor de porciones recomendadas que ofrece el mismo paquete, un sistema que aparece en las galletitas de Mondelez de todas las nacionalidades. Mientras que la porción argentina recomendada sería de 3 Oreos, la estadounidense es de apenas 2. Y si, no hace falta comentar cosas obvias sobre nutrición a estas alturas, es sabido que galletitas de este estilo en cantidad junto al sedentarismo sí son algo terrorífico del mundo real, mucho más que Fredy Krueger, Drácula, Chucky, Samara, Frankenstein o el Hombre Lobo...



ACTUALIZACIÓN ENERO 2025: La presente lista le faltaba una importante ausencia, y fue la edición 2024 de la Fanta Misterio, que era de color verde "manzana". Algo extraño ocurrió, que no solamente se comercializó de manera más limitada que de costumbre (entre averiguaciones y viajes se supo que no se vendía ni en San Juan, Córdoba, San Luis ni Santiago del Estero), prácticamente sin publicidad, sino que fallidamente pretendió publicitar la película estreno de entonces, la segunda parte de Beetlejuice. Y así quedó la cosa todos estos meses, leyendo por comentario de otros nomás que no hubo tanto misterio con el gusto porque terminó teniendo justamente sabor manzana verde (como el chupetín Mr Pops de mismo color) hasta que en un caluroso día de paseo por Montevideo vi cruzar un colectivo que aún estaba ploteado con la publicidad de la susodicha Fanta, aunque no catalogada como "Misterio" sino como lo que realmente parecía estar pensada, es decir como un producto publicitario de una película en particular. 

sábado, 26 de octubre de 2024

Abriendo el telón para Tita & Rhodesia (o Rodhesia?)

Objetivamente no hace mucho que Terrabusi había hecho su última campaña publicitaria (fue en el verano 2022-2023) pero curiosamente han dado la sensación que hace mucho no innovaban en productos nuevos o al menos lanzaban campañas originales, que queden de recuerdo para la posteridad. Y una involuntaria publicidad para las tradicionales golosinas Tita y Rhodesia se terminó generando en estos tiempos por fuera de los canales tradicionales y resulta una acción más simpática que los caminos publicitarios oficiales que está teniendo la marca perteneciente a Mondelez: desde principios de 2023 las actrices Laura Azcurra y Valeria Stilman protagonizan una comedia con importantes cuotas de improvisación que se llama justamente "Tita & Rodhesia", en alusión a sus dos protagonistas. Si se les hubiera ocurrido como una estrategia de marketing, no les hubiera salido tan bien. Pero como puede verse, la posición de la H en la segunda integrante difiere del nombre de la golosina, lo que hace suponer que tal vez ni siquiera sean nombres que hayan requerido autorización (que lo hayan hecho a priori para evitar problemas de copyright), sintiéndose eso como mucho más probable antes que un supuesto conflicto o advertencia por parte de Mondelez que haya evitado que usen sus preciadas marcas. Con Tita la cosa es más sencillo: existiendo gente que ya se llama así como la Merello... quién puede reclamar un nombre propio?
Golosinas tan tradicionales del mercado argentino pasaron por numerosas épocas publicitarias: el primer aviso corresponde únicamente a la oblea bañada más ancha con el nombre de Zambia/Zimbawe cuando era colonia británica (una verdadera "oblea maestra"), y corresponde a 1964, cuando al mismo tiempo se dedicaban a anunciar el programa de Carlitos Balá. Luego sí le continúa un aviso compartido, con Tita y Rhodesia ya consagradas en el mundo del kiosco nacional como "Una dulce pareja", del año 1978. Probablemente la época donde más se explotó e impuso el concepto de dúo golosinero, una idea reforzada por un jingle que también hablaba de la dulce pareja. Ya para ese entonces, como comentamos hace mucho (y replicaron tantas páginas) hubieron tiempos en los años 60 que el dúo supo publicitarse como un trío, incluyendo la oblea tipo Champagne bañada de chocolate llamada Canadiense. 
Luego viene una foto de choque de generaciones: el tradicional empaque del Establecimiento Modelo Terrabusi correspondiente al año 1989, secundado por un envoltorio actual, con sus correspondientes cambios de diseño que sufrió la marca tras la compra de la alimentaria por parte de Nabisco en 1994. Probablemente nunca se vayan a poder de acuerdo o lleguen a algún tipo de consenso los detractores del diseño actual sobre la evidencia que muestran ambos envases con el mismo peso neto: la idea nostálgica que "achicaron la Rhodesia" es a prueba de todo. Algo, nobleza obliga, si es inapelable a favor de los tiempos de antaño, como las que tuvieron Míster T o Cacho Fontana entre sus manos: que la oblea se anunciara como bañada en chocolate y no en baño de repostería. De esta misma época de la estadounidense Nabisco aparece el siguiente aviso futbolero de 1999, con ambas galletitas bañadas ahora vestidas con su nuevo y aún vigente diseño, junto al rebrand del tradicional logo de Terrabusi y su niña del paraguas. De estos años quedaron algunas ideas experimentales interesantes, como su primera versión con relleno de chocolate en lugar de crema o limón (que luego reeditarían en 2019) o el concepto de las Mini Rhodesia, que luego se complementaria con el alfajor Tita, afortunadamente no hecho con galletitas Manon como su antepasada. En el camino sucederían más ventas de sus dueños anglosajones, hasta llegar a la multinacional Mondelez del presente.
Luego de estas ideas Tita y Rhodesia volverían a su habitual y clásico camino, siendo el máximo cambio que tuvieron recientemente el venderse juntas en un mismo envase como un método para incentivar su consumo, dando origen al extraño (pero oficial) término "Rodtita".






Artículo de revista Semanario hablando sobre el espectáculo Tita y Rodhesia, que aunque se pronuncien diferente aparecen ambas mezcladas entre los avisos de las clásicas galletitas bañadas al momento de googlear como si todo fuera la misma cosa...

En este presente puede que Tita y Rhodesia sigan teniendo campañas por redes sociales pero no parecieran tener todavía una potencia para trascender e impactar enormemente o alguna otra novedad extravagante que planeen lanzar para captar la atención por un ratito. Este año Mondelez puede haberse sacado la modorra con algunos de sus productos lanzando galletitas simples o nuevos sabores de Oreo, pero con las hermanas bañadas el plan parece ser como habitualmente fue, bien conservador. 
Y recién ahora, al final de todo, y de la manera menos rebuscada posible, se deja en claro una vez más el absurdo y mentira total del "rumor-mito urbano-curiosidad" que circula de una supuesta historia oscura entre ellas, tan falsa como que mañana sale el alfajor Rhodesia o una Tita rellena de frutos del bosque...

lunes, 10 de julio de 2023

Los viejos que siempre vuelven



Hace bastante que los siguientes productos están presentes en las calles. Ambos forman parte de tibios lanzamientos desarrollados por la nueva administración de Billiken (es decir la gente de La Dolce SRL) por lo menos desde 2022 pero recién ahora hemos podido conseguirlos para comentarlos. Uno es algo bien dulce, el otro es bien salado, son de épocas bien diferentes, tuvieron un primer paso conocido y glorioso en el mercado y en este revival simultáneo que viven sin tanta publicidad la pelean desde abajo, desde la venta ambulante o los mayoristas, bien undergorund. En un rincón en chocolate aireado suceso de los años 50 hasta por lo menos fines de los 80, el Aero que era comercializado en el país por Noel y en el otro los snacks salados estadounidenses Ritz que si bien con su nombre oficial sólo duraron una temporada (1996) bajo el sello Nabisco-Terrabusi fueron la fuente de inspiración de las queridas Rex de Bagley allá por los años 70 (y en menor medida las olvidadas Vip de Terrabusi), así que no son poca cosa. 
Nos ilustra el extraño regreso del Aero, ahora denominado Aerobar, una publicidad de sus años de Noel correspondiente al año 1970: la llegada de una nueva etiqueta era toda una novedad para anunciar y la siguieron cambiando en las siguientes décadas siendo una de sus últimas publicidades televisivas el formato "Aerobar" así que se deduce que el nombre del producto actual sí tiene relación con ese clásico. Era importante buscarle vinculación más allá del nombre ya que otra cosa no tiene: más allá de que en los nuevos envoltorios firmados por Billiken (en sus 3 rellenos: maní, frutilla y dulce de leche, éste ùltimo cuesta mucho encontrarlo) aparecen burbujitas lo cierto y triste es que estos nuevos chocolates... no tienen absolutamente nada de aireados! Es cierto que en el diseño de arriba pareciera que tienen como burbujas o bloques irregulares (diseño similar al Milka Leger) pero nuevamente lo principal y que caracterizaba a este producto le falta y no está ni de casualidad. Una verdadera lástima ya que se tratan de chocolates bastante buenos, con rellenos con sabor bien intenso (sobre todo el de frutilla, podría ser una variante barata del Cadbury) y con un tamaño justo para darse el antojo. Pero de las burbujitas originales no hay ni noticias...  



La opción salada tiene aristas similares: para entrar en clima les mostramos un fragmento de aquella famosa campaña publicitaria llevada a cabo por la flamante Nabisco Argentina para infantes que involucraba a casi todas sus golosinas en un gran concurso donde había que dibujar una historieta ecológica para ganar un "videojuego láser", unos rollers y el peso del ganador en productos Terrabusi. Las Ritz, nacidas en 1934 y propiedad de Nabisco desde su creación, aparecían como novedades para el mercado en ese entonces, al igual que los snacks Chipits, las galletitas dulces Sketch o las Oreo que sí se terminaron instalando hasta hoy. En la versión que Billiken comercializa en la actualidad vienen en unas bolsitas amarillas brillantes, para ver bien de lejos: a pesar de lo ricas que se ven en el frente del envase, su sabor es algo extraño, algo indefinido. Por momentos trata de asemejarse al sabor que uno espera en un producto de estas características (es decir algo que tenga gusto a una Rex o a una Club Social sabor Clásico) pero su masa es algo agridulce somo si estuviera hecha de galletitas Argentitas o las crackers que comercializa Lhertier, que no son saladas en un 100%. Otra cosa que las desfavorece es que su color no es muy agradable: son muy palidas! tienen un color blanquecino que les da el aspecto "Rex crudas" que predispone mal. A la hora de tener hambre pueden pasarse seguramente mejor pero no constituyen un regreso tan logrado, en ese sentido mientras las barritas Aero se las recomiendo para probar, conocer y regalar (a pesar de no tener ni una mísera burbuja de aireado) estas Ritz déjenlas como última opción a la hora de buscar alguna cosita salada para picar. Se desconoce si hay otro sabor de Ritz aparte de las "original" para conocer.
Pero a pesar de este resultado regular de productos, siempre se gradece que Billiken u otras empresas se dediquen al regreso de marcas famosas y se animen a que se las enfrente a las fórmulas de antaño, salga lo que salga... aunque claramente cuando se nota que se esfuerzan para sacar algo bueno el festejo es mucho mayor!  


ACTUALIZACIÓN AGOSTO 2023: Mientras que los productos nombrados constituían lanzamientos originarios de 2022 en el catálogo de este año de Billiken de las creaciones que volvían de más allá se anotaron un nuevo poroto que los deja mejor parados en el mundo de los salados que con las Ritz. Se trata de los snacks Vermouth de queso, jamón y pizza: si bien para los más jóvenes es una marca que no dice mucho remontándonos a los años 70 Terrabusi comercializaba galletitas con este nombre. Si Billiken anduvo comprando nombres o solicitando licencias de otras empresas, por qué no también con estas efímeras galletitas pensadas originalmente para aperitivos, copetines y cócteles tan en boga en ese entonces. Lo único que queda en duda es por qué estas galletitas no tienen el sello de Billiken como sus pálidas hermanas. 
Todo el sabor y desconfianza que generaban las Ritz afortunadamente desaparece con las Vermouth, volviéndose galletitas hexagonales (homenajeando a las Kesitas) con un gusto bien intenso, aunque ya demasiado: que fuerte el olor de las de queso y jamón! cuesta sacárselo de encima después de comerlas. El saborizante en todas está bien claro así que no se sufre más con lo indefinido, las tres tienen los 3 gustos estereotipados de lo que anuncian a sí que difícilmente defrauden. Totalmente recomendables aunque cuidado con abrir de golpe el paquete de las dos primeras porque realmente el olor que portan es demasiado invasivo...

martes, 28 de mayo de 2019

Esos osos sabrosos (1991)


Cuando hace algunas semanas hicimos un breve y caótico relato sobre la venta de Terrabusi en manos de Nabisco, nombramos muchos productos pero hubo uno que quedó dando vueltas y que también pertenece muy íntimamente al mundo de golosinas exóticas de los 90. Los envases de galletitas Nips de Royal que supieron venir allá en 1991 están bastante viralizados, pero en su interior venían demás de esas curiosas galletitas en forma de oso los stickers que vemos en la foto: los mismos osos que conformaban el ingrediente principal de su composición haciendo de manera bien canchera los deportes norteamericanos de moda: skate, running con walkman, football americano, tennis… aunque todos sabemos que lo más apropiado es que estuviera jugando al paddle…
Algunos de dichos osos sostienen una caja de Nips, aunque la presentación más famosa en el país eran las bolsitas ya nombradas: de color azul para el sabor chocolate, de rojo para la vainilla y amarillo caramelo para el sabor coco. Además del sabor insuperable que aún muchos recuerdan de este producto, lo otro que llamaba la atención del paquete (y que genera cierta confusión en el inconsciente colectivo) es haber visto el triángulo rojo de Nabisco arriba de todo. Ese triángulo existía, pero no decía Nabisco sino Royal. Es que efectivamente Nabisco era el dueño de estos Nips, pero en aquél momento la marca no había llegado como tal a la Argentina y operaba a través de “Royal Fleischmann Argentina (RFA)”. Desentrañemos un poco esto primero…
Hay que remontarse a 1929: ese año se conforma una sociedad denominada Standard Brands. Dicha asociación incluía importantes marcas estadounidenses como los productos Royal (con su polvo para hornear a la cabeza) y los panificados Fleschmann entre otros menos conocidos. La sociedad conserva ese nombre en todos los países en los que opera hasta que en 1981 Nabisco adquiere Standard rand y cambia internacionalmente su nombre al RFA que nombramos al principio. Esta empresa en la Argentina fue capaz de hacer varios hitos interesantes en el mundo de las galletitas: por ejemplo, las oleas de vainilla que venían en cajas familiares llamadas Royalitas, las obleas bañadas llamadas Chocolondo y las galletitas tanto dulces simples como bañadas que contaban con la licencia del grupo Menudo. Por supuesto que las tradicionales premezclas (gelatinas, postres, helados, flanes, etc) marca Royal estaban incluidas en su portfolio, al igual que el jugo Royalina y el mítico polvo para hornear mencionado antes.
Es así que a principios de los 90 otra de las innovaciones de esta compañía fueron los ositos Nips, que no sólo quedaron en la memoria de los consumidores del momento por su sabor sino por su muy llamativa publicidad: al ritmo de un remix de Another Break in the Wall, muchos ositos terminaban rompiendo una pared junto a chicos que recitaban estar podridos de siempre la misma rutina y la misma vida, y de remate su sencillo slogan se limitaba a comentar: “Nips: la rompen!”. Algo aún más innovador tuvo este comercial en esos años: no se mostró el producto de entrada, sino que durante alrededor de 2 semanas circularon partes del aviso faltándole el final… quién puede después desfijarse de semejante idea?
A pesar de la gran calidad del producto y su pretenciosa y fallida idea de querer venir a dar vuelta todo y abandonar los costumbrismos, los Nips no duraron mucho en el mercado nacional.  Ello no significa que no hayan tenido éxito en otros mercados. Es más: los verdaderos osos, los que salieron en EEUU, fueron creados en 1988 por Nabisco y respondían al nombre de Teddy Grahams. Sus sabores iniciales fueron bien diferentes a los nacionales: además de los ya mencionados había de miel, canela, frutal, con chips de chocolate y hasta un extraño sabor “torta de cumpleaños”. Se convirtieron en un verdadero boom de ventas generando más variedad: había cereal Teddy Graham al igual que bizcochos de panadería dulces (qué quise decir? esa especie de bocaditos de bizcochuelo tipo Pingüino Marinela o Picnic Nevares) y un extraño producto llamado Dizzy Grizzlies: galletitas de vainilla bañadas de un solo lado con chocolate, y en ese mismo lado pegoteadas con grana de colores. Para finalizar, podemos decir que la marca “Nips” (que se podría traducir del inglés como “pellizco”) sigue registrada por Nabisco, aunque en el mundo ni siquiera remite a un producto dulce: se trata de unos snacks de queso con forma de paralelogramo, que instintivamente nos recuerdan a las galletitas Chipits de fines de los 90.
A qué brillante cráneo se le ocurrió denominar a estas galletitas en el país con el nombre de snack de queso en lugar de algo más aproximativo al título original? Es un verdadero misterio, pero no deja de llamar la atención que nunca más volvieron a aparecer, a pesar de haber guardado un buen recuerdo. Volveremos a ver estos ositos que tienen un nombre que para nosotros es sinónimo de algo dulce pero para el resto del mundo se refiere a algo salado? Arcor no te atrevas a usar tu fotocopiadora de recetas… 

miércoles, 17 de enero de 2018

La Oreo que te deja helado


Una llamativa novedad está circulando para este verano en el mercado de los helados. Llama la atención que no haya tenido una publicidad importante aún, ya que se trata de un producto que seguramente mucha gente le gustaría probar y seguramente ni se enteró que existe. Lo que se ve en la foto a simple vista es un envase de Casancrem o Findlandia de color azul con el logo de Oreo. Lo primero que a uno se le viene a la mente es pensar que se trata de crema untable, una de las tantas costumbres culinarias norteamericanas que no tienen éxito en los países latinos ni aunque traten de imponerla con fórceps. Sin embargo, se trata de una idea mucho más potable para nuestro paladar: es helado mezclado con las típicas galletas negras de Nabisco-Mondelez. Tal como se ve en la segunda fotografía, el pequeño envase un helado granizado de buena calidad (casi parece un merengue) pero que no llamaría tanto la atención de no ser porque está lleno en su superficie de trozos de galletitas Oreo que, por estar expuestas al frío están muy esponjosas y se asemejan a pequeños pedazos de torta fresca. Hacer helado de Oreo no es ninguna idea nueva (hace años las heladerías venden el sabor “cookies and cream”, además del hecho de que cualquiera puede mezclar las galletas con el helado que quiera en su casa, además de la dichosa crema americana) pero tiene una consistencia especial que puede hacer que quienes simpaticen con esta galleta les guste mucho. Después de haberlo probado, volvía a llamar la atención el hecho de que no tiene publicidad por ningún sitio, cuando usualmente los nuevos productos Oreo se anuncian agresivamente por todos los medios posibles… será una importación, las cuales suelen ser partidas con poco marketing? Esa fue la primer idea pero no, es industria nacional y está elaborado por Froneri Argentina. De inmediato se podía pensar que a lo mejor se trataba de un producto trucho, no oficial, ya que por ningún lado aparecía el clásico logo de Mondelez que aparece sin falta en cualquier artículo de su pertenencia. Tampoco fue así: muy pero muy pequeño se menciona a Mondelez como la propietaria irrefutable de Oreo. ¿Quiénes eran estos Froneri entonces? Resulta ser que es el nombre de un “joint venture” (acuerdo empresarial 50-50) creado a escala mundial a mediados de 2016 entre Nestlé y una firma británica llamada R&R Ice Cream. Internacionalmente se trató de una estrategia de la empresa zuiza para competirle de igual a igual a Unilever, quienes en todo el mundo (pero en Argentina hace rato que no) comercializan helados como el Magnum. R&R Ice Cream nació en 1985 y tiene derechos internacionales para producir el helado Oreo (no solo en potecito sino también en cono y en formato “sándwich”), pero no es lo único: también vende helados Cadbury, Toblerone y hasta Milka. Sí, aquellos helados que enloquecieron a unos cuantos durante los 90 y nunca volvieron se siguen haciendo en otras partes del planeta. Si se tiene en cuenta que este helado fue encontrado de casualidad en el fondo de un freezer (también viene una presentación más grande, de ¼ kilo) es probable que a lo largo del país existan las demás marcas y ni estemos enterados de su existencia… andará por ahí un helado Milka sin que la mayoría lo descubra? Ojalá que así sea. Seguiremos tras su rastro durante esta temporada…   

sábado, 12 de septiembre de 2015

Con el queso bien puesto (1995)




Hace 20 años el mercado de las galletitas y snacks estaba bastante movido: además de las ya instaladas Rex y Kesitas de Bagley (recientemente adquirida por Danone) en ese 1995 se sumaron los snacks Saladix y los menos exitosos Croklin fabricados de la mano de Águila y las galletitas Ritz (la verdadera inspiración de las Rex) y las Chipits, traídas por Terrabusi en manos de Nabisco. Sobre éstas últimas traemos estas imágenes hoy. Es muy difícil haber vivido en los 90 y no recordar estas pintorescas galletitas con forma de quesos. Hasta su desaparición, aproximadamente entre 2000 y 2001 lograron conservar los 3 gustos que tuvieron desde su lanzamiento: gruyere, provolone y roquefort, hoy palabra que sería reemplazada por "queso azul" seguramente. Estas cajitas rojas en realidad son las menos recordadas; es más probable que todos tengan en mente el diseño de cajita que vino después, con espirales entre amarillos y naranjas junto con el color que caracterizaba a cada sabor, cosa que sí se puede ver en estas fotos. Su principal característica era ser elaboradas con queso verdadero y no con saborizantes, cualidad que hoy en día es jactancia de las Kesitas. Tal cual afirma este folleto explicativo, las Chipits tuvieron un gran éxito entre los consumidores de esos años y lograron durar un buen tiempo en el mercado. Su suerte cambió cuando la dueña de Terrabusi de ese entonces, Nabisco, fue vendida a Kraft Foods. A partir de allí, al igual que muchas otras marcas (como las Crocanas de Canale, hace poco comentadas) pasaron a mejor vida y no se volvió a hablar de ellas. Menos éxito aún tuvieron las Ritz antes nombradas, que ni siquiera llegaron a la década del 2000. Recién en 2003 Terrabusi con Kraft en sus espaldas se animó a volverse a meter en el mercado de estas galletitas saladas tan particulares: importó de Venezuela la marca Club Social, y fue tan exitosa su decisión que al poco tiempo pasaron a ser industria nacional, con varios sabores que aparecían periódicamente. Las Saladix tuvieron un mejor camino aún, convirtiéndose hoy no sólo en marca de galletitas sino también en la cara de snacks de papa, chizitos, tubos de papa, etc. Las Rex y las Kesitas luego de unos muy buenos 90s pasaron al perfil bajo y recién en estos últimos años han vuelto a dar batalla, trayendo nuevos sabores y publicidades. Lamentablemente la suerte no fue la misma para las Chipits, inevitablemente el mercado luego de favorecerlos mucho terminó de darles la espalda en épocas de mala economía donde sólo podían seguir existiendo las marcas más redituables. Y para que después de leer esto sean un poco más sabio, les regalamos esto: cuando vuelvan a ver de esos cartoncitos plegables publicitarios como el de la tercera y última foto, llámenlos por su nombre... CENEFAS! Aunque no lo parezca, ése es su verdadero nombre. Para los que creen que andar comiendo papas fritas y snacks todo el día es de vagos y poco cultos...

domingo, 21 de junio de 2015

Marcas para comer tiritando

Hoy además de ser el día del Padre, comenzó el invierno. Así que como siempre termina siendo una estación corta y que encima todo el mundo quiere que termine rápido, vamos a postear distintas cosas ricas que para estos climas se vuelven la mejor opción. Aprovechen de verlas antes que el calor de la primavera venga y las derrita o pegotee...

Para que quede claro en qué estación hemos entrado, todos los negritos de Sugus (hoy perdidos) se divierten en el elemento más gráfico del invierno: la nieve. Era la época en que los caramelos aún de Suchard atravesaban una etapa "kinderiana-jackiana" y regalaban muñequitos en bolsitas....

El casi desconocido perrito-mascota del Mundial de USA 94 (Striker) protagoniza este folleto publicitario de alfajores alusivos al mundial, con todas las falencias del diseño gráfico de esos años...

Parece un alfajor, pero Pettinato se acercaría a decirnos que es un bocadito bien mini. Se trata de bocaditos Cremalín, una opción que come este chico hincha de Boca que no pudo con las grandes marcas como Cabsha o FelFort...

Para los que probaron estas delicias, la imagen ya les debe hacer acordar a su riquísimo sabor y olor: bocaditos Ferrero Rocher, en una escueta publicidad de 1996.

Importados: Vistosos chocolates provistos por Nicolás Touris: Arriba, uno que demuestra con su nombre y su bandera claramente el país de procedencia. Abajo, un chocolate mexicano que apela a algo clásico en golosinas: imitar billetes.

Antes que La Virginia y Nescafé impusieran la moda de los capuchinos caseros, existían variedades exóticas para el mismo preparado, como la de la foto: Capuccino Coolers, para servir helado.

Acá están representadas por las Pepitos, pero en Estados Unidos esas galletitas con chips se llaman justamente Chips Ahoy. En la foto vemos dos variedades bien calóricas: con chips de menta sabor helado menta-chocolate, y con chips de colores y rellena de crema.

Otra marca clásica de alfajores que los de fuera de Buenos Aires venimos a conocer recién en estos últimos años: Cachafaz. Además de un representante de sus varios tipos de alfajores se cuela en la foto su nueva variedad de galletitas integrales tipo Granix...

Drix: desconocido chocolate de Bagley lanzado en 1994 con una publicidad alusiva a Volver al Futuro, la cual estaba alojada en CultoZeta pero ya fue borrada. Además de eso, no hay más data de este misterioso chocolate en la red...

De vuelta Suchard, pero esta vez siendo la presentadora de una importantísima marca de chocolates y dueña de esa bizarra vaca lila suiza: Milka, en una publicidad de 1986.

Sigue el lila, pero esta vez para publicitar dos productos Milka de mediados de los 90 hoy poco recordados: por un lado el Mont (una especie de Tres Sueños pero con oblea y avellana) y Mikla Mini, unas pequeñas galletitas con relleno de limón bañadas en chocolate...

El lila hace rato no es sólo de Milka, también se lo apropió hace rato Cadbury. Aquí vemos a la marca ya fusionada con Stani en una publicidad para comerciantes teniendo como consigna completar un crucigrama (ya arrancado) con las pistas que brindan. Es tan difícil que ni yo lo puedo deducir...

Una opción económica para endulzarse igual: variedades pintorescas de los cubanitos de Oblita, en un diseño previo al actual cambio de logo de la empresa.

Para diabéticos y quienes quieran cuidar su silueta: DiabFort, un chocolate realmente muy rico pero con nada de azúcar. En su lugar está preparado con sorbitol, un endulzante que todavía no sabe que fue reemplazado hace rato por el Stevia. Un curioso chocolate con un diseño definitivamente de otra época...

Tabletas bien grandes y rendidoras. Dos tipos de chocolate Nestlé (con pasas de uva uvas y con nueces y avellanas, sabor naranja) publicitados de un manera muy cuadriculada, a principios de los años 50. 

Otro clásico norteamericano. los famosos malvaviscos de Kraft, dulces y para acopañar con chocolate caliente o adornando postres y tortas...

El abuelo de la Ópera bañada: a principios de los 70 Bagley después de haber lanzado el Chocolino y las Chocolinas inventó el Chocolin, una oblea bañada en chocolate que, a pesar de la época, era publicitada a los niños tratándolos de "vos"...

Chocolate líquido: otra vez vemos por esta página a Toddy, pero presentando una rareza ya extinta: la versión de su cacao sabor avellanas, una variedad tremendamente buena que supo poder conseguirse entre 2012 y 2013...

Un clásico renovado: hablando de chocolate, volvemos a encontrar la presentación clásica del Chocolate Águila, con un diseño muy similar al que tuvo durante toda su época de "Saint hermanos" antes de ser comprada por Arcor...

La tercera vez que nombramos algo Mini entre estas fotos: las mini Oreo, las cuales últimamente tienen hasta su propia canción publicitaria en TV, con una letra que pareciera estar dedicada a la gente petisa. Esta versión en tarrito se vende en EEUU.

Made in San Juan: para terminar con tantas empalagosas fotos, les muestro un peculiar invento sanjuanino. Una conocida casa local de lomitos y hamburguesas creó la Cajita Kinder Mágica para los niños. Además de su comida con papas y una gaseosa, se llevan un huevo de postre, el cual siempre traerá un mejor juguete que si se arriesgan a poner juguetes ordinarios comprados en mayoristas...

viernes, 2 de enero de 2015

Las golosinas del Nuevo Milenio (2001)


Hace 15 años comenzaba el año 2000 y todas las empresas ocupaban ese número para expresar modernidad y futurismo. No fue la excepción para el caso de Nabisco-Terrabusi (en manos en ese momento de Phillip Morris) quienes supieron lanzar esa publicidad donde vendían de una sola vez todos sus productos bañados en chocolate de esa temporada. Obviamente un aviso así fue lanzado para las épocas invernales, pero lo curioso es que su año de lanzamiento, aunque resulte bastante obvio, no es ni 1999 ni 2000. Insólitamente esta publicidad fue publicada en junio de 2001. ¿Se habrán referido a la década del 2000 o sólo fue un grueso error? No lo sabemos, pero por lo menos podemos apreciar una gran cantidad de productos de esa era, varios de ellos estrenos que se volvieron clásicos. Las famosas Mini Rhodesia (concepto mini que también atrapó a las Melba y Duquesa) y los míticos Snacky recién llegaban al mundo. Los Habanitos actualizaban su envase mientras lanzaban una versión de banana. Aparecían los desconocidísimos Kokoa (?) y podemos volver a apreciar un histórico producto de Terrabusi hoy enterrado en el olvido (de la empresa, no de los consumidores): Las Kremokoa. Esta golosina que aparentemente se denomina femeninamente, fue un riquísimo cono de espuma o crema batida bañado en un exquisito chocolate semiamargo, similar al de los alfajores Terrabusi que también aparecen aquí. Su fuente de inspiración fueron los denominados "Angelitos Negros" y, aunque muchas páginas de por ahí les digan que Nabisco discontinuó el producto en 1994, ellos lo siguieron fabricando hasta fines de 2001, e inclusive lo perfeccionaron vendiéndolo en paquetes familares (venía también en envase individual). Hasta supieron sacarle una versión con dulce de leche. Es un misterio el por qué nunca regresó, porque ni siquiera sus imitaciones actuales (como el Merenkoa de Urquiza) le llegan hasta los talones. Esperemos su pronto regreso. Tus amigas Tita y Rodhesia te extrañan...    

(A principios de 2014 llegamos a conocer lo que por lo menos de nombre planea querer reemplazar al querido Kremokoa: se trata del Merenkoa comercializado por Urquiza: como dijimos antes a pesar de que el nombre te engancha para comprarlo es bastante decepcionante. Para empezar es chato como una mentita Águila, no se ve lo blanco como vemos en la foto, y su gusto es bastante indefinido. Una pena para una empresa que hace buenos alfajores...)

miércoles, 8 de enero de 2014

La fuerza de la juventud de Terrabusi (1996)


Con una historieta que apelaba al noventoso recuerso de porteger el medio ambiente, Terrabusi, ya perteneciente a Nabisco, vendía de forma creativa y de una sóla vez todas sus galletitas y golosinas de aquél entonces. Quién no soñó comerse una galletita Champagne, una Melba o una Duquesa y terminar volviéndose un superhéroe por ello? En fin, se puede observar lo preponderante de la marca Nabisco en todo el aviso, algo que nunca antes y nunca después recuerdo haber visto (Kraft foods ni soñaba aún con aparecer en escena) siendo Nabiscollage el nombre de esta promo donde se le pedía a los niños realizar obras de arte con los paquetitos de galletitas de la época. Así, podemos ver los diseños de hace casi 20 años de Tita, Rhodesia, Oreo, Alfajores Terrabusi, Chanpagne, Variedad, Lincoln, ChipsAhoy, Duquesa y las desaparecidas Sketch...

domingo, 10 de noviembre de 2013

Un poco más allá del trigo (1999)


Una rareza del tándem Nabisco-Terrabusi de fines de los 90: las tentadoras Triggy, saladitas con tres cereales, unas galletitas inconfundiblemente saladas de avena, trigo y centeno lanzadas al mercado bastante parecidas a las exitosas y novedosas en ese entonces Cerealitas y Crocanas de Canale. Sus competidores lanzaron un producto equivalente aunque quizás su desaparición pudo deberse a que por ese mismo 1999 se produjo la fusión de Canale (hasta ese momento perteneciente a Franco Macri) con las antes mencionadas y todo quedó dentro de la misma canasta, quedando en el mercado las más rentables...