Cuando hace
algunas semanas hicimos un breve y caótico relato sobre la venta de Terrabusi
en manos de Nabisco, nombramos muchos productos pero hubo uno que quedó dando
vueltas y que también pertenece muy íntimamente al mundo de golosinas exóticas
de los 90. Los envases de galletitas Nips de Royal que supieron venir allá en
1991 están bastante viralizados, pero en su interior venían demás de esas
curiosas galletitas en forma de oso los stickers que vemos en la foto: los
mismos osos que conformaban el ingrediente principal de su composición haciendo
de manera bien canchera los deportes norteamericanos de moda: skate, running
con walkman, football americano, tennis… aunque todos sabemos que lo más
apropiado es que estuviera jugando al paddle…
Algunos de
dichos osos sostienen una caja de Nips, aunque la presentación más famosa en el
país eran las bolsitas ya nombradas: de color azul para el sabor chocolate, de
rojo para la vainilla y amarillo caramelo para el sabor coco. Además del sabor
insuperable que aún muchos recuerdan de este producto, lo otro que llamaba la
atención del paquete (y que genera cierta confusión en el inconsciente
colectivo) es haber visto el triángulo rojo de Nabisco arriba de todo. Ese
triángulo existía, pero no decía Nabisco sino Royal. Es que efectivamente
Nabisco era el dueño de estos Nips, pero en aquél momento la marca no había
llegado como tal a la Argentina y operaba a través de “Royal Fleischmann
Argentina (RFA)”. Desentrañemos un poco esto primero…
Hay que
remontarse a 1929: ese año se conforma una sociedad denominada Standard Brands.
Dicha asociación incluía importantes marcas estadounidenses como los productos Royal
(con su polvo para hornear a la cabeza) y los panificados Fleschmann entre
otros menos conocidos. La sociedad conserva ese nombre en todos los países en
los que opera hasta que en 1981 Nabisco adquiere Standard rand y cambia
internacionalmente su nombre al RFA que nombramos al principio. Esta empresa en
la Argentina fue capaz de hacer varios hitos interesantes en el mundo de las
galletitas: por ejemplo, las oleas de vainilla que venían en cajas familiares llamadas
Royalitas, las obleas bañadas llamadas Chocolondo y las galletitas tanto dulces
simples como bañadas que contaban con la licencia del grupo Menudo. Por
supuesto que las tradicionales premezclas (gelatinas, postres, helados, flanes,
etc) marca Royal estaban incluidas en su portfolio, al igual que el jugo
Royalina y el mítico polvo para hornear mencionado antes.
Es así que
a principios de los 90 otra de las innovaciones de esta compañía fueron los
ositos Nips, que no sólo quedaron en la memoria de los consumidores del momento
por su sabor sino por su muy llamativa publicidad: al ritmo de un remix de
Another Break in the Wall, muchos ositos terminaban rompiendo una pared junto a
chicos que recitaban estar podridos de siempre la misma rutina y la misma vida,
y de remate su sencillo slogan se limitaba a comentar: “Nips: la rompen!”. Algo
aún más innovador tuvo este comercial en esos años: no se mostró el producto de
entrada, sino que durante alrededor de 2 semanas circularon partes del aviso
faltándole el final… quién puede después desfijarse de semejante idea?
A pesar de
la gran calidad del producto y su pretenciosa y fallida idea de querer venir a
dar vuelta todo y abandonar los costumbrismos, los Nips no duraron mucho en el
mercado nacional. Ello no significa que
no hayan tenido éxito en otros mercados. Es más: los verdaderos osos, los que
salieron en EEUU, fueron creados en 1988 por Nabisco y respondían al nombre de
Teddy Grahams. Sus sabores iniciales fueron bien diferentes a los nacionales: además
de los ya mencionados había de miel, canela, frutal, con chips de chocolate y
hasta un extraño sabor “torta de cumpleaños”. Se convirtieron en un verdadero
boom de ventas generando más variedad: había cereal Teddy Graham al igual que
bizcochos de panadería dulces (qué quise decir? esa especie de bocaditos de
bizcochuelo tipo Pingüino Marinela o Picnic Nevares) y un extraño producto
llamado Dizzy Grizzlies: galletitas de vainilla bañadas de un solo lado con
chocolate, y en ese mismo lado pegoteadas con grana de colores. Para finalizar,
podemos decir que la marca “Nips” (que se podría traducir del inglés como “pellizco”)
sigue registrada por Nabisco, aunque en el mundo ni siquiera remite a un
producto dulce: se trata de unos snacks de queso con forma de paralelogramo,
que instintivamente nos recuerdan a las galletitas Chipits de fines de los 90.
A qué
brillante cráneo se le ocurrió denominar a estas galletitas en el país con el
nombre de snack de queso en lugar de algo más aproximativo al título original?
Es un verdadero misterio, pero no deja de llamar la atención que nunca más
volvieron a aparecer, a pesar de haber guardado un buen recuerdo. Volveremos a
ver estos ositos que tienen un nombre que para nosotros es sinónimo de algo
dulce pero para el resto del mundo se refiere a algo salado? Arcor no te
atrevas a usar tu fotocopiadora de recetas…
Tremenda la cantidad de información. No sabía que Nabisco entró bajo el nombre de Royal.
ResponderEliminarParticularmente no entiendo por qué estos ositos no pegaron, porque con cualquiera que hablo que los haya probado, parece recordarlos como que eran lo más.
Estaban bárbaros! Cuando termine de hacerle los ajustes necesarios a mi máquina del tiempo, al primer lugar al que iré será a un supermercado del '91 a comprar muchísimas cajas de Nips para traerlas al presente y revenderlas a precios exhorbitantes.. No mentira, para comérmelas todas.
ResponderEliminar