El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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miércoles, 20 de agosto de 2025

La verdad de la Mostaza


Supra, la histórica marca de aderezos que pasó a la historia reciente por haber fabricado el curioso invento llamado "Mostaneza", tuvo durante años el privilegio de ser el sinónimo de mostaza en la Argentina, debido a que sus fabricantes, los inmigrantes Franz Schneider y Fred Peppi arrancaron con la producción de las semillas para generar el producto en 1925, más de una década antes de la llegada de Brassovora al país y su inefable Savora. Y si bien con el arribo de la competencia se vieron en la necesidad de modernizarse, diversificarse y cambiar de identidad (hasta convertirse en la antigua fábrica Fanacoa, haciendo algo más que aderezos) siguieron conservando arduamente su prestigio mostacero. Vemos por ejemplo estos dos avisos de una campaña de 1965 donde se aclara que Supra es la "verdadera mostaza" porque es más sana, más rica, no es invasiva y encima no cae pesado. 
Este valuarte podría decirse que duró hasta 1985, fecha en la que interviene Molinos Río de la Plata comprando la compañía y si bien se abocó a modernizar las publicidades de los productos, a la primera de cambio en cuanto les dejó de resultar rentable vendieron todos sus aderezos (incluida la mayonesa RI-K) a Refinerías de Maíz, la alimentaria de Unilever, allá por el 2000. Treinta años después de los primeros avisos vemos en este recorte del diario Clarín un sector de novedades empresariales sobre Gillette, la cerveza alemana Warsteiner (y un consumidor muy particular en primer plano) y una noticia sobre nuevos envases PET "irrompibles" para Supra y Ri-K. El diseño con tapa "flip top" (dicho en criollo, que la tapita esté abajo para no estar agitando el envase) parecía imponerse como la última novedad en ese 1995 y de esta forma los productos de Molinos se parecían más todavía a los importados aderezos Heinz. 
 Pero llegamos a los 30 años que nos faltan hasta el presente y vemos otra realidad: que el sachet gasolero con tapa decoradora le ganó a cualquier diseño irrompible, que Supra hace por lo menos 25 años que desapareció del mercado, que sigue sin resultar comercialmente rentable volver a producir para alguna empresa la Mostaneza como en 1995 y que muy de vez en cuando, es posible seguir viendo aderezos Ri-K como submarca de Hellman's, al igual que el "aderezo a base de aceite" Fanacoa... 

domingo, 14 de julio de 2024

Ya no quiero dólares Bunge & Born (1989)


Un 14 de Julio de 1989 el recientemente iniciado gobierno de Carlos Menem se topaba con la noticia del fallecimiento de su ministro de economía Miguel Ángel Roig y su persona sirve para introducir al grupo empresario que caracterizó esos primeros años de menemismo, justamente sin ser gente siquiera representada en sus ideales de campaña. Esta nota de revista Somos hablaba sobre el estado actual del megagrupo Bunge & Born, de donde Roig, vivito y coleando, había sido vicepresidente ejecutivo y aspiraba la cartera de Economía del flamante gobierno electo por sobre Domingo Cavallo, el otro favorito. Entre las fotos del artículo aparece Néstor Rapanelli (el único en el grupo que aparentemente creía que Menem iba a ganar, fallecido en 2021), otro alto ejecutivo de la misma empresa, quien de apuro terminó ocupando el cargo de Roig tras su inesperado fallecimiento a causa de un infarto y que no tuvo problemas en implementar lo que la prensa supo denominar "Plan BB" en alusión a la firma de donde venían, con el visto bueno del FMI y que con el objetivo de paliar la hiperinflación y los lineamientos del Consenso de Washington provocó una gran devaluación del Austral, cierre de importaciones, paritarias entre empresarios y sindicatos y un gran aumento de tarifas de las empresas de servicios públicos. Este plan junto con la aprobación de las leyes de Reforma del Estado y Emergencia Económica ayudarían a salir de la crisis, pero ante la falta de resultados y una nueva espiral inflacionaria a fines de 1989 Rapanelli sería reemplazado por Antonio Erman González y su Plan Bonex, dando fin a la aventura empresarial de Bunge y Born en el Gobierno.
  Volviendo a la nota de Somos de Editorial Atlántida, puede notarse claramente la presentación triunfalista de una de las más grandes empresas del país de ese entonces y que prometían tener la solución mágica de todo "ofreciéndole a Menem el milagro de salvar el país", un plan rechazado por el alfonsinismo y hecho a la vez a medida para el peronismo así como así, pareciera que sin ningún favor de vuelta salvo por querer poner al Ministro de Economía. Comenzando por el motivo por el cual la mayoría de la población ubica uno de los apellidos (el secuestro de los hermanos Juan y Jorge Born por Motoneros en 1974) la nota comienza a desarrollar la historia de un conglomerado de empresas que da inicio a fines del siglo XIX de la mano de dos inmigrantes de Bélgica, quienes terminarían creando una multinacional que para 1989 sería propietaria y fundadora de la alimentaria Molinos Río de la Plata (fabricante de pastas Matarazzo y Favorita, aceite Cocinero, Lira e Ideal, mayonesa Ri-K, premezclas Exquisita e Instantix, yerbas Nobleza Gaucha y Chamigo, entre otras), Compañía Química (fabricante de Magistral, Efecto, Cierto, Polycera, El Buda, Vencedor, Relusol, etc), las pinturerías Coral y Alba, la fabricante de envases Centenera y la textil Grafa, entre otras grandes marcas.


Por momentos el artículo se le va la mano con el entusiasmo y recurre a frases subjetivas como decir que es una empresa "que fue creciendo a contrapelo de las dificultades, y sobre todo, produciendo. No especulando a secas como otras". No sólo aventura un gran éxito para el Plan teniendo en cuenta los excelentes antecedentes del conglomerado en sus más de 100 años de vida sino que quiere dejar como algo bien enterrado en el pasado la mencionada "Operación Mellizas" citando que Mario Firmenich está preso y condenado a cadena perpetua. No sólo las profecías económicas iban a volar por el aire.
En 1992 llega por primera vez alguien que no es Born de apellido desde hacía décadas al directorio de la empresa: Alfredo Hirsch, quien apuesta por la concentración de negocios en lugar de la diversificación planteada durante todas sus décadas anteriores. Progresivamente durante toda la década se desprenderían de sus grandes negocios (por ejemplo de Alba en 1996 o Molinos en 1998) junto a otro fenómeno trascendental: la decisión en 1994 del cambio geográfico de la sociedad legal de la compañía, que pasaba a estar nuevamente en Bélgica como en el siglo XIX y bajo el nombre Bunge International. A fines de siglo esta nueva compañía que cambió de hasta de nacionalidad no le quedaba nada de la pujante y prometedora como se auguraba en 1989: desde 2001 opera bajo el nombre de Bunge Argentina concentrándose en el negocio de commodities, soja, fertilizantes y cereales y lo único que llega a la góndola como legado de esa empresa son los aceites Primor y Siglo de Aceitera Martínez, una compañía adquirida en 2017...

Yapa empresarial: este aviso institucional de fines de 1998 es muy especial, porque fue de las últimas veces que Molinos Río de la Plata se publicitó como parte de Bunge & Born, previo a la gran venta que ocurriría al año siguiente. Eso generaría que muchas de las firmas ya conocidas hasta ese momento o fueran vendidas por sus nuevos dueños o directamente pasaran a ser discontinuadas: los primeros cambios se vieron con los aderezos Ri-k, Gurmet, Supra y Fanacoa que pasaron a ser de Refinerías de Maíz. Sus productos cárnicos como Vieníssima, Tres Cruces, Goodmark, Hammond y Wilson pasaron a ser desde 2015 de la brasilera BRF. Esa misma empresa en 2018 le cedió sus mantecas y margarinas (donde venía Manty y Delicia pero también las pertenecientes a la ex Avex como Dánica o Mayodan) al denominado Grupo Beltrán. Pindapoy había intentado tener un revival tras la quiebra de la empresa original a principios de los 90, y luego de intentos fallidos de regreso a mediados de los 2000 la marca (es decir sólo el nombre de fantasía) forma parte del portfolio de Refresnow (la compañía de Manaos) desde 2019. Y al margen de adquisiciones que los Pérez Compacn fueron haciendo con los años (como Gallo, Minerva, Chocoarroz, Cruz de Malta, La Salteña, pastas Terrabusi y Canale, etc) o incluso adquisiciones pasajeras (como las gomitas Billiken, el café Bonafide o las pastas Vizzolinni) la gran mayoría de su compendio histórico sigue en pie y hasta líderes en sus segmentos, aunque se desconoce más de 25 años después del paradero de marcas msiteriosas como "Premium Trisol" o "Huerta Andina"...

jueves, 12 de mayo de 2022

Supra Mostaza, Supra Calidad (1964)


Este aviso de 1964 nos invita a que nuestra próxima comida no le pongamos ni Savora ni Dánica ni Benidorm ni Menoyo ni Natura... sino que usemos la que tiene el mejor aroma y sabor y consideran la verdadera mostaza. Es Supra, el aderezo de Molinos Río de la Plata que en su envase en sobrecito tiene un logo parecido a bandera de país soviético. Tamaña descripción (qué lástima que no terminó con un versito!) justifican el nombre del producto, que realmente la consideremos la Superior de todas, la que está bien arriba. 
Semejante lugar peleó esta marca durante bastantes décadas hasta que en los años 90 tuvo dos golpes importantes para desaparecer del mercado: el fracaso de la aparente innovación llamada Mostaneza y la venta de la marca por parte de Molinos a Unilever, quienes eran y son los propietarios de Hellman's. Siguieron explotando marcas que eran de Molinos como aderezos económicos y de regular calidad como Ri-K o Fanacoa, pero Supra o Gurmet, de las menos conocidas, parece que se fueron desde ese tiempo para nunca más volver...

martes, 29 de marzo de 2016

Entre Supra y yo hay algo (1970)


Ciertos productos resultan novedosos en todas las épocas y es difícil buscarle un reemplazo. El mercado argentino de adherezos, salvo honrosas excepciones, siempre ha sido bastante tradicionalista. Y actualmente las marcas que lideran dicho mercado pertenecen casi todas a Unilever, pero para conseguir tener éxito con semejante concentración debe haber detrás una historia importante de prestigio y calidad de muchos nombres, El que nombraremos hoy es justamente de los menos nombrados y recordados: los adherezos Supra, de Fanacoa. En esta publicidad de 1970 aparece un plato vacío con un poco de mostaza de la marca y ya representa algo que puede entusiasmar la comida, sin necesidad de que importe el plato principal. Aparecen además, tres variedades de mostaza bastante poco explotadas en el tiempo: mostaza al fuego, liviana y "natural", aunque esta última probablemente sea la variedad clásica. No se asusten: no es que en esa época las mostazas fueran radiactivas y tuvieran ese extraño y poco atractivo color de la foto, eso se trata de un error en la impresión de la hoja. Supra tal vez resulta una marca que muchos ni siquiera escucharon y mucho menos consumieron, pero definitivamente deben conocer el nombre Fanacoa. Al momento del aviso, hacía 10 años que se había fundado la empresa de mismo nombre, y uno de sus primeros pasos para darse a conocer fue contar con la ayuda de García Ferré para la creación de un personaje publicitario, que se llamó la gallina Fanacoa. Hoy puede resultar algo difícil de entender, pero hubo un tiempo en el que los productos Fanacoa tenían muy buena calidad, y estaban a la altura de los adherezos extranjeros como la inoxidable Hellman's. Y además era impensado comercializar mayonesa, salsa golf, o mostaza dentro de otra cosa que no fueran frascos bien pesados. Fanacoa lleva durante años un muy buen negocio consiguiendo, junto con otras marcas contemporáneas, la difícil tarea de reemplazar un producto que habitualmente se fabricaba en casa para pasar al industrial, logrando que hoy por hoy nos sea más natural comprar una mayonesa en el almacén que hacerla nosotros..Pero en plenos años 60, se vivía el pleno cambio de mujeres que dejaban de fabricar todo caseramente para pasar a privilegiar sus tiempos haciendo uso de productos "comprados". Todas estas ideas en dicho momento eran novedosas, pero con el tiempo ya no bastaba vender adherezo para resultar novedoso. Es así como entramos al capítulo de la llegada de Molinos Río de la Plata, los cuales adquieren a Fanacoa en 1985 y transforman esta línea de adherezos en una marca mucho más jovial y adecuada a los tiempos que corrían, lejos ya de la simpleza de sólo hacer mayonesa o mostaza en frasco. Durante los años 90 Molinos trata de imponer a Supra como una marca premium, y la lleva a lugares antes impensados: lanza promociones para incentivar su compra (el caso más famoso eran los chopps de cerveza que regalaban con la mostaza, en 1992), desarrollan nuevos adherezos utilizando su nombre (dando origen a la tristemente célebre Mostaneza, en 1994) y hasta se animan a crear productos totalmente alejados del mundo de los adherezos bajo la misma firma (a fines de los 90 Molinos lanza las papas de tubo Supra, para competir con Pringles, sin mucho éxito). Ademas, hacia rato que el cálido frasco de vidrio pasó a ser reemplazado por el impersonal envase de plástico con la tapa al revés. Luego de 15 largos años de tratar de hacer competir a Supra con los grandes, Molinos pasa de manos y de Bunge & Born pasa a depender de la familia Perez Companc, y en este traspaso comienzan a deshacerse de muchas marcas que no les dejaban tanto margen. Desde el 2000, entonces, Fanacoa y Supra pasan a estar bajo el ala de Unilever, quien también pasaba a ser dueña de la famosísima Hellman's. Teniendo a la principal marca mundial de adherezos en su poder, Unilever sólo quiso comercializar una marca de las dos compradas en el mercado nacional, y fue Fanacoa. El producto pasa a ser segunda marca, y se vuelve el que vemos hoy, bastante lejos de ser una mayonesa o mostaza de buena calidad, y siempre en envase-sachet. Los frascos (y de plástico) quedan para Hellman's. Y así termina por ahora la historia de estos dos nombres con poca trascendencia en el Internet, bastante mala fama pero con mucha historia (ignorada) detrás de ellos.