Se están cumpliendo 30 años del debut por la pantalla de ATC del primer programa conocido de la tv nacional dedicado íntegramente a hacer humor con la extraña materia prima de los tapes de archivo de los demás programas: Perdona Nuestros Pecados (o como se lo fue conociendo posterior y cariñosamente PNP), una producción de Gastón Portal que a lo largo de sus 9 temporadas estuvo magistralmente conducidas por su padre, el inclasificable Raúl Portal, quien siempre estuvo acompañado de varias presentadoras femeninas con los años. En el artículo de la foto perteneciente al suplemento de Crónica nos remontamos a 1999, es decir cuando el programa se encontraba en el pico de su carrera, ya había hecho escuela dos años en la emisora estatal seguido de una única temporada en el 9 de Romay, dos en el 13 de Di Guglielmo y se disponía a pasar a Telefe no únicamente con su clásica emisión sino también con una edición especial dominical que pasó a denominarse PNP De Luxe, dedicado a recopilar lo ya emitido de años anteriores y que estaban comenzando a convertirse en clásicos indiscutidos del imaginario televisivo, a falta de compilados de Youtube.
A diferencia de otros programas posteriores dedicados también al mundo del archivo como Las Patas de la Mentira de 1996 o Televisión Registrada de 1999, PNP se centraba principalmente en lo humorístico de los errores y bloopers que se escondían en una televisión argentina aún muy reticente a reírse de sí misma y su evidente dudosa calidad. Una idea que había nacido como sección dentro del programa Robocopia de Raúl Portal en ATC y por medio de su interventor Gerardo Sofovich dicha creación asciende a programa completo, un concepto que llevó hasta peleas de derechos de autor. A algunos esta propuesta tan novedosa les cayó mal, les pareció poco ético que un programa se dedicara a emitir lo de los demás sin pagar regalías (hecho que impidió su exportación como formato a otros países) pero por suerte para la mayoría triunfó el hecho artístico de la edición, por ejemplo gracias a aquellos gloriosos fragmentos perfectamente agregados y compaginados a tiempo: Raúl Portal tiempo después reveló que internamente les sabían decir "la salsa" aunque popularmente se los puede conocer por el nombre que lo bautizaron por otros programas-hijos ilegítimos de PNP, como el Bendita de Beto Casella, que supieron decirles "alquilados".
Pero como la demanda de archivo podía variar según la época de la tv siempre había un as bajo la manga para tener algo de artística para llenar más allá de lo ocurrido en la semana: el carisma de Portal y las sucesivas Federica Pais/Mariana Fabianni/Carola Kirby, algunas secciones humorísticas fijas como las Bolufrases o el diccionario de Cagastellano o hasta concursos para videos de bloopers del interior del país. Y siendo sinceros, la idea de que se trataba de un programa naif sin bajada de línea política al lado de los de Rodríguez Arias o Diego Gvirtz es poco profundo: también la tuvo, similar al Gvirtz ya nombrado (por algo tuvieron enemigos públicos similares) pero con una importante crítica hacia quienes se aprovechaban de la salud y la vulnerabilidad de las personas. La cruzada personal que Raúl Portal impuso en todos sus ciclos contra los "manochantas" y derivados, aunque lógicamente poniendo como contrapartida la visión de la Iglesia Católica como la imagen racional, confiable y honesta, con todo lo que eso conlleva detrás.
Las copias alumnas fueron superando al maestro haciéndolo quedar algo obsoleto. Posteriormente juicios sobre autorías contra el dueño de la productora PPT quedaron en la nada, y cuando el producto se vio que no tenía más nada para ofrecer se despidió sin demasiadas efusividades, pero dejando un recuerdo imborrable en todo producto audiovisual que sigue vigente hasta el presente, aunque no se lo quieran reconocer. Por eso, cada vez que vean a un instagramer-youtuber-tiktoker o quien sea que mientras edita algo los interrumpe con un fragmento de video para causar gracia entre medio, sepan que hasta ese recurso se los debemos a PNP y su ingeniosa producción, que supo tener verdaderas mentes brillantes como por ejemplo los guionistas Gabriel Medina y Gabriel Nesci o los directores Mariano Llinás y Damián Szifrón...