El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 11 de septiembre de 2021

Cuando Bin Laden conoció a Sarmiento


Llegamos al aniversario 20 del atentado a las Torres Gemelas: fenómeno histórico que sigue causando todo tipo de emociones con el pasar de los años, desde impotencia, bronca o dolor hasta alegría y un muy particular humor negro. Y con Argentina también lo vivió con sus particularidades: por ejemplo con el privilegio de ser espectadores de lujo durante todo el día por ser y seguir siendo feriado, generando la confusión de creer que ese día era fin de semana cuando en realidad fue martes, justamente el peor día de la semana desde la época de los romanos hasta la actualidad. También rescatando la paradoja de que tenía que ser un avión de Aerolíneas Argentinas el que casi choca contra una de las torres a principios de los 80. Eso sin nombrar los dibujos de Maitena y Nik que se solidarizaban con las víctimas que dieron la vuelta al mundo. Y por supuesto sin imaginarse que faltaban meses nomás para una explosión argentina, pero no era literal sino política y social...
Van pasando los años y el aniversario se va viviendo de manera diferente, sumando cada año más sensaciones diferentes: no sólo la típica de "adónde estuviste?" sino también llenándose de teorías conspirativas (fue un autoatentado? estaba predestinado como lo demuestra doblar un dólar?) y análisis socioeconómicos del contexto de la mayor potencia mundial para seguir hondeando en cómo se llegó a una cosa así, pero sobre todo a todo lo bélico-petrolífero que vino después, como la película Vice bien lo refleja. Otra paradoja: en esos días todos los diarios hablaron de "entrar en alerta Delta" y no tenía nada que ver con un virus. Ni hablar de la cantidad de series o películas que tuvieron que editarse para evitar herir suceptibilidades: Lilo y Stich, Spiderman, Pokemon, Zoolander, Volver al Futuro, Friends, Mi Pobre Angelito, Los Simpsons, etc. Ni hablar de aquella canción peruana de principios de los 90 del grupo Los Nosequien y los Nosecuantos que tenía un tema que hablaba de un contexto totalmente diferente pero que arrancaba diciendo "Un terrorista, dos terroristas, se balancean sobre una torre derrumbada..."
Dicen que antes de morir trágicamente la vida de uno pasa delante de sus ojos. Y esa mañana newyorkina, en el medio de tanto fuego y gritos ese gigantesco centro neurálgico capitalista, si pensara por su cuenta, podría haberse imaginado algo como lo que vemos aquí: volver al principio y recordar las épocas en que las estaban diseñando, como muestra este pequeño artículo de revista Panorama de 1964. Se brindan algunos detalles de su contrucción y sobre "algo trágico" pero no es ninguna predicción sino simplemente temas de diseño. La magia de la fotografía nos hace ver esas gigantescas torres como el modelo terminado, pero se trata apenas de una maqueta de lo que iba a ser el futuro World Tride Center y durante un breve tiempo la estructura no natural más alta del mundo y que hasta se jactaba de haber sobrevivido previamente a un ataque terrorista. La obra humana que quiso ambiciosamente y soberbiamente estar demasiado cerca del cielo al estilo Ícaro de la mitología griega y no terminó muy diferente.

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