Se va acercando lentamente la temporada de las hormigas y en más de una casa surge la necesidad de buscarle una solución tóxica al problema. Desde 1959 el "hormiguicida" (sí, parece que la palabra existe) propuesto se llama Geigy. Una marca originariamente oriunda de Suiza y bastante olvidada por otros productos anunciados más violentamente en estos años como Raid, Fuyí o Baygon. Si bien el aviso hacía un juego con el nombre y las hormigas, Geigy (también denominado Geigy de Basilea) se caracterizaba por venderse también para matar polillas, cucarachas, chinches y mosquitos. En el caso del hormiguicida brindaba la posibilidad de usarse como polvo o con agua, mostrando una gigantesca regadera como opción de pulverizador o "bomba": recién años más adelante Geigy ofrecería ese formato directamente.
La línea de productos de Geigy también se complementaba con el insecticida agrícola Gesarol y Gesafid, famosos en su tiempo por contener el demonizado DDT, además de nombres menos populares como Acaralate o Basudin. No todo eran químicos contra insectos: también tintes para sedas y medicamentos. En la actualidad Geigy ya no existe como tal porque en 1970 se fusionó con otro laboratorio suizo de Basilea llamado CIBA y ambos a su vez se fusionan en 1996 con otra química suiza, llamada Sandoz (dueños por un breve tiempo de los alimentos para bebés Gerber, hoy de Nestlé), naciendo de esta mezcla la firma Novartis...
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