El Brasso brillante del metal (1953)

No se trata de un producto de primera necesidad, pero cuando uno lo llega a necesitar, es muy probable que lo termine comprando. Si uno alguna vez debió necesitar un limpiametales, seguramente Brasso es el primero que le viene a la cabeza. Líneas más líneas menos su envase con logo rojo rodeado de rayas azules y blancas perdura hasta hoy casi sin cambios. Dicha marca es británica y nació en 1905, así que este año cumple su 110 aniversario. La marca siempre perteneció a su firma actual, Reckitt Beckinser, aunque cuando fue creado por los químicos de dicha empresa, apenas se llamaba Reckitt & Sons. Un producto tan específico dio sus primeros pasos como un líquido limpiador que estaba disponible únicamente para hoteles, restoranes, terminales, hospitales y grandes tiendas. Rápidamente se abrió paso por sobre las pastas tradicionales de limpieza, para lo cual fue cuestión de tiempo su comercialización masiva. Fue tal su presencia en la cultura británica, que las clásicas latitas antiguas son un ícono de la publicidad clásica, perfectamente a la altura de la cabeza de Geniol o el cartel de YPF. Su presentación líquida y la posterior como paño húmedo ahora se producen mundialmente, y recién en 2010 se incorporó una nueva variedad, llamada Brasso Gadgetcare, la cual sireve para la limpieza de productos electrónicos como LCD's, computadoras, celulares, etc. Volviendo a su versión tradicional, sus históricos usos fueron siempre el acero inoxidable, cromo, cobre, estaño, latón, bronce y aluminio. Dentro de sus usos más extraños pueden aparecer el plástico con el que están hechos los Lego, relojes de acrílico, superficies enceradas de madera, cd's, dvd's y hasta fue autorizado para limpiar el interior de los cartuchos de las antiguas NES de Nintendo. De todas maneras, la fórmula de Brasso no es multiuso; es muy abrasiva para oro y plata, para lo cual para dichos productos hace falta recurrir a otro producto más caro y bastante exclusivo: Silvo, el otro pote que aparece en la publicidad, el cual desde siempre tuvo un envase totalmente azul y blanco y con contenido rosado. Este producto, el cual muchas veces también supo tener el diseño idéntico a Brasso, no sólo sirve para los dos metales mencionados sino también para todos los usos de Brasso antes mencionados. Vale la pena aclarar que en todos estos años la marca Brasso se la supo ver en distintos hitos además de su función como limpiametales: compartir cartel como producto estrella de Reckitt Beckinser en los años 30 junto con Savora, comercializar en los 70 y 80 los famosos cubos azules para blanquear ropa llamados Azul Brasso y más recientmente convertirse en una marca de limpiavidrios bajo el ala de Procenex. Los metales hace rato que han dejado de ser objetos de decoración moderna como rezaba el aviso, pero seguramente Brasso seguirá existiendo como limpiametales, ya sea en presentación metálica o la plástica que existe desde 2008 y es la única autorizada en Estados Unidos.