El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 11 de septiembre de 2014

Una golosina MUUUUy noventosa (1996)


#MarcasMagic Si creían que con las gomitas, pastillas y gaseosas de la marca Magic ya habíamos terminado, faltaban un par de cosas comestibles aún. Y si anteriormente estuvimos nombrando productos marca Billiken, no era muy difícil imaginarse que algún producto Bonafide aparecería en algún momento. Y ése fue el momento de aparición del chocolatín Vaquita (que no se confunda con la marca de alfajores y caramelos, que tiene una "u" intermedia) el cual, a diferencia de la gran cantidad de productos, su nombre podía ser explicado desde su aspecto sin ser algo abstracto: efectivamente dicho chocolatín estaba compuesto por una mezcla tanto de chocolate blanco como con leche, fórmula que se sigue fabricando actualmente aunque ahora tiene el título no tan glamoroso de "marmolado". Y con una golosina con ese nombre, se veía venir que apareciera un personaje que fuera literalmente una vaquita, la cual no sólo vemos en esta publicidad sino que también apareció de manera "subliminal" en varias historietas de Magic Kids, como un personaje con su propio cómic, aunque en él nunca se nombrara al chocolatín. Entonces una vaca que se retroalimenta comiendo chocolate hecho con su propia leche... le gustaría hablar mucho o poco o sólo sabría mugir? la respuesta e ni lo uno ni lo otro, ya que en las mencionadas historiestas, no muy ingeniosas de guión, este personaje era mudo. No se sabe cuándo habrá dejado de producirse este chocolate y mucho menos cuál habrá sido el destino de esos envoltorios que de lejos parecen plastilina. Pero es muy probable que Bonafide haya seguido produciendo un producto así aunque ya sin el nombre de licencia... alguno sabe? sólo sería cuestión de darse una vuelta por el café ídem...

1 comentario:

  1. Interesante artículo.
    Yo me acuerdo que de chico coleccionaba los stickers que venían con los chocolatines porque si se armaba el albúm, no me acuerdo que premio te podías ganar!

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