¿Sin ganas de pensar mucho qué hacer de comer durante el fin de semana largo? Este simpático individual de QuickFoods del año 2000 puede dar una jugosa pista para pensar en sus productos, empezando por el mítico Paty, que aunque siempre de denominó con artículo masculino, no deja de sonar extraño decirle "el más rico"... no quedaría mejor "la más rica"? coronan la suculenta imagen los otros productos de la empresa como las salchichas Patyviena (a quien nombramos hace poco), la grasa bovina Faty y los fiambres Barfy, que hoy por hoy también le ponen la cara a una mixtura de medallones de carne con soja.
Por aquellos años el frigorífico QuickFoods estaba muy activo publicitariamente hablando: además de tener presente Paty en todos lados, también se animaban a lo más saludable por medio de hamburguesas producidas en conjunto a Alimentos Dr. Cormillot y a la vez se unían con el público infantil no sólo ofreciendo stickers de las figuras de la época en sus envases sino también organizando excursiones a su planta fabricante. Una actitud que hoy sería quizá cuestionada por el destino vacuno que allí se encierra, pero por ese entonces no presentó mayores polémicas.
Y en qué anda la marca, hoy propiedad de la brasilera Marfrig, en términos publicitarios? Si bien la marca nació en 1960 y allá por el 2015 (cuando realizaron su último gran rebranding) presentaron envases con un orgulloso "55 aniversario", curiosamente en 2024 lanzaron una edición especial de envases donde no había cambio de sabor pero sí de logo, regresando al tradicional que imperó hasta principios de los 90. En ese entonces su campaña, que rezaba "el mundo necesita más te quieros" emulaba a sus grandes campañas publicitarias de los años 80... aunque su anuncio de cumplir 60 años ponía en confusión si al final Paty tenía 64 ó 60 años. Fuera de estas curiosidades, también Paty está en las últimas novedades gastronómicas: por ejemplo, lanzando una versión "de cancha" pero con las correspondientes tres estrellitas mundialistas o su edición sin sellos tipo octógono, que promete ser sin sal agregada y aún así conservar el sabor "casero". Tal vez no tenga el mismo gusto que la creación de Cormillot, pero igualmente promete dar pelea rompiendo reglas... y esperemos que no arterias.




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