En 1990 las parejas cinematográficas de Vivien Leigh y Clark Gable de "Lo que el viento se llevó" y Fred Astaire con Ginger Rogers tenían la suficiente popularidad en la Argentina como para publicitar los productos Poett, tanto sus limpiadores líquidos como los desinfectantes de ambientes, producidos por la compañía fundada por Juan Carlos Fernández Barreiro. De una muy rebuscada manera, existía un vínculo de fama, prestigio y glamour entre épocas de oro de Hollywood y aquellos productos que estaban "brillando" en el fondo del depósito de limpieza, abajo de la pileta de cocina, entre cucarachas y pelusas.
Faltaban 3 años para que esta empresa, originariamente sanjuanina, fuera adquirida por el Grupo Exxel (que en esa época también había adquirido otras marcas de limpieza como los aerosoles de YPF y Ciabasa, los fabricantes del detergente y jabón Camello) y 6 para que se produjera el traspaso con Clorox Companý, la multinacional que llegó al país en 1994 y se hizo de grandes marcas de limpieza argentinas como Ayudín, Mortimer, Pinoluz o Selton. Su expansión llegaría a muchas áreas del globo, como Colombia, Paraguay, República Dominicana, Chile o México.
Los años de brillo de Clorox llegaron hasta 2024, cuando hacen las valijas del país y el negocio de sus productos pasa a manos de un conglomerado guatemalteco denominado Apex Capital, que desde entonces se autodenomina en la región como Grupo Ayudín.

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