Para sus vehículos modelo 1975 llega la gran novedad para modernizar la nave y estar a tono con la moda de última hora: la innovadora empresa Norman ofrece el primer reloj digital electrónico a cuarzo del mercado nacional, capaz de ser preciso, de fácil instalación y encima atractivo para poner en el tablero. Si se retrasa mucho o se rompe, por la misma inconfundible Norman llega el service y los repuestos. Y lo mejor es que va con todo: para que ningún Renault 12, Ford Taunus, Dodge 1500, Peugot 504, Torino o Falcon se queden afuera de la novedad.
Medio siglo después el reloj sigue siendo una pieza aspiracional y que demuestra distinción y elegancia, aunque ya no se le dice reloj, ni siquiera reloj digital, de pulsera o de cuarzo: se le dice smartwatch y ocupa un espacio privilegiado en los folletos de casas de artículos electrónicos o volviéndose un ansiado premio tras la compra de un libro de juegos de ingenio, comercializado por la clásica revista Selecciones.



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