Los últimos estertores del invierno se pueden disfrutar con algunas cosas calientes como este curioso invento de Knorr de 1995: es la Nutrina, un suplemento semolado que ayudaba a fortificar la sopa de la misma marca para de una buena vez suplir los adecuados requerimientos nutricionales. Machacando el reciente lanzamiento de la pirámide nutricional desarrollada en Estados Unidos (aunque dos décadas antes ya había diseños similares en la misma Suiza), Knorr y su imitación de Vitina pretendían venderse como un artículo súper esencial de consumo. Y justamente para diferenciarse de su competidor de Molinos no se asumía como un producto netamente infantil, así como ofrecía la ventaja de 3 sabores (tradicional, zapallo y espinaca) en lugar de uno solo.
Lamentablemente este producto y sus simpáticos envases plástico-metálicos tuvieron poca vida, aunque Knorr no se dio por vencido en su diversificación, fabricando en las 3 décadas siguientes algo más que sopas y caldos, como pastas, arroces, salsas, verduras deshidratadas y algunos productos polémicos y bizarros como el saborizante para cocinar en bolsa o el "Rinde Más", la pasta que ayudaba a engrosar albóndigas...
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