Las vueltas para intentar vender un producto pueden ser infinitas. A veces se tiene éxito imponiendo una nueva costumbre que pega con fuerza y muchas otras veces son ideas que quedan en el olvido, por rebuscadas o demasiado sofisticadas para el público masivo.
En 2015 propusieron consumir la Coca Cola Light de una manera bastante diferente: como un trago de quinotos, hojas de albahaca y un adorno de jengibre, que además requería el uso de hielo, una coctelera y un mortero. Semejante complejidad formaba parte de la campaña publicitaria "Rituales" donde daban por sentado como habitual que habían personas que a la mencionada gaseosa la tomaban con pepinos o con gotas de limón, como si fuera una Pepsi Twist.
Una década más tarde podemos comprobar que una vez más triunfó la frase "para novedad lo clásico" y que el tradicional método de tomar la Coca Cola Light simplemente con hielo y con un sorbete como mucho y nada más siguió siendo la combinación ganadora...
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