En tiempos de crisis como fue el caso de 1989, los mayoristas cobran protagonismo y aparecen con gran cantidad de avisos y dedicatorias en los medios de difusión, y en una fecha complicada como iba a ser esa Navidad de hace 35 años ahí estaban ellos dando mensajes cargados de un optimismo y esperanza que mucho no se veía por las calles. En un principio tenemos un aviso de la patota amiguera perteneciente a la cooperativa del Mayorista Amigazo (propiedad de los hermanos Mellicovsky), un negocio clave de los años 80 y que si bien dejó de existir a mediados de la década entrante representó un buen antecedente en algunos aspectos técnicos sobre el negocio mayorista, siendo por ejemplo de los primeros en ofrecer un registro electrónico de las compras solicitadas por clientes recurrentes, ofreciéndoles un aparato a ellos para solicitar sus pedidos desde allí, en una suerte de e-commerce muy precario.
En un segundo aviso de salutaciones aparece el Autoservicio Mayorista La Loma, que no sólo se jacta de buenos precios sino ser los que mejor atienden. La historia de esta empresa no dista mucho del mundo de Amigazo: las búsquedas sobre La Loma arrojan varios PDF sobre la quiebra presentada en 1999, que tuvo varios episodios burocráticos a lo largo de estos años (2003, 2008 e inclusive 2024) pero aparentemente sin resolución todavía...
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