Puede ser posible vender una afeitadora tradicional y decir que es mejor que una eléctrica? Desde la publicidad todo puede ser posible y en 1979 Gillette se animaba a decir que su modelo Techmatic ajustable era capaz de una mejor afeitada que la competencia (por ejemplo que la Philishave) gracias a que lo hacía "al ras" y junto a su slogan "la ganadora silenciosa" pretendía sumar otra ventaja más: ser un producto armónicamente callado al lado de las ruidosas máquinas de los años 70. La presentación original del producto incluía un estuche con manual de instrucciones pero para países como Argentina también venía el formato económico que vemos en este aviso de hace 45 años: la afeitadora simplemente pegada a un cartoncito sin aditamentos.
La maquinita Gillete Techmatic nació en 1965 y representó un importante avance tecnológico por su curioso sistema de una "cinta continua" de corte, todo un circuito interno afilado que se insertaba en un cartucho con capacidad regulable de afilado que prometía que el usuario no se viera obligado directamente a tocar la hoja de afeitar, jubilando a las navajas. Su falta de practicidad sumado a que requerían de repuestos exclusivos la convirtieron en un producto que cayó rápidamente en desuso por las ahora clásicas afeitadoras de doble cuchilla...
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