El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 25 de junio de 2024

Un Graffiti en mi interior (1994)


En 1994, mientras Danone comenzaba a adquirir gran parte de la alimentaria Bagley, uno de sus productos estrella en la década pasada recibía un importante refresh para comenzar una nueva era. El chocolate relleno de oblea Graffiti cambiaba su imagen y entre las novedades que tenía para su relanzamiento, para aquellas presentaciones en caja de cartón de varias unidades (como el frente que vemos en la imagen, con vencimiento en Enero del '95) traían de obsequio un elemento olvidado en el tiempo pero muy adecuado para la época: los denominados "stickers Graffiti" que se ven a la derecha de la foto, que no son otra cosa que aquellas clásicas calcomanías que entregaban las casas de revelado de fotografías para adornar las fotos con distintos globitos o expresiones. Una costumbre que sigue existiendo en el presente con los globitos o cartones que muchos se sacan en eventos, boliches o cumpleaños, sin hacer mención a todas las ediciones digitales que también pueden hacerse.
Otro signo importante del paso del tiempo que se ve en el recorte de cartón es la dirección de la fábrica de Bagley: corresponde a la calle Montes de Oca en el barrio de Barracas. Dicha dirección fue de las más duraderas que supo tener la fábrica de galletitas y de la legendaria Hesperidina, mas no la primera: la compañía fundada en 1864 llegó allí recién en 1892, creando un gigantesco edificio de estilo inglés y permaneció ininterrumpidamente hasta 2004 cuando Danone decidió que la totalidad de la producción de sus galletitas iba a hacerse en Villa Mercedes, San Luis. Posteriormente en 2008 en ese mismo sitio se produjo la remodelación a edificios de departamentos.
Volviendo al Graffiti estrenado hace 3 décadas, este diseño y el chocolate en sí desaparecieron al poco tiempo sin dejar rastro hasta 2017 cuando Arcor decide reflotar el producto aprovechando que Nestlé había decidido importar el Kit Kat, la idea originaria del Graffiti. Ahora bajo la marca Cofler, el nuevo Graffiti supo ganarse su público, tener nuevas variedades (como limón o chocolate blanco) y en 2023 tener una nueva versión de base que es la que vemos en la segunda y última foto: sin cambios en el sabor el tradicional chocolate ahora trae una brillante decoración tricolor para reforzar el concepto de su nombre... 

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