Cuando apareció en 1993 aquella (paradójicamente) agresiva y muy producida campaña publicitaria de Telefónica de Argentina con varias figuras famosas (Bernardo Neustadt, Sergio Goycochea, Patricia Sosa, Félix Luna) hablando sobre la necesidad de cuidar los teléfonos públicos, tuvieron una gran aceptación por su noble mensaje pero pocos recordaron que este tipo de comunicaciones ya los venía diciendo Entel 14 años antes y de una manera más amplia: en 1979 la Empresa Nacional de Telecomunicaciones lanzaba una campaña gráfica al momento en el que el teléfono efectivamente era "el medio de comunicación más cómodo y rápido" y no sólo se quedaba advirtiendo que no había que agredir a las cabinas naranjas públicas sino también cuidar los aparatos de la casa, permitiendo que únicamente personal autorizado los manipule y eventualmente los repare.
En ambas campañas prevalecía el concepto de que destruir estos aparatos implicaba "silenciarlos" pero lógicamente en su época estatal el lenguaje iba más abocado a dejar en claro que lo que se cuidaba era lo propio: cuide su teléfono o proteja su teléfono naranja. Ah, y se ve que no estaba de moda vandalizar un teléfono con los Ramones...
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