El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 24 de marzo de 2024

Cosas de otro país (1979)


Algunos avisos pertenecientes a la Dictadura Militar para el año 1979: por aquella época se hizo popular una propaganda gráfica donde se le colocaba a la gente un sello de "responsable" en la cabeza. Dicho aviso fue la fuente de inspiración de Antonio Gasalla para la creación de su famoso personaje de La Empleada Pública, y por la misma época inspiró también a los editores de la revista Gente a hacer su propia versión del mismo aviso y poner como protagonista a una mujer de mediana edad con el mismo sello en su frente (que no debe haber sido muy sencillo de dejar marcado) a quien sutilmente se le refrenda que no debe hablar estupideces por teléfono ya que por culpa de ella otro no pudo usar la línea y eso no vendría a saer tanto culpa de ENTEL necesariamente, ni dejar de hacerse cargo de la educación de su hija, de qué es lo que lee, adónde se encuentra en este momento, a qué hora se va y vuelve, de lo que ve en la tv más allá del horario de protección al menor (porque "no hay que echarle toda la culpa al Estado") para así evitar todas las desagradables deformaciones en la educación, ya que no hay que olvidar que "el hábito hace al ladrón"...


Por otro lado, en esa misma revista Gente se publicitaba otra de las publicaciones de Editorial Atlántida: se trataba de Somos, que en esa semana de 1979 trataba sobre lo cara y mala que era la televisión estatal. Si en ningún país serio se gastan estos millones para mantener los canales, vale la pena que el Estado compita consigo mismo, si el fin y al cabo el encendido viene bajando de forma ostensible?

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