El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 15 de noviembre de 2023

La imprecisa levedad de Ser (1993)


Ya habíamos comentado varias veces que en 1993 se había lanzado la marca de productos Ser de La Serenísima, los cuales empezaron lentamente a reemplazar a la línea Diet que la misma empresa venía haciendo en los últimos años, dando desde el punto de vista del marketing que eran un salto cualitativo de productos para el cuidado de la figura por prometer contener "0% grasa y colesterol". El halo de imprecisión que siempre caracterizó a esta marca ya se percibía en esos primeros meses de vida por parte de la gente de la revista Humor: en su sección de medio ambiente llamado Humus en Noviembre del 93 publicarían este artículo artículo tratando de desmenuzar exactamente qué era ese salvador y milagroso producto lácteo verde clarito que prometía ser algo más que los simples y mortales descremados conocidos hasta el momento. 
Lo que ahora puede ser más habitual de discutir o denunciar empezaba a hablarse cada vez más: el misterio de las etiquetas de los productos y, como en el caso de Ser, promoviendo la confusión del consumidor. En aquél entonces sorprendía que apareciera un producto que se vendiera como leche descremada pero en letra pequeña dijera ""bebida láctea a base de leche descremada" y tampoco cerraba qué era eso del "Simplesse", un supuesto compuesto de proteínas lácteas que ayudaba a darle buena consistencia a los yogures pero que hoy lo vemos como un fermento pariente de los lactobacilus GG que vendrían años después. A la edición siguiente (una quincena más tarde) la revista se vio en al necesidad de hacer la aclaratoria publicada a la derecha de la imagen, ya que en una de sus fotos no se leía correctamente la leyenda que se pretendía mostrar, aunque la imagen que dan en reemplazo tampoco tiene la mejor de las definiciones.
A pesar de poner el ojo en que las supuestas bajas calorías no eran tales o bien no eran algo para exagerarlo tanto, la publicidad hizo lo suyo y este año Ser cumplió 30 años ininterrumpidos en el mercado nacional con todo tipo de productos (galletitas, aguas saborizadas, golosinas) aunque su fuerte sigue estando en el mundo de los lácteos que hoy maneja Mastellone-Danone Argentina junto con Arcor. Gracias a la siguiente imagen, una publicidad de ese mismo 1993 con la modelo Virginia Elizalde tenemos presente que el primer producto que inició esa larga saga fue un yogur con frutas que tenía su propio auspicio (decían ser de Granja Iris) y que en esos primeros tiempos eran de jugar de manera shakespeareana con su propio nombre, que se estaba dando a conocer para instalarse por un buen tiempo...

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