Hace 30 años pisaba suelo argentino una estrategia de marketing que dos décadas antes había dado comienzo a la famosísima "Guerra de las Colas" en Estados Unidos" y prometía ser sumamente polémico: era el Desafío Pepsi, que en su USA natal desde su creación en 1975 había ayudado enormemente a posicionar a la marca tras su gran rival, la siempre primera en publicidad y ventas Coca Cola.
El desafío era bien sencillo: una prueba " a ciegas" de probar dos vasos de bebida cola y decir luego cuál había resultado de mejor sabor. Sin los sesgos de las etiquetas, según los publicistas de Pepsi la mayoría de la población independientemente de su bebida de cabecera o su región de pertenencia (en Estados unidos se "pertenecía" a tal o cual bebida como un club de fútbol) elegía Pepsi como la mejor, demostrando que, tal vez, muchos sólo tomaban la competencia por hábito, costumbre o tradición pero no por verdadera calidad. Antes de que lleguemos a la Argentina de 1993, ya estaban dando vueltas los trucos publicitarios que hacían que se cumpliera donde fuera la estadística que siempre beneficiaba a Pepsi: que el vaso de Coca estaba más tibio, que la Pepsi al ser más dulce y consistir el reto en sólo un sorbo la lengua se queda con dicha elección, que había formas de etiquetar los vasos que inconscientemente fomentaban la elección, etc. Tras este primer golpe de Pepsi los contragolpes de Coca Cola a lo largo de los años 80 y las sucesivas respuestas de Pepsi (desde campañas publicitarias estrafalarias hasta la tristemente célebre New Coke) fueron un gran divertimento publicitario en épocas en las que ni se soñaba con un octógono sobre exceso de azúcares.
Volviendo a la Argentina, el Desafío Pepsi llega entonces cuando ya era conocidísimo en todo el mundo y aunque tampoco contaba con toda la transparencia del mundo la difusión de la información no era como el presente: ahí nomás de empezar el desafío arrancó rengo ya que las regulaciones publicitarias argentinas prohíben absolutamente nombrar a la competencia así que a diferencia de los avisos de otros países en los avisos nacionales la botellita de Coca Cola apareció totalmente censurada. Así y todo la campaña tuvo luz verde y durante unos días algunos consumidores pudieron someterse al "desafío del sabor" acercándose a Unicenter, Estación Once, Shopping Sur y stands rotativos a lo largo y ancho de Capital Federal y GBA... pero no durante mucho tiempo.
Como si la Argentina fuera una burbuja de lo que pasa en el resto del mundo (aunque a veces lo pareciera) Coca Cola Argentina no permitió la continuidad de dicha campaña y a apenas una semana de lanzada (probablemente adrede, esperando que Pepsi derrochara todo a más no poder y luego quedara pedaleando en el aire) la suspendió por una orden judicial. El segundo aviso publicado corresponde a esa segunda época, tratando por todas las vías de salir airosos y cancheros igualmente: ese mismo estilo también aparece en la publicidad televisiva que protagonizaba un joven Julián Weich, la figura de Pepsi de ese momento. La suspensión se aclara en todo momento que fue provisoria y efectivamente fue así porque 2 años después el Desafío Pepsi, con el mismo Julián Weich y la misma técnica sí se pudo hacer en su totalidad y oh sorpresa, la mayoría eligió Pepsi como el sabor ganador.
No son pocos los que se preguntan por qué Manaos o similares, ya que les gusta la pica con Coca Cola, hizo alguna cosa similar en el país... estará patentado este desafío? puede ser, aunque vale recordar que tuvo muchas copias a lo largo de los años (a veces realmente queriendo demostrar veracidad, a veces burlándose de que justamente es imposible hacer algo así) como por ejemplo la del famoso "Desafío de la Blancura" de los jabones Duplex/Ace donde también comparaban, de manera solapada, medias blancas de diversos jabones en polvo...
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