El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 4 de octubre de 2023

Se acabó la ciudad soleada (1993)


El día después de las elecciones legislativas de 1993 no solamente había que estar pendiente de los noticieros y programas periodísticos sino que ese 4 de Octubre también ocurriría un hecho importantísimo en el mundo de las golosinas argentinas, tal vez ignorado pero que hoy hay que revalorar. Ese día en los mismos diarios que se dedicaban a hablar sobre los resultados electorales y el nuevo país que seguía de ahora en más aparecía una publicidad enigmática de Bagley Chocolates en el nombre del querido chocolate Tubby diciéndonos que en los 5 canales de tv abierta se iba a estrenar un nuevo comercial a propósito de la llegada de su nueva imagen, el primer gran cambio que le estaban por hacer a aquél producto que una década antes había causado sensación con el "Yo soy un Tubby que andaba solo en una cuidad pesada...", luego de algunas vueltas y jingles remanidos la gente de Bagley estaba queriendo dar vuelta la hoja definitiva a aquella época naif y colorinche trayendo su oblea bañada rápidamente a la nueva década para evitar que empiece a parecer algo demodé para las nuevas generaciones.
En qué consistía eso de que " 4 por 6 más 5 por 6 más 6 por 6 igual a 18"? Porque a partir de ese momento jubilaban al Tubby 3 mientras que sacaban a la cancha las nuevas variedades 5 y 6. Y estas 3 nuevas barras bañadas de Tubby (es decir el nuevo 4 y los flamantes 5 y 6) estaban hechos con 6 capas por igual, de esta forma los tres se acompañaban del "x6" en el aviso, y como eran tres variedades si se sumaba el "x6" tres veces obtenemos 18, es decir 3x6=18... se entendió? No? Muy rebuscado? Bueno, no se preocupen porque para la mayoría de la gente fue igualmente rebuscado y el concepto de relacionar estos números con el 18 y la mayoría de edad y jóvenes bailando en boliches comiendo los nuevos Tubby terminó durando muy poco. 
Lo que pretendió ser una lavada de cara cool para salvar a la querida golosina de Bagley fue un verdadero tiro por la culata... y ahora cómo se seguía? La solución vino de la mano de dos palabras: Diego Capusotto. El humorista para el año siguiente realizaría una serie de memorables y bizarros comerciales relanzando una vez más el Tubby y esta vez sí se lograría el objetivo de modernizar el producto para la nueva década, haciendo de cuenta que la extraña campaña bolichera y de cálculos nunca existió. Tan bien prendió la imagen de Capusotto que existiría una segunda campaña con él donde se anunciaría el cambio de los envoltorios del Tubby, retirando las caras de jóvenes que quedaban de la fallida campaña anterior por unos más simples, también en este caso locutados por Enrique Alejandro Mancini, haciendo un estilo que casi lo emparentaba con un futuro Pedro Saborido. De todas formas tampoco Capusotto haría milagros y a pesar de los esfuerzos en lo que quedó de la década la venta de Tubbys fue en franca decadencia, no volviendo a tener ninguna otra campaña de renombre. En sus últimos años de existencia (por lo menos hasta 2004-2005) se llegaba a vender con el envoltorio mitad blanco y mitad negro, es decir con el mismo diseño de los alfajores Blanco y Negro de Bagley de entonces, el que habían adoptado en los años 90. Pero para muchos el pobre Tubby quedó como un producto ochentero, que sólo se fabricó para ese momento y después nunca más. Gracias al Internet en estos últimos años (concretamente al usuario llamado Marcas Argentinas de Twitter) pudo saberse ya hace tiempo que su creador, rompiendo el anonimato de décadas, es Francisco Belloti y que él también es el padre del Graffitti (que sí volvió de la mano de Arcor-Cofler), de las Tentaciones Mousse, del chocolate y bombones Amore y de los alfajores mencionados previamente. Semejante prócer humilde de las golosinas derivó en que fuera declarado vecino destacado de Vicente López, su municipio de origen, en 2022.
La actual Arcor supo coquetear muchas veces con hacer regresar la marca pero sólo quedó en promesas, teniéndolo presente en los aniversarios de Bagley como si lo siguieran fabricando (cosa que no hacen con ningún otro producto discontinuado) aunque si volviera habría que ver si las nuevas generaciones quisieran comerlo o resultaría algo desconocido frente a , por ejemplo, un Nugaton. Lo más cerca que se estuvo en el presente, según los que saben, de que alguna golosina imitara las características del Tubby fue con la barra importada llamada Golpe, fabricada por la chilena Dos en Uno, casualmente otra empresa que le pertenece a Arcor.
Hoy para seguir alimentando el mito adjuntamos más material inédito de esta golosina: sabían que en los años 90 llegó a editar tarjetas de salutaciones? Con un papel de no muy buena calidad servían para algún mensajito amistoso como las que estaba de moda comprar en alguna casa de regalos o quiosco. Y además, un envoltorio de Tubby 6 con los polémicos diseños bolicheros que pocos recuerdan, embelesados por el jingle de Rubén Goldín y los bolsillos de la ciudad soleada... 
   


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