El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 3 de mayo de 2023

Estar cerca es muy bueno, pero adentro es mejor (1993)


A partir del 3 de Mayo de hace 3 décadas parecía que estaba por llegar un fenómeno tecnológico a la televisión argentina que marcaría un antes y un después pero que fue apenas se convirtió en un pequeño recuerdo para algunos nostálgicos de los 90: ese mismo día Canal 13 colocaba a lo largo de su programación fragmentos muy pequeños de imágenes que con unos lentes que previamente se debían haber comprado, se podía ver una especie de efecto tres dimensiones. El fenómenos fue tremendamente publicitado y hasta la inocente revistita de El Agujerito sin Fin se vio afectada por el estreno y no era para menos: el ciclo infantil de Julián Weich, Nancy Duplaá y Eugania Molinari era uno de los programas principales que iba acontar con aquellas preciadas piezas 3D además del magazine 360 todo para ver y Telenoche. Como afirma el suplemento, los lentes podían comprarse en kioscos afortunados, locales Pumper Nic y Musimundo.
La tecnología alemana llamada Nuoptix era la que nutría tecnológicamente a estos "microprogramas" que nunca excedían los 3 minutos de duración: estrictamente no podían durar más que eso ya que usar estos anteojos por más tiempo podían generar alguna sensación de mareo o dolor de cabeza para el espectador. Estos fragmentos, como nos permite revivir Youtube, siempre se trataban de un recorrido en continuo movimiento: alguna ciudad europea o hasta notas en el país se hicieron así, dando la sensación de ser filmadas desde la ventana de un auto que no tenía tiempo para frenar. Quien poseía los lentes obtenía efectivamente una sensación de profundidad ya que la imagen estaba producida por dos cámaras ("Steadicams") que filmaban casi pegadas, pero quien no los poseía podía ver igualmente sin problemas la imagen y no se quedaba con el típico patrón rojo-azul de los lentes tradicionales. 
En otros países se llegaron hasta a producir programas completos especiales dedicados al fenómeno Nuoptix: el más resonante quizás sea la serie animada Yo Yogui de Hanna Barbera de 1991, versión adolescente del tradicional oso de caricaturas que en esta nueva versión contaba con los mentados fragmentos en 3D entre episodios y para verlos había que conseguir los anteojos (que eran iguales a los argentinos obviamente) en los cereales promocionales de Kello's correspondientes. Otros ejemplos los tuvo en ese mismo año la TVE en España, una publicidad en 1989 durante el famoso Superbowl de Coca Cola Diet, el programa chileno Martes 13 en 1992, un episodio de 1993 de la mítica serie británica Doctor Who, un episodio de la sitcom estadounidense 3rd Rock from the Sun, un ciclo mexicano infantil en 1997 llamado Fabulojos, una serie de documentales sobre tiburones en el año 2000 por parte de Discovery Channel y hasta ciertos fragmentos de videojuegos, todos mostrando el mismo contenido que venimos diciendo, el cual siempre debía ser filmado de derecha a izquierda y hasta a un ritmo preestablecido, con posas posibilidades para la innovación... pero en Argentina no pasaron de los fragmentitos ya mencionados ni tampoco sobrevivieron específicamente a la temporada 93. Y a pesar de la esperanzadora y atractiva descripción que desde radio, tv y medios gráficos el Grupo Clarín le quiso hacer a esta novedad, mucha gente se quedó con la sensación de que fue demasiado pequeño para semejante campaña o directamente el extremo del fiasco absoluto, una mentira donde el 3D no existía ni de casualidad.
Sea como fuere, no está de más la oportunidad de hojear nuevamente un suplemento completo de El Agujerito sin Fin de esos años, donde además de la novedad de los anteojos ya comentados no dejaba de sorprender la manera en la que se dirigían a su público infantojuvenil, bastante diferente y pretendiendo una mezcla entre madurez e intelecto en comparación al promedio de contenidos de la época. No me imagino a Cris Morena o a Xuxa en esos mismos momentos cuestionando en esa misma época la manera en la que se encaraba la sexualidad de las menores de edad. Y en el medio de esas reflexiones, los típicos avisos del Club del Agujerito  o de las golosinas Billiken... 


El fenómeno de los lentes 3D de Canal 13 en ese Mayo de 1993 también había llegado a la tapa de revista Noticias: así como en 1991 le había tocado a Telefe, ahora la revista de Editorial Perfil graficaba con los archipublicitados lentes el gran crecimiento de imagen y rating que estaba teniendo la señal desde que había sido adquirida por el Grupo Clarín 4 años antes. Lo de que "inventó la TV 3D" como sabemos no es así sino simplemente se dedicó a exhibir los cortos alemanes y producir alguno que otro (y hasta poner parodias de ellos como hizo Jorge Guinzburg) pero de ahí a inventar están muy lejos. Aún conservaba su logo del número 13: si bien había sido estilizado el año anterior aún faltaba la llegada del Sol tetracolor al año siguiente. Los lentes, aparentemente dibujados a mano, que se colocan por delante de ese número, reflejando justamente los colores rojo, violeta, amarillo y naranja, parecían predecir sin darse cuenta la llegada de ese famoso solcito...

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