Hubo un tiempo en que fue común que empresas farmacéuticas comercializaran endulzantes de mesa. Uno de los casos más conocidos fue el de Abott que poseía el famoso Sucaryl pero allá por 1982 la aún conocida Gador tenía su propio endulzante y lo publicitaba de esta manera. Se llamaba Sudulce y en sus avisos contaba con breves historietas creadas por el gran Carlos Garaycochea: Sudulce disponía de un anvase liberador de pastillas que se jactaba de ser anunciado como "muy lindo" aunque también disponía de la clásica presentación en gotas.
Si de endulzates se refiere, Garaycochea también se encargó de ilustrar los sobrecitos del azúcar Lapataia. En cuanto a Sudulce, cayó en el olvido bastante rápido aunque continúan fabricando medicamentos populares como el Reliverán, Biletan o los dentífricos Squam. Y al margen de todo: resultaba curioso que en un año como ese, que quedaría marcado por la guerra, el slogan que porponía que producto invitaba a vivir de una manera más dulce y pacífica...
No hay comentarios:
Publicar un comentario