Tanta publicidad actual de gotas y colirios para ojos puede hacer creer que se tratan de un producto nuevo, de esta era, caracterizada por tantas pantallas. Pero aunque este estrés ocular no existiera en esa dimensión, ya por 1971 podíamos encontrarnos con un aviso que con algunas salvedades se empareja perfectamente con los de estos años. Las gotas Murine (creadas por Abbot, los mismos que comercializaban el endulzante Sucaryl) prometían proteger contra el humo y el polvillo pero también de "la lectura": así descubrimos que aún leyendo en papel de la manera más clásica ya estamos estresando la vista. También se nombraba el endemoniado televisor de tubo, el ancestro de nuestros smart phones y smart tv's pero la lista sigue con agresores que la publicidad olvidó seguir recordando como la arena, el reflejo del sol o los deportes acuáticos. Sea cual sea el problema, los ojos hasta recuberaban brillo.
A vuelo de pájaro el perfil del consumidor de las gotas Murine parece que tenía tiempo de estudiar, hacer deportes, informarse por tv y hacer actividades al aire libre. En cuanto a ver los colirios actuales y sus usos...
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