Hay que ser forros!

En un nuevo día mundial de la lucha contra el SIDA podemos recordar diferentes maneras por las cuales las propagandas de la época reflejaban lo que significaba el VIH en la sociedad. La famosa "época oscura" que representó la década del 80 provocó la creación de las campañas más cruentas, agresivas e impactantes aún hoy: a medida que fue pasando la década y la información le iba ganando al miedo y el prejuicio las campañas dejaron de intentar asustar o decretarle la muerte al lector (sobre todo si era homosexual) sino mas bien intentar concientizar el sexo seguro y el uso del preservativo sin importar orientación sexual, raza o religión. 

Este recorte de la revista Muy Interesante de 1991 rescataba las mejores campañas internacionales de los últimos años, aquellas que resultaron valiosas y pudieron ganarle al paso del tiempo: de ellas la que más se ubica es la española de "Sí da, no da" que en su país natal nació en 1988, que la misma revista terminó auspiciando para mayor difusión y que en Argentina fue replicada en los últimos años del alfonsinismo. Con la llegada del menemismo se retrocedió en la concientización, realizando campañas con famosos (el presidente incluido) pero donde ni siquiera se nombraba el preservativo, o bien una campaña muy abstracta sin entrar en detalles que sería recordada por su slogan "Cuidate Querete", tan replicada por los personajes de Capusotto.

Es por eso que durante esa década los avisos interesante sobre el tema no eran necesariamente oficiales: por ejemplo esta imagen de 1996 del Consejo Publicitario Argentino (asociado a la Fundación Huésped) donde al envolver un lápiz labial dentro del profiláctico se comunicaba que "el preservativo dejó de ser cosa sólo de hombres", haciendo juego con aquella campaña del mismo consejo un año antes que decía "para tener VIH basta con ser humano". Otro hecho importante comenzaba a ocurrir en la comunidad científica durante esos años: el arribo de los cócteles de medicamentos que irían cambiando radicalmente la concepción del VIH hasta dejarlo con la etiqueta actual de "enfermedad crónica tratable". La tapa del suplemento Radar de Página 12 de principios de 1997 reflejaba ese momento, donde por lo reciente del fenómeno recibían la llegada de los nuevos medicamentos con cierta desconfianza. Hoy por suerte su eficacia no se discute.