En 1961 ésta era la receta que Nestlé le regalaba a sus consumidores con una triple función: que fuera un postre rico, que a al vez tuviera algo de nutritivo y por supuesto que ocupar algún producto Nestlé en su preparación. Ese producto era la leche condensada en lata y la receta era un flan con 3 huevos que gracias al aditamento de la misma se volvía un postre que "le brinda más nutrición" y confianza por ser de una marca de renombre. Pero si realmente andaban con ganas de tomar leche consensada (que no se agria y ya trae azúcar) y lo del flan era medio trabajoso se publicaban sugerencias de consumo con café con leche o con dulce de leche.
A primera impresión esta idea publicitaria de hace ya 60 años puede parecer antigua pero podría ser perfectamente adaptable a los tiempos actuales con las marcas haciendo videos cortos para redes sociales mostrando cómo hacer un flan de manera práctica y sencilla "y con solo 3 ingredientes"...
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