Hubo un tiempo en el que el concepto de "horno autolimpiante" era algo futurista para soñar y si se cocinaba con frecuencia lo más probable es que se lo debiera limpiar manualmente y lo más regularmente posible.
Uno de los más conocidos se llamaba simpáticamente Hornolím, y se lo vendía como vemos en este aviso de 1961, junto a un extraño slogan del 2 a 1. No se asusten por la expresión "inodoro" porque solo sirve para limpiar el horno, pero sin dejar algún olor desinfectante desagradable que se pase a la comida. Pueden haberse desarrollado con los años otras marcas como el inefable Mr Musculo, el impronunciable Easy Off (antiguamente Zebra) o el Cif pero Hornolím a pesar del paso del tiempo ha logrado mantener un público cautivo inclusive mucho más diverso que sólo amas de casa. Aún es posible conseguirlo en la actualidad en formato pasta ampliando sus servicios a la limpieza de parrillas e inclusive ofrecen otro producto: el quita sarro y óxido que aunque no se use necesariamente para hornos conservó el nombre...
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