El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 24 de noviembre de 2020

Un Jugo con gusto a poco (2010)



Hace una década se concretaba la llegada al mercado de un producto bastante peculiar: una bebida que dio más que hablar tras su desaparición que cuando aún estaba en circulación. En Noviembre del 2010 la división de jugos de Coca Cola (la misma que trajo el Hi-C a principios de los 2000 y luego se encargó de administrar Cepita) lanzaba al mercado argentino a Hugo, "el que le puso leche al jugo": si ya existía el té con leche, el mate con leche y el café con leche... por qué no probar vendiendo jugo con leche?
Su campaña de lanzamiento fue bastante importante: en un principio se hablaba de Hugo como una incógnita, sin dar demasiados detalles. En ese marco se lanzaron remeras publicitarias como las de la foto, en donde se invitaba al desprevenido transeúnte que se topara con esa remera a ingresar al sitio web en donde se continuaba con el juego de descubrir a este personaje. Visto a la distancia varios elementos de vanguardia se utilizaron en ese entonces como la creación de un usuario de Twitter con el nombre de la marca o anuncios en páginas web en donde el supuesto Hugo no daba la cara pero presentaba su bebida como si fuera un Youtuber cualquiera. Visto en perspectiva se trataba de una idea que llegaba al país un poco tarde: Hugo ya se estaba vendiendo por lo menos un año antes en otros países de la región como Perú o Chile. En dichos países acusaron rápidamente al producto de ser un plagio de una bebida vendida en Inglaterra llamada Innocent, pero la marca en cuestión también le pertenecía a Coca Cola. Sus sabores eran tres: naranja/banana, manzana y durazno.
En fin, a pesar de una aparente campaña tan alegre, tan simpática, tan chanchera, tan joven, tan cool y descontracturada... el producto en cuestión se considera un fracaso y de manera ultra fugaz se dejó de vender, incluso cuando haían consumidores tratando de descifrar todavía quién era ese tal Hugo, "el que barrenea en leche y surfea en jugo". ¿A qué se debió entonces el fracaso? Hay muchas monografías en la web dando versiones diferentes: que defraudaron al público por mentir con sus proporciones de leche (traía 3% en lugar del 50% que supuestamente se anunciaba), que se estaba gestando un contexto en donde la población concebía que la leche ya no era tan beneficiosa como antes, que los intolerantes a la lactosa estaban totalmente excluidos, que perdían en la góndola contra el jugo puro porque "la gente considera eso más natural", que hacerlo casero era más barato que comprarlo o razones aún más lapidarias como que daba muchos gases, tenía un gusto empalagoso o era definidamente de feo sabor.
Al final se convirtieron en un experimento adorado por los publicistas debido a lo arriesgado del proceso creativo pero despreciado por el público en general que lo ninguneó o no se terminó de enterar al final qué era.
Y así concluye la breve pero intensa historia de este híbrido de jugo y leche que permanece como un mito par algunos y para otros fue una mala decisión marketinera... como sea, permanece guardado en la vitrina de locuras de Coca Cola al lado de la Nativa o la Coca Life. capaz que si contrataban a Hugo Arana o a Hugo Varela la cosa era diferente...

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