A medida que las aerolíneas (las que quedan en pie) van
teniendo autorización para volver a volar, se ven en la obligación de cumplir
protocolos en donde la gente debe estar con la oca cerrada y tapada con barbijo
el mayor tiempo posible. Es por esto que automáticamente el título catástrofe
de varios portales fue “aerolíneas prohíben el alcohol en sus vuelos”, aunque
en la realidad también se estaban refiriendo a todo tipo de líquidos y comida,
pero lo del alcohol “prendía” más, justamente.
Por esto mismo parece que nos encontramos en las antípodas
de lo que supo ser este aviso de 1989 de Aeroperú: un pleno regocijo de todas
las bebidas alcohólicas que ofrecían en sus vuelos. Un servicio aparentemente
tan bueno que podía llegar a llevarte hasta “el éxtasis” por medio de un vaso
tras otro de pisco, bloody mary, Martini, whisky, vinos y cervezas. Sin
embargo, también había servicio para abstemios con jugos, gaseosas o agua
mineral: gracias a la foto del aviso presumimos que entre las bebidas no
alcohólicas estaba Canadá Dry.
Una década más tarde AeroPerú desaparecía del mercado tras
cerrar sus operaciones: hasta 1993 era una empresa estatal y ese año había
pasado a manos privadas, viviendo en 1996 un funesto accidente mortal (el único
de su historia) que la dejaría a las puertas de su quiebra definitiva 3 años
más tarde.
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