Una publicación de hace 10 días de nuestro sitio amigo
Kioscazo nos hace recordar que no le dimos suficiente manija a esta noticia ya
un poco antigua: cuál iba a ser el destino de las golosinas Billiken luego de
muchos años de permanecer bajo el mismo dueño y tener en un breve período de tiempo
varios nuevos padres y hasta nuevas nacionalidades. Y para graficar esta
intrincada crónica tendremos dos imágenes: la primera de 1999 y la segunda de
2019.
Es demasiado intrincado hablar de esta marca sin que se nos
crucen resultados referidos a la revista de Atlántida: lo único que no pudimos
resolver fue por qué dos productos infantiles tenían el mismo nombre y nunca
pertenecieron a la misma empresa, sin que existieran problemas de derechos
entre ambas. La revista nace primero, y los caramelos aproximadamente en 1968,
cuando Darío Rodríguez de la Fuente (la empresa fabricante de las pastillas
DRF) inaugura una planta dedicada a la fabricación de caramelos y no sólo
pastillas. La época de esplendor de esta fusión ocurre entre los años 80 y los
90, con productos tan icónicos y eclécticos como las latitas de caramelos, las
grageas frutales, las golosinas de Magic Kids o el inolvidable Pete. Desde 1992
Bonafide es el encargado de distribuir ambas marcas en sus locales: la firma
cafetera había sido adquirida por la chilena Carozzi en 1990, y 4 años más
tarde se quedaron con la empresa de golosinas y gomitas que estamos comentando.
Ya que nombramos al Magic, los chocolatines de Vaquita que salían con su logo
llevaban el sello de Bonafide, justamente.
La sociedad continuaría sin cambios hasta el nacimiento de
una nueva empresa en 2008: CALA (Compañía Alimenticia Los Andes), que le
pertenecía a Carozzi y a Molinos Río de la Plata. Esta sociedad se encargaba de
la producción de todo lo de Billiken y DRF, además de aquellas delicias que en
Chile salían con el nombre de Costa (propiedad de Carozzi) y acá llevaban el
sello de Bonafide: Mecano, Bis, Nugatón, Donuts, Chocman, Blackman, los
confitados Vizzio, las mentitas Ambrosoli, etc. En 2012 Molinos (que a
principios de dicho año había comprado el Chocoarroz) se anima a quedarse con
el 100% de la tal CALA: ese ciento por ciento duró poco, ya que un año más
tarde el Nugatón y el bocadito Bonafide son devueltos a Carozzi. El negocio
golosinero le sigue sin dar buenos resultados a Molinos y en 2014 se desprende
de Billiken/DRF: ahora pasan a ser de Mondelez, mientras ellos a cambio le dan
su negocio de pastas. Llegué aguardar una bolsita de Billiken con el logo de
Molinos por detrás, pero ahora no la encuentro…
Mientras Carozzi se vuelve a quedar con todo Bonafide en
2017, el destino de las gomitas y pastillas es diferente: “harán sociales” en
alguna publicidad de Mondelez como ya hemos subido, compartiendo cartel con
Terrabusi, Milka u Oreo, pero nunca se les sacó mucho el jugo. Avanzamos hasta
2018, y ese año La Dolce SRL (mayorista nacido en 1991, dicen que es dueño de
Vauquita) compra las marcas y se queda con otras que eran de Mondelez
previamente, como las pastillas La Yapa o las gomitas Yummi.
Esta famosa La Dolce es propietaria de varias marcas que se
están haciendo famosas últimamente: el malvadisco Gongys, las piedritas Bull
Dog, pastillitas Biyú (con un logo muy similar a Barbie) y otras pastillas
llamadas Yipi, con la misma forma y colores que La Yapa. De aquella fotito con
los caramelos Cachorritos (seguro que les sonaba perdido en alguna parte del
cerebro) llegamos a esta última foto de 2019, en donde por primera vez
Billiken, DRF, Yummi y La Yapa conviven con marcas que incluso fueron
imitaciones de ellas. Allá arriba de todo aparece Lacasa Sugar, una empresa parte
de Chocolates LaCasa de España, en donde existen desde 1852.
Y así llegamos a esta actualidad, en donde Kioscazo nos
relata que hay turrones marca Billiken, imitando los que ya se fabricaban
previamente (marca Lacasa y Piñata) y que deberíamos seguir teniendo novedades
de esta extraña fusión de golosinas de tantas épocas. A todo lo ya publicado
por Billiken y DRF (que no es poco), llegamos a este resumen que trata de
aclarar otras publicaciones donde todo se cuenta a medias. Ahora sí: háganme el
favor de dejar de fusionarse por unos años así descanso un poco los dedos. Y vayan
a comer algo con chocolate o gomita por favor: si esto no les despertó hambre…
Actualización Abril 2020: una pequeña y casi imperceptible muestra de los cambios de dueños que tuvo Billiken. Mientras en el frente de sus envases su logo no tuvo grandes cambios, por detrás supo aparecer el de Molinos y más tarde el de Mondelez (aquí se recortó de la parte psoterior y se puso en el frente): aún así, mientras las multinacionales se repartían este botín de gomitas, la mayoría de la gente ni se enteró...
Estoy conforme con el trabajo que está hacindo Lacasa con la marca Billiken, no creo que ofrezcan alguna novedad de gran calidad pero al menos estan poniendo en valor a la marca. Muy bueno su artículo sobre todas las firmas por las que pasó la marca... las cosas que se habran perdido entre tanto pasamano. Un saludos y gracias por la mención querido compi.
ResponderEliminarLa falta de conflicto entre ambas empresas es por las clases de Niza. Mientras dos marcas no pertenezcan a la misma clase, es perfectamente legal.
ResponderEliminarhttps://www.wipo.int/classifications/nice/nclpub/es/en/