El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 1 de agosto de 2019

Súper-infierno (2004)

El 1 de Agosto de 2004 se desataba la peor tragedia de la historia del Paraguay, que tenía como principal protagonista a una marca de supermercados: Ycua Bolaños. Puede que el nombre no les diga mucho, pero si les decimos de aquél famoso incendio en un shopping que derivó en que los dueños decidieran cerrar las puertas para evitar robos, acrecentando bestialmente el número de muertos… puede que lo tengan más presente.
La marca como tal nace en 1987 como una pequeña carnicería fundada por Juan Pio Paiva. Su nombre derivaba de un santuario ubicado la región de Caazapá, lugar de nacimiento del fundador. Ykuá significaba algo así como “pozo de agua” y Bolaños era el apellido de un monje franciscano. Para las ironías del destino, del santuario de Ycua Blaños se localizan aguas de manantial que se le atribuían en la antigüedad propiedades curativas…
Diez años después del nacimiento de la primera sucursal surge el Ycua Bolaños II, el Multiplaza. En 1999 aparece la sucursal III, Los Arcos. Finalmente llega en el año 2001 la cuarta sucursal, la más grande y costosa: el Ycua Bolaños Botánico. Prácticamente desde su construcción que este último local contaba con denuncias por su dudosa habilitación, pero no fue hasta el día de la tragedia que todos temores se materializaron.
El incendio comenzó por la acumulación de sustancias tóxicas en las chimeneas del patio de comidas del centro comercial, sustancias que se venían acumulando desde el primer día de funcionamiento. El incendio se propaga imperceptiblemente por dentro de las instalaciones hasta que es capaz de tirar el cielorraso de todo el establecimiento, provocando la muerte de varias personas en segundos. Luego ocurriría el funesto suceso de mandar a cerrar las puertas: además un policía tiraría 2 disparos al aire para advertirle a un bombero voluntario (su nombre era llamativamente Juan Valiente) que andaba de civil por el lugar que no intentara abrir las puertas por su cuenta. Para las arduas y extensas tareas de rescate colaboraron bomberos de la provincia de Formosa. El saldo final fue de 327 fallecidos, 249 heridos y, aún al día de la fecha, 6 desaparecidos.
En 2006 se intentó dictar sentencia por los hechos acontecidos: al no haberse podido probar la carátula de “homicidio doloso gravado” (los dueños del recinto sólo les cabía el “homicidio culposo”) se desató una batalla campal con las personas familiares de víctimas que estaban presenciando la lectura de la sentencia. Además de arrojar sillas contra los jueces por considerar las penas demasiado bajas, se sucedieron masivas manifestaciones a lo largo de todo el país y ataques y saqueos contra el resto de los locales Ycua Bolaños que seguían existiendo. A los pocos meses de estos sucesos, la marca fue vendida a Supermercados Salenma y Maria’s, sepultando para siempre este nombre de centros comerciales.
Muchos argentinos vieron el suceso por televisión, creyendo que algo de semejantes características no podía generarse en nuestro país, pero cuatro meses más tarde se iba a producir la tragedia de Cromañón, con demasiadas similitudes.
Aquél día del suceso en Paraguay, recuerdo haber estado viendo tv en familia: mi primer pensamiento fue decir que las puertas se habían cerrado justamente para que la gente siga comprando y no robe, recibiendo una gran desaprobación por los demás, aduciendo que lo más lógico (y humano) era que las puertas se habían trabado por otra cuestión técnica…
Dos meses después de la tragedia la revista Selecciones publicaría un artículo de opinión del escritor y periodista Augusto Roa Bastos, fallecido en 2005, que aquí reproducimos…



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