Que Los
Reyes no te sorprendan sin un oportuno regalito en la mano! Como todos los años
El Gran Libro de las Marcas abre opciones para todas las épocas y aptitudes.
Juguetes y productos ideales para esos locos bajitos… de cualquier edad.
Pasan
las décadas y la bicicleta sigue siendo uno de los más jugosos regalos que
pueden venir para esta época, por eso es el primer regalo sugerido. Los
establecimientos Brodway, tanto en el primer aviso de 1950 como en el segundo
de 1962, no sólo hacía muy buenas bicicletas sino también una gran cantidad de
medios de transporte, “joyas infantiles”: triciclo de cartero, lancha, jeep,
impala, karting, moto furgón y hasta la Alegretta, una sospechosa moto
inspirada en la Siambretta…
Hoy como
siempre, los juegos de mesa también son un regalo perfecto. Una de las
novedades presentadas en esta publicidad de 1992 es el Indicios, un juego de
Edukit que consiste en intentar adivinar a un personaje famoso en base a pistas
descifradas de a poco, hasta llegar al indicio más obvio…
El don
del ingenio humano para crear cualquier cosa en base a ladrillitos y tornillos
se hace visible con este genial juguete de 1972: el Plastikano de Everlindo.
Tal como lo sugiere su nombre, tan similar a Mekano, se trataba de un complejo
juego de construcción que permitía, manual
mediante, hacer grúas, manivelas y hasta un respetable robot ansioso de querer
golpear a los padres amarretes…
Siguiendo
con el diseño de juguete anterior, la creatividad también vuela con algo bien
maleable como la plastilina. La distribuidora Piel Rosé (también famosa por
vender todo tipo de muñecas) ofrecía en 1969 El Escultor, un juego que traía
“Plastina” para diseñar caras y cuerpos varios… ojo, este juguete tiene patente
pendiente.
Ideal
para niños ingeniosos que querían hacer sus propios juguetes y obtener así una autosatisfacción antes que recibirlo todo digerido:
en 1973 entre las hojas de Anteojito el quesito Adler auspiciaba esta serie especial
de juguetes troquelables que tenían como materia prima simplemente una hoja
pegada sobre cartulina y una cajita de Adler. En esta oportunidad se podía
armar una bandolina que, para alivio de los padres, no sonaba realmente sino
que tenía banditas elásticas de cuerdas…
Los años
80 fueron el boom de los juegos de mesa, y en 1984 la conocidísima marca Yetem
se daba el lujo de lanzar este aviso donde reconocía que el TEG era su juego
más preciado, pero se las ingeniaba para en unas oraciones chivear todo su
catálogo: encontramos así el Espionaje, el Decisión, el 1000 millas y el
Bakgammon, entre muchos otros…
Llega la
sección de muñecas. En esta oportunidad en este aviso de 1968 se ofrece la
línea denominada SuperSol Musi Muñeca. No se trataba de ninguna heroína sino de
una nena con cajita musical en su interior. Por se llegaba a ser un juguete
demasiado caro, la gente de SuperSol también ofrecía muñecas mudas: María
Aurelia, Glenda, Xenia y Sabila. Con semejantes nombres era imposible que un
juguetero no ubique qué muñeca se quería…
Una
marca inconfundible que sirvió de insulto para denominar a todos los “cabeza
dura” de la época: un imponente camión Duravit puede apreciarse en este anuncio
de 1977, que increíblemente sugería mil maneras de destruirlo a ver si podía
lograr destruirse. Dos detalles más para apreciar: el humor negro del
testimonio del nene sobre su papá y el toque emotivo como cierre de todo el
aviso, cuando se revela realmente cómo “quebrar” a un juguete así…
Los
libros para colorear, y más si son de personajes famosos, son siempre un gran
acierto, aunque luego de rayarse corren el riesgo de ser olvidados por ahí:
esta publicidad de 1992 trae a los Tiny Toon Aventuras de Steven Spielberg en
un libro de 32 páginas para colorearlos como a uno se le cante, dejando volar
la imaginación…
Podría
venderse perfectamente en el combo para los niños artistas que incluía el libro
para colorear: el afamado Espirógrafo, que permitía dibujar gran cantidad de
figuras si uno se daba maña. En este aviso de 1971 la empresa Oak Hill
Argentina ofrecía el set inicial y aparte se vendían 70 diseños para dibujar
hasta hartarse… siempre y cuando no sea la pared! Además tiran la puntita sobre
un concurso donde te podías ganar un tocadiscos, una bicicleta o una especie de
grabador…
Para los
intelectuales ambientalistas y biólogos en desarrollo, cosas con imágenes de
animales satisface mucho también. En 1988 Ledafilms ofrecía este solemne
colección de VHS de National Geografic para aprender sin salir de casa sobre
tigres, osos panda, caimanes, leones y también otros temas como “Máquinas
Milagrosas”…
Puede
costar imaginárselo hoy, pero en 1950 se ofrecía un regalo que se jactaba de
ser “científico” e ideal para futuros ingenieros. Era la máquina de vapor
Efesto, una creación de la empresa “707”. Una vistosísima máquina que ofrecía
aprendizaje sobre el uso de poleas, calderas, cigüeñales, ejes y válvulas de
seguridad. Inclusive dejaba el mensaje esperanzador que alguien de 80 años
todavía tiene tiempo para recibirse de ingeniero…
Otra
muñeca y su imperio de accesorios para seguir comprando eternamente. Del año
1957 llega la Jueguetona Linda Miranda, que era capaz de anunciar en su propio
anuncio a otros juguetes que traía la marca Jugal. Puede costar creerlo, pero
venían juguetes de pulverizadores para mosquitos, de heladerita o de licuadora.
Cuántos girovoladores se habrán perdido por ahí…
En 1970
el 2000 era algo bien pero bien lejano, así que nadie iba a venir 30 años
después a reclamar que tal vez el Peliopticon no resultó ser el juguete de ese
año. Este recontracomplejo aparato nerd permitía crear en pocos minutos
diversos instrumentos como microscopios, lupas, periscopios, binoculares,
telescopios y catalejos. Atención, porque parece que sólo lo pueden comprar
padres varones…
Otro
juego de mesa se hace presente y de 1991 encontramos el Identicards de Edukit.
Este sistema de juego sigue siendo popular en la actualidad como siempre:
simplemente pegarse un papel en la frente y preguntar y preguntar hasta saber
qué objeto, persona o lugar se está hablando. Curiosamente, se incluía el
detalle de poder comprarse en efectivo o tarjeta…
Y siguen
las muñecas marchando por la juguetería: de 1950 llegan las Bebilandia, que
anunciaban llegar de un país de Maravillas, sin ninguna relación con Alicia. Chiquita,
Lita o Bebita estaban disponibles en estimativamente 50 cms de altura con los
más pomposos y lujosos vestidos…
Ya en el
fondo de la juguetería queda este juguete que no es para cualquiera: el
Identikisimo Pompita, de 1970. Ofrecía partes de una cara para armar y volver a
armar rostros de la familia o bien de algún prócer, como los citados Sarmiento
o San Martín. De esta forma, “los niños tendrán una noción precisa sobre la
conformación de un rostro en sus diversas variables”… lo habrá logrado? Más
curioso todavía es el hecho que hasta 4 niños al mismo tiempo podían jugar con
él…
Clásico
de clásicos, en este aviso de 1993 de la española Ediciones B llegaba una vez
más el conocido y querido Wally de Martin Hanford, que permitía pasarse horas
tratando de localizarlo entre medio de miles de inoportunas personas. Toda una
paradoja que el slogan de Ediciones B era “Los libros más nuevos para el viejo
placer de leer” cuando en realidad los libros de Wally no se leían…
Y si, un
buen regalo puede ser también la llegada de un primer (o segundo o tercer)
celular. Este folleto de 2017 de Tuenti ofrecía para un público bien joven Whatsapp
ilimitado y varios planes prepago para ofrecer…
Y
llegamos al final de las opciones para esta fecha. Antes de despedirnos
queríamos mostrarles este curioso maletín Juliana de 2018: es el Juliana
Tatuajes, que le permite a las chicas a llenarse brazos, piernas, espalda y
pecho con tattoos temporales. Una idea bien diferente comparativa a las
primeras valijitas Juliana aparecidas en 1984. Se imaginan un producto así en
otras épocas?
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