Y continuando
con los aniversarios que andan con poca prensa, hoy reivindicamos un producto
que fue más conocido cuando ya estaba cerca de desaparecer que en el momento
que le había correspondido. El 27 de Noviembre de 1998 es lanzada en Japón la
consola de juegos Dreamcast de Sega, la que iba a terminar siendo tristemente
hasta hoy la última producida por esta empresa nipona.
El que diga
que ya para esa época tenía o conocía a alguien con esta consola seguramente
miente: en realidad la Dreamcast se lanzó en el mercado americano la simpática
fecha del 9/9/99, bastante tiempo después. A pesar de las décadas pasadas, aún
hay gente que la vanagloria y habla de lo adelantada que fue en su época. De la
misma manera, hay personas que directamente la defenestran y le quitan todo
grado de endiosamiento: fue un fracaso en su momento y nada que se le admire
después puede cambiar esa realidad.
En más de un
aspecto esta consola no traía novedades en sí, pero fue capaz de popularizar un
poco más ciertas cosas que habían sido de vanguardia antes: incluía un módem
para navegar por Internet (previamente eso era algo extra que comprar), tenía
una lectora de discos ópticos (un formato exclusivo llamado GD-ROM, con mayor
capacidad que el CD común), brindaba la posibilidad de juego en red, un diseño
tremendamente innovador y fresco, admitía la inserción de tarjetas de memoria
que funcionaban autónomamente como mini-consolas, compatibilidad con los arcade
marca NAOMI permitiendo trasladar con dichas tarjetas contenido entre máquinas
y consolas, conexión especial para funcionar en monitores de PC (éste sí se
vendía aparte)… hasta existía un periférico para sacarte fotos y editarlas
luego con la maquinita! Y eso que no se ha mencionado el tema de la calidad los
juegos: bastante aceptable, al punto que muchos aún conservan la exclusividad
de haber salido sólo para Dreamcast. Estaba Sonic Adventures, Crazy Taxi, Resident Evil Code Veronica, Soul
Calibur, Phantasy Star, Shenmue…
Lo que vemos
en las fotos es uno de sus discos especiales originales: un GD-ROM desarrollado
por AT&T diseñado para una mejor experiencia en la navegación en la web.
Por navegar entiéndase simplemente eso: nada de descargar algo muy pesado
disfrutar de mucha multimedia, apenas ver un poco de texto con fotos y ciertas actividades
de vanguardia como enviar mails o ingresar a salas de chat. Era algo tan
novedoso que el libro interno del disco se veía en la obligación de tener que
explicar qué corno era la “World Wide Web”, cómo era que eso lograba llegar
hasta la consola, advertir los costos extra de la línea telefónica y algo
verdaderamente arcaico: no existía ningún método conocido para filtrar los
sitios que la consola podía visitar… todo despendía exclusivamente de la
moderación personal de no meterse donde no se debía! Se imaginan lanzar un
producto así hoy en día? La cosa no termina ahí: al ser este tipo de discos tan
parecidos a los CD existía la tentación de meterlos en reproductoras de la época…
si lo hacías, existía un audio que te advertía que no iba a sonar nada y que
debías retirar el disco inmediatamente si no querías dañar tu aparato.
Con semejante
éxito por delante: qué fue lo que falló que no se popularizó más? Existieron
varios factores: que previo a la salida de dicha consola los productos previos
de Sega (como los periféricos 32X o Sega CD o la fallida consola Sega Saturn)
fueran fracasos comerciales que le perdieron credibilidad a la compañía, la
mala suerte de haber salido para la misma época que la aún avasallante
Playstation 2 y la crisis interna que venía teniendo Sega hacía años. A pesar
de haber tenido un aceptable nivel de ventas y una reputación medianamente
defendida, Sega sufrió una reestructuración que derivó en no producir ni apoyar
más consolas nuevas y sólo dedicarse a desarrollar videojuegos para las demás
máquinas. Esto sucedió en 2001, más o menos la época en que la mayoría en el
país pudo llegar a enterarse que existió este producto. Y por “enterarse” se
entiende haberla escuchando en algún programa o revista especializada, o haber
visto la espiral naranja que tenía de logo en la puerta de alguna casa de
juegos, pero no mucho más. Su fama de volverse un producto de culto masivo vino
recién para estos últimos años.
Inclusive, hay
hasta una explicación apta para los amantes del concepto del karma: durante sus
añorados 90, Sega se caracterizó por ser muy violenta publicitariamente contra
sus competidores, deseándoles lo peor. Un poco de justicia divina puede
suponerse que existió en el medio de malos negocios y poca inversión ante este
nuevo producto, hechos fácticos que si contribuyeron al triste desenlace.
Hasta 2007 se
siguieron desarrollando algunos juegos (el más vendido de su corta vida no iba
a ser otro que Sonic) pero lo que quedó definitivamente trunco fue seguir
produciendo nuevas consolas: desde entonces quedó el mito urbano de la “inminente”
resurrección de la compañía lanzando la Dreamcast 2, un producto que cuenta con
infinidad de rumores en foros, diseños hechos por aficionados y videos y
posteos falsos para hacerle un chiste a los fanáticos de Dreamcast, pero
absolutamente nada más. Desde 2015 Sega ya ni produce juegos para consolas:
sólo hace juegos para dispositivos móviles, incapaz aún de frenar su decadencia…
Para los
coleccionistas será siempre una pieza invaluable al igual que los productos
Sega antes mencionados. Para el que nunca le dio pelota, seguirá así como si
nada. Para los curiosos, será un producto de avanzada para conocer y aunque sea
quitarse las ganas viendo videos en Youtube sobre cómo se navega con ella en el
internet actual. Para una gran mayoría, será simplemente un logo que apareció en
vidrieras de locales entre miles de ofertas de juegos de Play 2. Para unos
pocos más, un elemento para conocer el siempre interesante mundo de los
videojuegos antes de que fueran como son…
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