La manía obsesiva a lo bobo por seguir exasperadamente una serie no es ni
por asomo un invento nuevo: en los años 80 dichas producciones aparecían por
los canales de aire, respetando minuciosamente el día y horario de emisión,
salvo que alguien tuviera la suerte de grabarlo. En los 90 el cable y sus
múltiples repeticiones de programas para llenar grillas de 24 horas fomentaron
aún más el vicio. A partir de la masificación de Internet muchas series nuevas
o de antaño empezaron a verse por ese medio, primero (y por siempre)
ilegalmente y luego de manera legal. Actualmente hasta la descarga de capítulos
quedó obsoleta, pero durante algunos años en décadas pasadas también existía el
método de adquirir una o varias temporadas por medio de VHS o DVD’s,
permitiendo también en ese tiempo lo de desvelarse viendo en un solo día muchos
episodios. En la publicidad de hoy, vemos a la Editorial Perfil en 2007 ofreciendo
la muy exitosa serie 24 de Fox que ya andaba por su sexta temporada. El motivo de
ofrecer estos disquitos no era otra que conseguir un gancho para que los
lectores adquirieran la flamante edición de sábado del Diario Perfil, que había
comenzado a recircular sólo los domingos desde el año 2005.
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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