El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 27 de septiembre de 2018

Búsquenme, me encontrarán (2012)


Para llegar hasta acá probablemente lo viste. En algún momento lo tuviste que pasar a lo largo del día y seguramente ni te acordaste de saludarlo por su cumpleaños, mientras que él te saluda siempre: hoy es el aniversario 20 de Google, esa empresa que comenzó en el 98 con ese logo colorinche horrible y un nombre que no decía mucho pero que en poco tiempo le arrebató el negocio menos pensado a las grandes compañías de entonces, un extraño negocio del que todavía no se sabe muy bien cómo se financia. Sucedió en la Universidad de Stanford en 1995: allí se conocieron dos estudiantes de Ciencias de la Computación llamados Larry Page (sí, página… esas que Google maneja tan bien) y Sergey Brin. Un año más tarde, ya graduados, dan comienzo a un proyecto que tenían en común: desarrollar un motor de búsqueda “PageRank” que se terminó llamando BackRub. Recién en 1997 dicho motor de búsqueda comenzó a llamarse Google: había crecido tanto fuera de la universidad que tenía que llamarse diferente. Se decidieron por algo que sonara similar a “googol”, el nombre del número 10 elevado a la potencia de 100: en ese número astronómico se escondía la plena personalidad del naciente Google: abarcar absolutamente todo en la web. La compañía como tal nace el 04/09/98, pero recién el 27 de Septiembre se lanza su flamante motor de búsqueda, obteniendo así su verdadera fecha de aniversario. Habían podido lograr tanto gracias a que se les sumó como inversor el cofundador de Sun microsystems, Andy Bechtolsheim. Increíblemente esta persona les firmó un jugoso cheque a nombre de Google Inc… cuando la compañía aún no existía, debiendo crearla para poder cobrar. Ya entrada la década del 2000, este nombre nos empieza a sonar a todos aunque todavía su colorido logo estaba a la altura de Yahoo, WebCrawler, Lycos y AltaVista, entre otros. Sin embargo, don Google es capaz de pasarles por arriba de todos a lo largo de la década casi sin problemas. El secreto de haberlo logrado reside en que sus algoritmos son capaces de rastrear las páginas más útiles basadas en búsquedas anteriores de otros usuarios y también personales. Las páginas más mencionadas (y que por ende serían las que más probablemente contengan lo que busquemos) aparecerán siempre primeras. De esa forma se logra la tentadora respuesta de obtener en una altísima probabilidad lo que uno busca apenas en las primeras opciones que nos aparecen en la búsqueda, al mismo tiempo que si uno se atreve a ir más allá de la primer página la desolación y la incertidumbre se van apoderando de nosotros. Ya con el público en el bolsillo, fueron capaces de ir desarrollando otros productos para seguir ayudando a la comunidad: en el 2000 el sistema de publicidad Adwords, en 2001 el buscador de imágenes, en 2002 Google Labs, en 2003 Blogger (comprado a Pyra Labs), en 2004 la red social Orkut y el querido Gmail (con invitación! recién se volvería abierto el 14 de febrero de 2007), en 2005 Google Maps y Google Earth, en 2006 Picasa y en ese mismo año también un hecho que sacudió al mundo: se quedan con Youtube, una página de videos que tenía apenas un año de vida. Ya a esas alturas de la vida Google se veía como esa compañía con empleados a los que se les permitía cualquier tipo de locuras en su trabajo con tal de desarrollar ideas millonarias, volviéndose el sueño de cualquier chanta incomprendido por la sociedad. Seguían los hits y en 2007 lanzan las pruebas piloto del Street View, en 2008 crean su joyita Chrome, el salvador Google Translate y aparecen los primeros celulares que funcionan con Android, en 2009 compran la empresa reCaptcha, en 2010 deciden relanzar ese concepto de cambiar el logo por alguna fecha especial (los doodles) que los acompañaba desde su fundación y en 2011 aparece ese extraño competidor de Facebook llamado Google Plus y un año después se viraliza su idea de crear gafas con sus servicios incluidos. De ese mismo año es la publicidad de la foto: algo realmente atípico que una empresa así en pleno 2012 todavía sintiera que necesitaba hacer publicidad tradicional y en papel como cualquier marca. Una reflexión similar ocurrió cuando en 207 lanzaron esos spots televisivos donde alguien buscaba un tema de Shakira para un karaoke o averiguar qué panadería cerca tenían abierta: si ya son los dueños del mundo… con qué necesidad se anuncian? Y como todo poderoso, por detrás de su amistosa y jovial imagen siempre algo de mugre se junta: demandas antimonopolio, ser cómplice de censura en China, violaciones a copyright, conductas poco éticas a la hora de priorizar sus anuncios, violaciones a la privacidad vía Android, coches equipados con inteligencia artificial que se chocan solos, modelos o conductoras que denuncian que son los responsables por permitir que sus fotos aparezcan en páginas de sexo, denuncias internas sobre desigualdad de género entre los salarios de los empleados y hasta interesantes tesis sobre cómo ha generado este sistema que pensemos menos, prestemos información menos tiempo y retengamos menos información.  Nada de esto impidió que desde 2015 se gestara Alphabet, el nuevo y actual nombre de este conglomerado de empresas que relegó a Google a ser simplemente la marca del buscador, con cambio de logo incluido. Otro concepto igual de perturbador: la multinacional se puso el nombre del alfabeto… pretendiendo ser quienes manejen todo lo escrito en el Internet quizás? Nadie lo sabe, ni sus mismos fundadores lo saben. Sólo podremos por ahora agradecer a Google por todo lo que nos dio (y cuánto nos quitó sin saberlo?) en estos años, al punto tal que instaló con total comodidad el término “googlear” para buscar cualquier cosa. Esa palabra que suena tan desagradable en la gente a la que ya no podés conversar sobre poco y nada… que ya te mandan a buscar para que los entiendas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario