El chocolate "deportivo"

A pesar de que el cacao es un ingrediente original de América, es de Europa de donde provienen los mejores chocolates del mundo. Porque a pesar de que no comamos necesariamente chocolates importados, los fabricados en el país están basados en recetas alemanas o suizas. Y hoy les mostramos nuevas variedades de chocolates antes comentados en esta página, los denominados Ritter Sport, traídos de Alemania. Hoy incorporamos los que traen hojuelas de maíz, con crema de frutillas y con avellanas tostadas. Además, a la derecha de la foto aparecen las variedades "Mini", las cuales se venden todas juntas: clásico con leche, con yogur, con trozos de galletitas de manteca, con mousse de chocolate, con mazapán y las versiones peñas de los que vienen con hojuelas y con avellanas. El nombre de la marca Ritter es en alusión a los apellidos de sus fundadores, Alfred y Clara Ritter, creadores de esta firma en 1912. Inicialmente era una confitería que vendía chocolates, y recién en 1932 nace el chocolate de producción propia.  Tras cerrar su producción durante la Segunda Guerra Mundial, en 1946 vuelven al mercado. Con el correr de los años la empresa, ya manejada por los hijos de los fundadores, crece a lo largo de todo el país y para 1974 se diseñan los envoltorios actuales, un color para cada sabor. Las variedades mini antes nombradas nacen recién en 1982. Es en esos años que comienza a fabrcarse en la Argentina de la mano de Noel, junto con otros productos licenciados como el Aero o el Penguin. Hasta el día de hoy la empresa sigue siendo manejada por la familia Ritter, ya por su tercera generación. Han sabido mantener hasta hoy tradiciones familiares como regalarle a sus empleados todos los viernes chocolates para el fin de semana. También tienen su propio Museo del Chocolate, protegen junto a una cooperativa de productores de cacao una zona tropical nicaragüense y hasta una de sus plantas es de energía solar. Como si fuera poco, el salario de los empleados es el mismo que el de las empleadas. Igualmente algo que es bastante desventajoso es su precio: vale bastante más que comprar un producto nacional, y si el producto argentino es de buena calidad, no hay mucha diferencia. Igualmente se trata de una linda experiencia probar los sabores exóticos, los cuales son muchísimos.