Mate cocido radiactivo! (2000)

Sospechosa actitud del científico de appelido Guffoni aparece en este cómic publictario en el año 2000: aparentemente una simple mezcla de una vainilla desgranulada y un saquito de mate cocido abierto sobre un poco de miel originan un mate cocido saborizado con ambas cosas ante la mirada atónita de una abejita. Evidentemente una parte de dicho experimento, probablemente ilegal o poco ética, ha sido borrada de la secuencia. Sea como fuere, era impensado en ese entonces que este mate cocido (también denominado "yerbeado") con sabor a vainilla y miel permaneciera tantos años en el mercado, pero increíblemente lo hizo. En un país donde los productos que se atreven a alterar las bebidas tradicionales argentinas (como la Nativa comentada días atrás) duran realmente muy poco, es increíble que este producto ya tenga 15 años de vida. A pesar de tratarse de una bebida infantil, podría decirse que es un producto que le gusta a todas las edades, aunque la esencia de la vainilla y la miel es muy delicada. Históricamente el establecimiento Las Marías (nacido en 1912) no se trata de una empresa muy vanguardista a la hora de crear variedades de yerba mate (todo lo contrario a las yerbas multicolores de CbSé, por ejemplo) y fue la última en incorporar aquellas con trozos de fruta o con guaraná tipo "energética". Pero la excepción de todo esto son los mates cocidos, donde no sólo podemos encontrar la versión infantil antes comentada, sino también los sabores Naranja con Mandarina, Frutilla con Vainilla, Manzanilla con Anís, Chai (canela, pimienta negra y jenjibre) y Earl Grey (con esencia de bergamota, aunque usted no lo crea). El resto de las compañías sólo tienen mate cocido tradicional y nada más. Volviendo al mate cocido con vainilla y miel, se ha convertido además en un producto promotor de licencias infantiles como cualquier golosina, teniendo en sus envases personajes como Ben 10 o Phineas y Ferb. Los niños que probaron este mate cocido por primera vez ya no son niños siquiera. Ni hablar de las generaciones y generaciones de abejas destinadas a prestar su miel para este producto, que esperemos no hayan sido maltratadas o modificadas genéticamente por este profesor para cumplir con los turbios intereses de los dueños de Las Marías...