El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 23 de mayo de 2015

Una bebida Imperialista (1970)


No señores, a esa botella no le han roto el pico. Su diseño en 1970 era así, aunque ahora se vea tremendamente tosca. Si sólamente se observara el logotipo de esta cerveza, podemos decir que el tiempo no ha pasado mucho, y que si esa clásica tipografía por esas cosas del destino llegara a cambiar algo tristes se van a sentir varios. Si, ya sé lo que van a decir, lo que es casi comentario obligado cada vez que se sube una foto de la cerveza imperial: que ya no es fabricada por Quilmes, pero increíblemente sigue teniendo la misma tipografía que cuando pertenecía a esa marca. En realidad, esa decisión no es algo tan desacertado, ya que cuando una marca conserva una buena imagen a pesar de todo, tampoco son necesarios grandes cambios (¿Cuántas veces cambió de logo Coca Cola en estos últimos 20 años? ¿Y la Pepsi, en ese mismo lapso?). Imperial nació de la mano justamente de Quilmes en 1953, y aunque hoy exista más de una variedad de esta cerveza, originariamente sólo había sido creada para ser tipo lager y nada más. La mediatización de la marca comienza con su famoso desprendimiento de Quilmes en 2002, cuando Ambev (fabricantes de Brahma) compra la empresa y se deshace de las marcas menos populares, pasando Imperial a formar parte de la cervecería Santa Fé, quienes a su vez son comprados en 2007 por una empresa chilena denominada CCU (Compañía de Cervecerías Unidas). La nueva empresa entonces, denominada CCU Argentina, es la dueña de cerveza Santa Fe, Schneider, Bieckert, Palermo, Cristal, Kunstmann y las sidras La Victoria, Real y Sáenz Briones 1888. Como si fuera poco, son los que comercializan en el país las marcas internacionales Heineken, Budweiser y Red Bull. Con tantos productos que a varios les habrá dado sed, no cuesta imaginarse que CCU Argentina sea la segunda empresa de bebidas más grande del país detrás justamente de Imbev (ex Ambev). Gracias a sus nuevos dueños, Imperial tuvo una importante presencia publicitaria, que hizo que después de casi 60 años con una única variedad, pudieran aparecer las tipo negra (Cream Stout), roja (Amber Lager) y de alta fermentación (Scoth Ale). Y así llegamos a la actualidad, donde Imperial sigue siendo bastante "inaugurada" como supieron hacerlo en su aviso de hace 40 años, aunque con una botella bastante más atractiva, eso sí.  

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