Los chocolatines no suelen ser una golosina que una persona desee con ansias comprar en un kiosco. Es más habitual que se trate de una golosina comprada por no poder comprar el verdadero chocolate que uno querría, o bien ser un simple vuelto. Una gran excepción a esta regla es aquél chocolatín que supo convertirse en un gran objeto de deseo para muchos niños, muy querido por algunos y aboslutamente ignorado por otros: el Jack de Fel Fort y su misteriosa sorpresa fueron durante muchos años la definición de golosina perfecta: un rico chocolate y muñequitos pintados a mano bastante bien elaborados que representaban alguna figura famosa del momento, y por supuesto, adictivamnte coleccionables. Desde su nacimiento en 1962, sus sorpresas no fueron estáticas sino que fueron cambiando con el correr de los años, es decir que había "sorpresas de temporada" nuevas cada año, junto con otras licencias clásicas. En la foto, donde apreciamos la colección correspondiente a 1978, podemos ver que el plato fuerte eran los muñequitos de los luchadores de Titanes en el Ring. Todos los personajes del programa se encontraban aquí, desde la famosa momia pasando por Rubén Peucelle y obviamente Martín Karadagian. También encontrábamos personajes de cuentos clásicos, jugadores de fútbol de distintos países, personajes de Star Wars y algunas de las clásicas creaciones de García Ferré, como Hijitus, Calculín, Largirucho y Petete.
Estos últimos personajes permanecieron durante varios años como elenco estable. No por nada estas publicidades que anunciaban la colección del año siempre aparecían en las revistas Anteojito, y si prestamos atención podemos ver que el simpático Cupido que aparece cerca del logo de FelFort al final del aviso es muy parecido a Oaky pero sin pañal. Tiempo después vendrían tiempos difíciles para este chocolate; una progresiva decadencia del material de sus sorpresas junto con la llegada de productos extranjeros con mucha más calidad, como el huevo Kinder, lo hizo desdibujarse un poco y pasar bastante inadvertido durante varias décadas. Personajes de Cartoon Network o hasta los Simpsons pudieron aparecer en el chocolate en los tiempos del Nuevo Milenio. Pero a pesar del olvido esta golosina se continúa fabricando a pesar de que varios lo consideran un producto extinto que debería volver. Y seguramente continuarán viniendo nuevos espécimenes mientras siga habiendo nostálgicos que esperen encontrar algo de su infancia como sorpresa adentro del celofán de este producto.
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