Pateando los años con John Foos

Es muy difícil que marcas para adolescentes puedan sobrevivir en el mercado durante muchos años. Y las que sí lo logran, gran parte de ellas no suelen sobrevivir con el mismo nombre. Entre las excepciones a todo esto encontramos esta marca de zapatillas que han perdurado varias generaciones bastante antagónicas. John Foos nació en 1966 (el mismo año que las Vans) tomando el nombre de un militar que luchó en la Guerra de Secesión, y a pesar de su origen estadounidense, estas zapatillas tienen una gran relación con el mercado argentino. Ya para 1983 se habían instalado en el país para la fabricación de calzado para jóvenes, en una fábrica que anteriormente le había pertenecido a La Fármaco Argentina. Pasaron las economías y los gobiernos, pero la marca supo imponerse y seguir vigente durante las cambiantes modas de los 80,90 y 2000. Con el tiempo fueron apareciendo competidoras como las Converse, Pony o Suhl, pero a pesar de que el diseño de dichas zapatillas ya no es patrimonio exclusivo de nadie. En algún momento se las consideraban zapatillas de la gente vaga, de los más rebeldes y amargados de la juventud, después hasta Floricienta usaba modelos así. Y hoy por hoy los diseños de John Foos son bastante distintos a los que se sabían ver hace algunos añitos, pero está visto que sigue dando ganancia fabricar zapatillas vulcanizadas en Argentina, ya que únicamente se importa el caucho.