El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 12 de octubre de 2014

El vitamínico con nombre de prepaga (1983)


Para arrancar con todo el comienzo de la democracia, la doctora Ana Aslan desde Bucarest (Rumania) les recomienda Aslavital, una especie de vitamínico-energizante que servía para todo tipo de actividades que se realizaran, y por ende era una publicidad habitual en las revistas de deportes. Como una notoria diferencia entre los suplementos actuales y el tal Aslavital, ellos ya desde su propio aviso te indicaban cuántos días debías y no debías consumir el producto, para evitar el acostumbramiento, algo que no se anuncia más desde los comerciales, si es que alguna vez fue costumbre decirlo. A pesar de aparentemente ya no estar en el país, este producto y bajo la supervización de la misma doctora sigue vendiéndose en otros países, conservado para las mismas indicaciones, aunque adaptadas al lenguaje actual. Ya no se dice "para optimizar la capacidad psicofísica" sino "para prevenir el envejecimiento provocado por el estrés, estados de depresión y neurosis". A eso podemos sumarle otros problemas más ventilados en nuestra era, como trastornos sobre dinámica sexual, Alzheimer, Parkinson, arterioesclerosis, etc. Uno lee esto y puede empezar a creer que estas grageas son un remedio universal que cura todos los males, vaya uno a saber si es así. La marca Aslavital hoy por hoy no sólo está destinada a vender este curioso sumplemento, sino también cremas anti-age, ungüentos faciales y demás productos hidratantes. Así que si ustedes se sienten mal en distintos aspectos vinculados a la salud, ya saben que pueden seguir intentando con este producto que ya cumplió su 50 aniversario desde el descubrimiento de su principio activo (el gerovital H3) aunque desde entonces que espera su aprobación por la FDA estadounidense y todavía no lo lográ. ¿Por qué será?

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