#LimpiezayCuidadodelHogar envases plásticos Santana, cañerías Duke, bolsas herméticas Ziploc
A la hora de hablar de un buen hermetismo, la primera marca que nos viene a la cabeza es Ziploc. Pero la historia de las grandes marcas (como Microoft) se vuelven lo que son (un genérico y casi un monopolio de la idea) no tanto por sus propias genialidades sino por optimizar las ideas de otros. Para encontrar quien fue el verdadero inventor del cierre plástico tan característico hay que remontarse a principios de los 50 donde comenzaron a aparecer patentes americanas y japonesas de inventores particulares, pero fue la empresa norteamericana Flexigrip la que compra varias de estas licencias y comienza a fabricar de estos cierres o cremalleras para maletines y hojas sueltas. Años después nace Minigrip, una empresa creada entre Flexigrip y una empresa japonesa así denominada para fabricar bolsas con estos cierres, algo que los nipones ya hacían en su tierra hacía tiempo. Aún en ese entonces las bolsas seguían siendo muy caras para el consumo masivo. Es en ese momento en el que Dow se mete en la historia produciendo primero con Minigrip una marca llamada Zippak y más tarde Ziploc. Es en este período en el que las bolsitas pasan a ser un elemento de primera necesidad para el consumidor promedio estadounidense. Increíblemente al día de la fecha cómo se logró producir con eficiencia, velocidad y calidad estos productos sigue siendo un misterio encerrado bajo 7 llaves (o 7 cierres) y permanece siendo un misterio. La marca primero se vende a una empresa llamada ITW y en 1997 pasa a Johnson, quien la sigue manteniendo hasta la actualidad, agregando algunos productos más sofisticados, como la bolsa Ziploc Evolve, que es fabricada con energía eólica, o las denominadas Ziploc Space Bags, bolsas selladas al vacío para guardar ropa. Las bolsitas que vemos en el súper hoy por hoy son fabricadas en Tailandia, y a eso hay que sumarles las láminas de papel film y productos plásticos de bazar descartable (vasos, platos, etc). Con las manías sobre la limpieza y la higiene que posee nuestra sociedad día a día, le quedan muchos años de vida a esta marca, la actual poseedora de aquél famoso cierre azul (pa-ten-ta-do!) que se ve en la foto arriba a la derecha, el cual puede convertirse en un tentador elemento para matar el tiempo al igual que las burbujitas de las cajas.
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