El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 18 de noviembre de 2025

Cuando los Doritos bajan un cambio


Tal vez no se han dado cuenta, pero en las últimas semanas Pepsico Argentina ha comenzado a comercializar en el país una marca con mucha historia en su haber, aunque dicha historia no tiene nada que ver con estos lares. Han llegado los Tostitos, aunque sea en sabor tradicional sin grandes variedades de gusto ni cuantiosas campañas publicitarias.
Si les digo en snacks de esta empresa de harina de maíz, automáticamente pensarán en los ya tradicionales Doritos, presentes en el mercado nacional desde hace un poco más de 20 años. Y si bien esa marca acompaña el universo de Pepsico desde hace 60 largos años (con toda su leyenda de creación en base a los residuos de los parques de Disney), pero a fines de los 70 trataron de imponer los Tostitos: una marca más legítima, más auténtica de sabor técnicamente al gusto tradicional mexicano, con un PH más bajo. De ahí el origen de su nombre, mezcla de "tostadito" y el totopo mexicano.
Sin embargo, las superposiciones de marcas han ocurrido en varios mercados, donde invariablemente los Doritos con su forma triangular se impusieron por sobre los Tostitos redondeados, a pesar de consumirse (dipearse) exactamente igual con el mismo tipo de agregados y sabores similares, aunque a los Doritos se le han reservado los polvos saborizantes más extravagantes y muy notoriamente artificiales. Además, viendo el logo de Tostitos notarán la inspiración que las nacionales Macritas tuvieron para hacer su propia identidad.
Y aunque se hayan probado sin agregados extra, fueron sorprendentemente muy ricos, me animo a decir más que los ya conocidos Doritos, sin tener ese polvillo molesto oloroso que también caracteriza a los famosos Takis. Un gustito salado agradable y muy suave, que se complementa con una rica textura crocante. No es más que una sensación, pero dan el aspecto de ser y parecer "más saludables" que los anteriores, aunque no es más que eso. Dan la sensación de ser la versión adulta, madura y entrada en años de los infantilizados y estridentes Doritos. No se los ve como un producto con un éxito arrollador (siendo improbable que saquen más gustos o las salsas que caracterizan a la marca en el exterior) pero valen la pena como un experimento del mundo de los snacks. Tal vez no sean recomendados para personas vagas que van a querer sentirle más gusto y eso venga de la mano del agregado que se le haga de forma casera...

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