Hace 40 años la marca Arlistán proponía una promoción para darle los buenos días a la mayor cantidad de argentinos posible: comprando el pack de dos envases de vidrio de 220g vendrá de regalo no uno sino dos individuales para recibir el desayuno con un cartelito de "buen día familia" presente en uno de sus costaditos.
Una idea que aún hoy puede resultar un gran gancho, aunque si se hiciera en el presente ya no tendrían la palabra "Café" de manera tan protagonista, ya que el producto que antes le perteneció a Química Estrella (también propietarios del arroz Gallo, el algodón Estrella o la yerba Cruz de Malta) y que desde 2007 es parte de Molinos Río de la Plata ya no se autopercibe (o no lo dejan reconocerse) como un café sino un "polvo para preparar infusión a base de café y jarabe de glucosa con colorante" como lo dicen sus actuales envases. Difícil tener un buen día si lo primero que se lee es así de desalentador.
Sí hubo un juicio entre Nescafé y Arlistán (el cual fue ganado por los suizos): dicho litigio fechado también en 2007 hablaba de la necesidad urgente de un cambio de su etiqueta de presentación pero no vinculado a su nombre sino a la tacita que mostraba en su frente, ya que desde la perspectiva de Nestlé que tuviera una taza ilustrativa similar a la de ellos promovía la confusión del consumidor...

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