El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

viernes, 14 de febrero de 2025

Lovely Franco (1994)


Hace 30 años ésta galletita podría ser una de las opciones más románticas y dulces para pasar San Valentín, aunque como metáfora de un amor intenso pero pasajero difícilmente sea recordado en la actualidad. Se trata de una galletita lanzada por la empresa Canale en los últimos meses del año 1994 (cuando la alimentaria ya estaba siendo manejada por Socma, el grupo empresario de Franco Macri) y se llamaba Lovly, se pronunciada como la palabra en inglés "lovely": en la imagen algo deteriorada la vemos anunciada para kioskeros y almaceneros en un aviso lleno de cinta y pegoteado con otros pedazos y recortes de revistas encima, como si realmente este recuerdo amoroso fuera tan traumático que costara poder recordarlo y visualizarlo plenamente.
Como podemos apreciar, la olvidada Lovly consistía en una galletita seca "con la dulzura justa", que contaba con el atractivo de ser aireadas en su textura, tener la presentación tanto en caja como en paquete individual, de venir tanto sabor vainilla como chocolate y un detalle más pero no menos importante: se anuncian con la ventaja de tener una línea de corte en el medio como aparentemente la gente elegía a montones: se trataba de un acierto que en los últimos años Canale había implementado en las galletitas Crocanas (las del slogan "para partir y compartir") y que ahora probaba suerte trasladando el mismo recurso pero en una galleta dulce. Una propuesta que, lo comprobó el tiempo, lamentableemete no prosperó en el tiempo.
Igual no se trata de culpar a las Lovly de esta situación ya que a decir verdad casi ningún producto de la compañía en ese tiempo tuvo mucha suerte en el mercado a pesar de tener una calidad más que aceptable: a pesar de constantes inversiones y renovaciones de envases y logos, en los 5 años que Socma administró Canale, no consiguió volverla una empresa rentable por lo que la tradicional compañía de bizcochitos nacida en el siglo XIX pasó a manos de Nabisco (que ya era dueña de Terrabusi) en 1999, el lugar al que técnicamente todavía pertenece a pesar de los cambios de nombre que tuvo su casa matriz extranjera...

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