El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 17 de noviembre de 2024

Dream Team galleteril (1954)


Dentro de los recientes lanzamientos que realizó Terrabusi, vale la pena recordar cuando las galletitas que producían no se lanzaban por paquete y por unidad (es decir de a un motivo de galletita por envase) sino en una selecta caja denominada Mil Delicias, como aquí aparece publicitada en 1954, donde se las menciona como hermanas de las "Bodas de Oro" otro tipo de galletitas que Terrabusi también vendían en caja, y que contenía principalmente rellenas y obleas. Este ancestro de las Variedad se distinguía por su elevado precio y su elegante presentación: cada galletita, de sabor más "mantecoso" que una actual, venía en pirotines corrugados de color blanco, ya sea en una caja de medio kilo, tercio de kilo o directamente la de kilo.
¿Y que galletitas integraban este selecto grupo? No es un dato tan fácil de averiguar, pero algunas de ellas son identificables fácilmente por haber sobrevivido posteriormente a la venta individual: de todas la más representativa es la Melba (aunque en avisos de los años 30 aparecían galletas de chocolate sin ese nombre, genéricas) y su hermana la Duquesa pero también se identifican los tradicionales copetes de membrillo que "engalanaron" hasta no hace mucho los paquetes de Variedad, las Santa Paula que se hicieron famosas en los años 70 (de vainilla, cuadradas y con una ventanita central donde se visualizaba el relleno de limón) y en sus últimas épocas de fabricación, a principios de los años 60, también integró a las denominadas Sorbonas: con una descripción similar a las Santa Paula pero con masa de chocolate y vainilla a la vez y relleno estilo frutilla. Entre las menos populares pero que se las podía rememorar gracias a que tenían su nombre escrito en el frente figuraban las Thais, las Petit Cream, las Princesa (rellenas), las Delia y las Floris. ¿Habrá visto Gustavo Cerati alguna vez alguna caja de éstas en su juventud? porque una de ellas también recibía el nombre de "Té para dos". Habían además unas más VIP todavía empaquetadas con diversos colores metalizados: de éstas, la más famosa es la oblea bañada Canadiense, aquella que en los 60 fue publicitada junto a Tita y Rodhesia.
Como se dijo más arriba, hasta hace por lo menos 60 años era posible conseguir esta competencia de las originarias Tentaciones de Bagley (o también las "Visitas" de la misma marca), aunque en sus últimos tiempos ya prescindían de los mencionados pirotines y se iban asemejando lentamente a los paquetes surtidos del presente, primero en sus épocas de latas y venta suelta y luego los paquetes plásticos con los que convivimos ahora. Habrán perdido la formalidad pero se siguen manteniendo, independientemente del nombre o la presentación, como parte del ritual de los desayunos y meriendas argentinos, por ejemplo acompañando un mate que dicho sea de paso allá por los años 40 y 50 jamás hubiese aparecido en sus publicidades por resultar algo demasiado vulgar...

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