El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

viernes, 3 de mayo de 2024

Para verte mejor, pero en ByN (1979)


El 3 de Mayo de 1979 fue la fecha elegida para que Canal 7 de Buenos Aires cambiara de denominación y pasara a obtener una sigla que sigue viva a pesar de haber sido dada de baja hace casi 25 años: ese día nacía oficialmente la marca Argentina Televisora Color, es decir ATC como forma de llamarle al canal decano y por definición la emisora estatal de la tv de aire. Faltaba un año para la llegada de la tv a color en forma de transmisiones regulares (muy tarde al lado de los demás países incluso de la región) pero desde Figueroa Alcorta y Tagle ya se preparaban para tener un nombre que, como su slogan del momento, aspiraba a ser "el estilo del futuro". 
El aviso que vemos, correspondiente a 1979 empieza a desglosar lo dificultoso que era vender un producto que era más expectativa que otra cosa. Con una presuntuosa sangría casi por palabra, ATC explicaba que ya se estaba viendo en pantalla el éxito de sus programas y la esperada retribución del público. Una perilla con el nombre a instalar en lugar del número 7 aclaraba de qué canal hablamos, pero con la rara virtud de contar con "la mejor imagen en blanco y negro". A falta de poder anunciar una fecha precisa de cuándo iba a venir el ansiado color a la tv (en su momento se lo ofreceremos porque ya lo tenemos), se prefería publicitar con que la mejor nitidez y definición estaban en el canal mejor equipado y moderno del momento. 
De esta forma y con avisos algo encriptados y extraños vagó la comunicación del canal del Estado hasta un año después, cuando su nombre adquirió total lógica. No así su incoherente estilo de programación y audiencia, que una vez culminada la Dictadura Militar sólo supo descender a los confines del rating y quedarse allí incluso hasta el presente, salvo honrosas excepciones...

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