El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 25 de octubre de 2023

Otro alfajor que se pone la Diez (2023)


En un nuevo aniversario de la muerte de Maradona, esta vez se lo puede recordar de una manera diferente: en estos últimos meses ha sido noticia la aparición de un alfajor con su apellido y un 10 gigante para dispersar cualquier tipo de confusión. Lo primero que viene a la mente con un producto así es si se lo puede emparentar en algún tipo de línea histórica con los alfajores que ya han existido con el nombre Maradona, es decir si de alguna forma hay parentesco con los Dieguito Maradona de Bagley de fines de los 80 o los homónimos de Georgalos de mediados de los 90, o es algo totalmente paralelo. Su total ausencia de reminiscencias infantiles y un diseño totalmente diferente (camiseta del mundial de Estados Unidos) lo convierte en una golosina con su propia personalidad más allá de los productos del pasado.
Su fabricación no se debe a una gran empresa como los anteriores sino a Douce S.A. (quien a su vez se lo hace elaborar a otra empresa llamada Togi), una firma con sede en Florencio Varela y que planea en el futuro no sólo fabricar el mencionado alfajor homenaje sino también conitos y minialfajores, expandiendo su mercado por todo Europa si es posible. Sus ideólogos, Rodrigo Hanun y Manuel Carpano, mencionaron que tuvieron en mente reflotar el concepto del Dieguito Maradona pero al final optaron directamente por algo nuevo y diferente, como lo que se ve por la calle actualmente, o tal vez no tanto ahora ya que está desapareciendo seguramente para volver en los próximos fríos.
Y si bien otros les ha parecido que su gusto les ha parecido muy bueno (e incluso mejor que el Havanna) no puedo decir lo mismo en mi caso: o tuve la mala suerte que me tocara uno en regular estado pero lo cierto es que su sabor era indefinido, relativamente dulce pero extraño. No lo eligiría nuevamente como algo para sacar el hambre, teniendo opciones como un Vimar, un Minyo o un Guaymallén que pueden hacer mejor justicia. Las versiones previas tampoco tenían fama de tener un sabor de otro mundo, pero la vara parece no haberse levantado. Tal vez con los demás productos tengan mejor suerte, pero por ahora el gusto que me dejaron fue muy regular...

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