Inesperadamente, paseando allá por Abril de este año, me encontré con lo que podía parecer un bidón de un insecticida pero en realidad estaba en la góndola de los productos de tocador: se trataba de un jabón para manos llamado Le Sancy, aquél que ya se había comentado cuando había estado por Chile y con su mismo logo pero en un envase gigantesco y esta vez Industria Argentina. Aquello que aparecía sin ningún aviso especial se trataba de un verdadero pedazo de historia de las perfumerías de antaño, ahí convertido en algo bastante poco estético.
Los más memorioso recordarán la marca Le Sancy por su fabricante la perfumería Dubarry, perteneciente al químico farmacéutico Blas Dubarry, oriundo de Mercedes (provincia de Buenos Aires) quien también llegó a ser impulsor de la construcción del Hospital de Mercedes, y hoy un centro de atención médica en dicha localidad tiene su nombre. De esa empresa fueron surgiendo los más finos talcos, dentífricos, fijadores masculinos y sprays fijadores femeninos y polvos embellecedores, pero el producto que trascendió décadas hasta la actualidad fue sin dudas la marca Le Sancy, que aquí lo vemos publicitado como polvo de nieve en 1938, como un jabón de tocador que también podía ser ideal para bañar a los niños (y que incluía su propio auspicio en las noticias de Radio Argentina) en 1939 y como el mismo jabón pero anunciado como un artículo mas bien femenino en 1961. Ya en aquél entonces la competencia con el resto de los productos era diferente: ahora Dubarry sólo distribuía el jabón y lo más importante era la garantía estadounidense del laboratorio Princeton.
Este producto, que internacionalmente le pertenece a Unilever, dejó de verse en el país en las décadas siguientes mientras que en otros mercados como en el chileno se instalaron con sumo éxito. Volver a verlo, aunque en ese formato tan poco agraciado, es una verdadera sorpresa. El formato tan rústico probablemente hace pensar que no quiera conquistar masivamente el mercado sino simplemente ser un jabón para manos económico sin grandes pretensiones ni glamour en una eventual campaña publicitaria. Curioso destino para la marca que llegó a tener diez tipos de polvos faciales diferentes para cada piel femenina, su propia loción brillantina capilar, cinco labiales de colores diferentes... y ahora se vende en un bidón que de lejos se confunde con un pesticida? Los años le sentaron muy mal a la creación (o por lo menos idea comercializada) de don Blas Dubarry...
Párrafo aparte, y para hablar en profundidad otro día, merece lo que extrañamente le pasó a la marca "Dubarry" que a pesar de todo lo que se ha nombrado hasta ahora parece que no necesariamente pasó a manos de Unilever sino que ahora se anuncia junto a las cremas faciales Sapolan sin que exista información en la red al respecto sobre desde cuándo se produjo esta especie de fusión...
Le Sancy, el jabón que dura más... mucho más.
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ResponderEliminaramiclear for diabetes
En el distrito de 9 de Julio, había un campo sembrado con Menta, que pertenecía a la Empresa Dubarry; y aún hoy, el campo se llama "La Menta.
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